Es falso que se desconozcan los componentes de las vacunas contra el covid-19

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 20 de diciembre de 2021 a las 21:25
  • 10 minutos de lectura
  • Por Ana PRIETO, AFP Argentina
Las vacunas contra el covid-19 son “génicas”, hay “miles de muertes” que se ocultan y “se desconocen sus componentes”, son algunas de las afirmaciones de un video que ha sido compartido más de 1.500 veces en redes sociales desde principios de diciembre de 2021. Pero ninguna de esas afirmaciones tiene sustento, de acuerdo con documentación científica y distintos expertos consultados por la AFP.

“¡¡NO ES UNA VACUNA!!”, se lee en un video hecho con emojis que circula en Facebook (1, 2) y que llama a la población a no vacunarse contra el covid-19.

De acuerdo con la secuencia, de dos minutos de duración, las inmunizaciones son “inyecciones génicas”, sus componentes son secretos, se ocultan “miles de muertes” por la vacuna y el coronavirus no ha sido aislado. También se afirma que los medicamentos seguros para tratar la enfermedad están “prohibidos” y que los tapabocas enferman.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 14 de diciembre de 2021

Las vacunas contra el coronavirus son “génicas”: Falso

Una de las primeras placas en la secuencia dice: “Es una inyección génica en fase experimental”.

La palabra “génico/a” refiere a algo perteneciente o relativo a los genes y no se utiliza para describir vacunas, sino para un tipo de tratamiento de salud llamado “terapia génica”.

La genetista Gisela Castro, doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina, explicó para esta verificación que el concepto de terapia genética hace referencia a la “sustitución o reemplazo de un gen defectuoso por uno ‘normal’ mediante diversas técnicas”.

“La vacunación o las vacunas no entran dentro de este concepto de ningún modo, ya que no poseen ningún tipo de material genético que tenga la capacidad de modificar nuestro ADN”, indicó. “Las vacunas son formulaciones que simulan ser agentes infecciosos (bacterias, virus u otros microorganismos) con el fin de ‘enseñarle’ a nuestro sistema inmunitario a dar una respuesta rápida y eficaz frente al patógeno real”, agregó.

La idea de que las vacunas contra el covid-19 afectan el genoma humano ha circulado desde antes de la aprobación de emergencia de las primeras vacunas, en diciembre de 2020, y ha sido verificada por AFP Factual en varias oportunidades (1, 2).

La supuesta alteración del ADN tras la inmunización fue incluida por los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) en su lista de mitos sobre las vacunas contra el covid-19.

A su vez, las vacunas aplicadas en el marco de las campañas de inoculación no se encuentran en fase experimental: fueron aprobadas para su uso de emergencia o autorizadas por agencias reguladoras y autoridades nacionales.

“Los controles para avanzar de fase a fase en las vacunas son totalmente rigurosos”, dijo a AFP Factual la doctora María Victoria Sánchez, investigadora del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas de IMBECU-CCT-CONICET, Argentina. “Además la información de los resultados de las fases están publicados en revistas científicas, que son accesibles al público”.

“Por ley” se desconocen los componentes de las vacunas: Falso

En el video viral se le pregunta al espectador si conoce los componentes incluidos en la vacuna, para luego asegurar: “Por ley nadie los sabe”.

Pero las composiciones de las vacunas contra el coronavirus no son secretas. Cualquier interesado puede consultar las de Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Sputnik V o Sinopharm, por dar algunos ejemplos.

Teorías acerca de "ingredientes" sospechosos o secretos en las inmunizaciones contra el covid-19 también comenzaron a circular meses antes de la aprobación de emergencia de las primeras vacunas. Al respecto, los CDC de EEUU publicaron una guía de los componentes de las vacunas disponibles en ese país. Como una forma de hacer frente a las teorías conspirativas en circulación, las entidades también descartaron que las vacunas tuvieran metales “como hierro, níquel, cobalto, litio y aleaciones de tierras raras. Tampoco contienen productos manufacturados como microelectrónica, electrodos, nanotubos de carbono o nanohilos semiconductores”.

La AFP ya ha verificado desinformación sobre la composición de las vacunas (1, 2, 3).

“Hay miles de muertes a causa de la inyección génica, y las ocultan”: Falso

Según la secuencia viral, “toda experimentación científica debe suspenderse al menos con 50 muertes”, y “hay miles de muertes” a causa de la vacunación, que se esconden.

María Victoria Sánchez negó a AFP Factual que esto fuese así: “Ese número es altísimo; si muere una sola persona frenan el estudio”, dijo.

De hecho, en septiembre de 2020 AstraZeneca suspendió momentáneamente sus ensayos clínicos de fase 3, cuando un voluntario presentó una reacción grave. Días después el estudio fue retomado.

“En cualquier ensayo clínico cualquier muerte es considerada un tema serio”, dijo a la AFP la viróloga Vivian Luchsinger, académica de la Universidad de Chile. “Si hay un solo fallecimiento requiere que se estudie si está relacionado con la vacuna o no”, advirtió.

La afirmación de que las vacunas contra el coronavirus “matan” y que tales muertes se esconden no es nueva y AFP Factual ya la ha verificado en distintas oportunidades (1, 2).

No hay registro de las supuestas “miles de muertes” como consecuencia de las vacunas contra el covid-19. Los eventos adversos generados por las inoculaciones, como casos de miocarditis por las vacunas de ARN mensajero, o casos de coágulos por la vacuna de Oxford/AstraZeneca, han sido notificados, no escondidos.

Por otro lado, las autoridades nacionales han habilitado canales para reportar posibles eventos adversos de la vacunación, como el VAERS en Estados Unidos, el Yellow Card Scheme en Reino Unido, en el sistema VigiMed de Brasil y el ESAVI en Argentina. Estos reportes forman parte de la vigilancia post-comercialización de una vacuna pero la información recopilada por esos sitios no debe utilizarse por sí sola para determinar si las vacunas causaron o contribuyeron a un evento adverso (1, 2).

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Una mujer recibe una vacuna contra el covid-19 en Ciudad de México, el 10 de agosto de 2021 ( AFP / Alfredo Estrella)

A diferencia de lo afirmado en el video viral, las vacunas contra el covid-19 han demostrado ser eficaces para disminuir la incidencia de la enfermedad y para evitar cuadros graves de la misma.

De acuerdo con un estudio del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades publicado en noviembre de 2021, se estima que las vacunas anticovid salvaron la vida de casi medio millón de personas mayores de 60 años entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021.

En Estados Unidos, un estudio de los Institutos Nacionales de Salud concluyó que entre diciembre de 2020 y mayo de 2021, las vacunas previnieron 139.000 fallecimientos por covid-19.

En el siguiente gráfico de la plataforma Our World in Data, limitado a Estados Unidos, se distingue que la tasa de mortalidad por la enfermedad es menor entre los vacunados que entre quienes no han sido inmunizados.

Los datos disponibles de Our World in Data para Inglaterra y Chile muestran la misma tendencia.

El coronavirus no fue aislado: Falso

La alegación de que el SARS-CoV-2 no ha sido aislado ni secuenciado y que, por lo tanto, la pandemia se sostiene sobre una farsa circula desde 2020, y ha sido verificada por la AFP en varias oportunidades (1, 2, 3).

Aislar un virus supone extraerlo de un paciente infectado y propagarlo en un cultivo celular para su estudio. La secuenciación, por su parte, es un proceso que permite descifrar el código genético de un virus.

El primer artículo científico que dio a conocer el SARS-CoV-2 fue publicado en el New England Journal of Medicine en enero de 2020, y detalla cómo el virus se aisló de pacientes en Wuhan, China, para estudiarlo en cultivos celulares.

“El argumento de que el virus ‘no ha sido aislado’ es de febrero de 2020 y ya fue rebatido infinidad de veces”, dijo para esta verificación Álvaro Fajardo, doctor en Ciencias Biológicas e investigador en el Laboratorio de Evolución Experimental de Virus del Instituto Pasteur, Uruguay. “Es como decir que Messi nunca hizo goles o que la Tierra es plana”, graficó, agregando que si el virus nunca hubiese sido aislado no existirían vacunas contra el covid-19 y si nunca hubiese sido secuenciado no podría detectarse mediante la técnica PCR.

No todos los laboratorios tienen capacidad para aislar un virus; se requiere uno con nivel de bioseguridad 3 (BSL3), como el que se encuentra en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida, INBIRS, de Argentina.

“En el INBIRS hemos realizado varios aislamientos y hemos secuenciado el genoma de los virus purificados con el objeto de conocer a qué variantes corresponden”, dijo para esta verificación el médico Juan Sabatté, doctor en Microbiología e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). “Numerosos laboratorios en el mundo han aislado y secuenciado el genoma del SARS-CoV-2 y existen ya miles de publicaciones científicas analizando diferentes características del virus”, destacó.

Hay tratamientos que “curan” el covid-19 pero están prohibidos: Falso

En el video viral se afirma que la vacunación no es necesaria y que hay tratamientos médicos que curan el covid-19 pero se encuentran “prohibidos”.

En la secuencia no se detalla cuáles serían estos supuestos medicamentos. Sin embargo, durante toda la pandemia han circulado versiones que aseguran que el dióxido de cloro y la ivermectina son la solución a la enfermedad.

Como ya ha verificado AFP Factual (1, 2), el dióxido de cloro no solo no tiene propiedades curativas, sino que es potencialmente tóxico y hasta letal.

Autoridades sanitarias de varios países han advertido acerca de los riesgos que entraña esa sustancia para la salud. Ya en 2016, tres años antes de haberse identificado el SARS-CoV-2, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina (Anmat) emitió un comunicado donde recomendaba abstenerse de su consumo.

En Perú, el Ministerio de Salud lanzó una alerta advirtiendo contra su ingesta en 2019, lo mismo que en Ecuador, Colombia y Paraguay en 2020 y 2021. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos también publicó una advertencia contra el uso de dióxido de cloro para tratar el coronavirus, describiendo al producto como “fraudulento y nocivo”.

En Argentina, el consumo de la sustancia ya ha dejado víctimas fatales. De acuerdo con reportes en la prensa colombiana, hubo cinco intoxicaciones en ese país durante los primeros meses de 2021.

Durante la pandemia también se difundió la versión de que la ivermectina es efectiva para tratar la enfermedad. El antiparasitario ha sido defendido con frecuencia, por ejemplo, por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (1, 2), y su supuesta eficacia contra el covid-19 también fue mencionada por uno de los infectólogos que, en junio de 2021, compareció ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que analizó si el Gobierno brasileño fue negligente en su gestión de la pandemia.

Sin embargo, como ya verificó la AFP, no se ha demostrado que la ivermectina pueda prevenir ni tratar el covid-19.

Al 20 de diciembre, dos nuevos medicamentos para tratar el covid-19 estaban en camino de ser autorizados para su uso de emergencia: la píldora Paxlovid de Pfizer, y Molnupiravir de Merk.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) también aprobó dos fármacos, el Xevudy de GlaxoSmithKline, y el tratamiento Kineret, de Orphan Biovitrum, para pacientes con riesgo de desarrollar complicaciones graves del covid-19.

“El tapabocas enferma y debilita”: Falso

Desinformación acerca de los cubrebocas ha circulado a lo largo de toda la pandemia. Se ha dicho que provocan falta de oxígeno y acidosis en la sangre, afirmaciones falsas ya verificadas por AFP Factual (1, 2). Se ha dicho también que ocasionan daño psíquico en los niños, así como enfermedades neurodegenerativas.

Especialistas consultados por la AFP para distintas verificaciones (1, 2, 3) coinciden en que los tapabocas no bloquean la entrada de oxígeno al cuerpo humano y, por lo tanto, no desencadenan problemas respiratorios o enfermedades relacionadas.

Las mascarillas constituyen una de las medidas para prevenir el contagio del SARS-CoV-2, especialmente en espacios cerrados y en áreas de transmisión sustancial o alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los CDC cuentan con guías para su correcta utilización (1, 2).

*Esta verificación fue realizada en base a la información científica y oficial sobre el nuevo coronavirus disponible a la fecha de esta publicación.

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