Un trabajador de la salud toma una prueba para un test de antígenos de covid-19 en Tubinga, Alemania, el 20 de marzo de 202 (Thomas Kienzle / AFP)

“Ya hay inmunidad colectiva” y otras afirmaciones falsas del abogado alemán Reiner Fuellmich

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 16 de abril de 2021 a las 21:39
  • Modificado el 16 de abril de 2021 a las 22:46
  • 14 minutos de lectura
  • Por Ana PRIETO, AFP Argentina
En una entrevista en video el abogado alemán Reiner Fuellmich afirma que la crisis sanitaria es una “pandemia escenificada” y anuncia el inicio de una demanda contra el virólogo Christian Drosten, entre otros, por el protocolo de pruebas PCR vigente, que describe como “fraude”. También asegura que no hay necesidad de vacunarse contra el covid-19 pues ya se ha alcanzado la inmunidad colectiva. La entrevista ha sido compartida más de 2.000 veces en redes sociales desde mediados de marzo. Pero sus afirmaciones son falsas, de acuerdo con literatura científica y expertos consultados.

“ALEMANIA. Reiner Fullmish [sic] Esto está pasando hoy!! Están demandando en EEUU y Alemania a Drostein y Wheilmer, que mintieron sobre las publicaciones que establecen la existencia de contagios asintomáticos, y que la prueba PCR sirve para diagnosticar infección viral” se lee en una publicación en Facebook que incluye una entrevista al abogado alemán Reiner Fuellmich de 25 minutos de duración.

“COMIENZAN LOS JUICIOS DE NUREMBERG”, se afirma en otra entrada. “El abogado Reiner Fuellmich nos cuenta aquí cómo va a proceder contra la gran mentira del covid”.

En el video, el letrado dice que la pandemia es un “castillo de naipes” sostenido sobre las pruebas PCR, que no son otra cosa que un instrumento para mantener a la población en “pánico”. Si se logra “convencer” a la justicia de que estos test son un “fraude” e incapaces de detectar infección alguna, dice, entonces “todo el castillo de naipes se vendrá abajo”.

La entrevista fue grabada originalmente en inglés y circula subtitulada en español con una etiqueta en el extremo superior izquierdo que dice “El Investigador.org”. Se trata de un sitio que difunde teorías conspirativas sobre la pandemia de coronavirus, como las difundidas por “Médicos por la Verdad Argentina”, que ya han sido verificadas como falsas por AFP Factual (1, 2). Los artículos publicados en el sitio no llevan firma.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 13 de abril de 2021

Una versión abreviada de la misma secuencia también circuló en Twitter (1, 2).

Una búsqueda por palabras clave permitió encontrar el origen de la entrevista: forma parte de “Planet Lockdown”, una serie en video lanzada en diciembre de 2020 que recoge testimonios de negacionistas de la pandemia y referentes antivacunas, como Sherri Tenpenny y Wolfgang Wodarg, cuyas declaraciones ya han sido verificadas por la AFP (1, 2, 3).

¿Quién es Reiner Fuellmich?

Fuellmich es un abogado litigante que cuenta con un bufete en la ciudad alemana de Göttingen. A lo largo de los años, ha presentado numerosas demandas, como una colectiva contra Hypovereinsbank en la que representó a 4.500 clientes de esa institución financiera. También demandó al Deutsche Bank, sin resultados, aunque en el video viral cite esa acción y otra contra Volkswagen como logros judiciales.

Desde 2020, Fuellmich impulsa una demanda de indemnización por daños relacionados con el coronavirus contra la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el virólogo alemán Christian Drosten, cuyo protocolo para detectar el SARS-CoV-2 mediante pruebas de PCR ha guiado a los laboratorios del mundo en la detección del virus.

En la sección “Preguntas frecuentes” de la página, se detalla que las personas que quieran sumarse a esa demanda colectiva deben pagar al equipo de Fuellmich una “tarifa plana” de 800 euros más IVA y, posteriormente, el 10% de las eventuales ganancias.

El abogado también está involucrado en una demanda contra la gestión de la pandemia del covid-19 por parte del gobierno alemán y es cofundador del llamado “Comité Corona”. Según el informe del grupo, también buscan culpables por el llamado "daño colateral" que habría sido causado por las acciones tomadas para prevenir la propagación del covid-19.

Fuellmich vs. Drosten

En el video, Fuellmich dice que su demanda contra la OMS y Christian Drosten cuenta con el asesoramiento de “expertos”. Dichos expertos son los autores del “Informe de revisión Corman-Drosten et. al. Eurosurveillance 2020”; un documento que pone en duda el protocolo para el uso de PCR como técnica diagnóstica del coronavirus, publicado en la revista médica Eurosurveillance en enero de 2020.

Dicho documento no ha sido sometido a revisión por pares ni a ningún otro procedimiento estándar para evaluar la calidad e idoneidad de una publicación científica. Entre sus 22 firmantes figuran el biólogo molecular y creacionista alemán Pieter Borger y referentes de teorías desacreditadas, como el homeópata italiano Stefano Scoglio, quien niega que el coronavirus haya sido aislado, y el cardiólogo suizo Thomas Binder, quien establece una supuesta correlación entre la gravedad del covid-19 y el despliegue de tecnología 5G.

En noviembre pasado, los autores del Informe solicitaron a Eurosurvelliance retractar la publicación de Corman y Drosten, señalando que contenía “graves defectos con respecto a su diseño molecular y metodológico”.

Eurosurvelliance consideró la solicitud, involucrando a expertos externos para la revisión. El 4 de febrero comunicó su decisión unánime de no retractar el artículo, ya que no se cumplían los criterios necesarios para ello. Señaló que, al momento de su publicación, el protocolo “era científicamente adecuado para su propósito y para los datos y el material limitados disponibles en esa etapa inicial de la pandemia de covid-19”, y que los laboratorios del mundo que lo han incorporado durante la crisis sanitaria lo han adaptado a sus requisitos y estándares de calidad locales. “Con más datos y conocimiento en evolución, los laboratorios han mejorado aún más el método inicial, como es práctica habitual”, destacó Eurosurveillance.

A continuación, la verificación de las principales afirmaciones del video viral.

1. El covid-19 no es más mortal que la gripe estacional: Falso

Desde el inicio de la pandemia, comparar el covid-19 con la gripe o la influenza se convirtió en un argumento común para minimizar la gravedad de la enfermedad y cuestionar las medidas sanitarias (1, 2, 3).

El covid-19 y la gripe son enfermedades respiratorias contagiosas causadas por virus. Comparten varios síntomas y se transmiten de manera similar. Las diferencias, sin embargo, son importantes, en especial en lo referido a incidencia, mortalidad y tratamientos disponibles.

El doctor Nicolás Torres, del Laboratorio de Inmunopatología del IBYME-CONICET de Argentina, descartó la pertinencia de comparar ambas enfermedades y dijo que “provienen de dos familias de virus totalmente distintas y su mortalidad es distinta también”.

Torres agregó que la pandemia aún no ha terminado y que si bien los números de mortalidad aún no son definitivos “serán sin duda más altos que los de la influenza”.

De acuerdo con datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las muertes anuales por influenza se calculan entre 290.000 y 650.000 en todo el mundo. 

Un año después de que la OMS declarase la pandemia de covid-19, las muertes globales superan 2.960.000.

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 La investigadora María Victoria Sánchez, del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Imbecu), del Conicet, detalló otras diferencias: “Tenemos vacuna de la influenza desde los años 40 y también contamos con formas de prevenirla y tratarla. La gente ya no muere por influenza como en décadas pasadas gracias a esas medidas de prevención y a los tratamientos existentes”.

Agregó: “El covid-19 es una enfermedad nueva y es más grave, ya que aún no contamos con un tratamiento efectivo y todavía estamos estudiando el comportamiento de la infección y las secuelas que puede producir, que hasta ahora son muchas, por lo que estamos viendo en pacientes ‘recuperados’”.

2. No hay necesidad de vacunas porque ya se alcanzó la inmunidad colectiva: Falso

Tras negar la existencia de la pandemia y la gravedad del covid-19, Fuellmich asegura que ya se ha alcanzado la inmunidad colectiva y que, por lo tanto, no es necesario vacunarse.

La doctora en inmunología María Moreno, del departamento de Desarrollo Biotecnológico de la Universidad de la República del Uruguay, descartó la afirmación del abogado. “Una evidencia clara de que no se ha alcanzado la inmunidad colectiva es la ocurrencia actual de olas en Europa y América Latina”, dijo a AFP Factual. “Ese es un signo de que no alcanza con una ola para llegar a la la inmunidad”.

La inmunidad colectiva o de rebaño refiere a un porcentaje de la población que necesita estar inmunizada para que un virus tenga pocas posibilidades de circular y transmitirse. “Cuantas más personas estén inmunizadas, el virus tendrá menos chances de encontrarse con una persona susceptible a la infección”, dijo Moreno.

Ese porcentaje de personas a vacunar depende de varios parámetros, explicó. Uno de los principales es el R0 (r sub-cero), que hace referencia al ritmo de reproducción. “El R0 resulta de la cantidad de casos secundarios que se originan a partir de uno primario, es decir a cuántas personas infecta una persona infectada”.

La especialista explicó que, con el uso de tapabocas, las medidas de distanciamiento y otras políticas de contención del coronavirus, el valor del R0 es de poco más de 1, mientras que sin ninguna medida de contención ronda el valor 2-3. “Para un R0 de esa índole es preciso vacunar a cerca del 70% de la población, en el entendido de que la vacuna sea 100% efectiva cortando la transmisión, lo que de momento no es el caso, detalló Moreno. “El porcentaje de personas vacunadas para alcanzar la inmunidad colectiva se relaciona, pues, con la efectividad de una vacuna”.

Además, Moreno aseguró que no es correcto decir que se alcanzará la inmunidad de manera natural. “Para eso, el 70 u 80% de nosotros debemos haber cursado el coronavirus de forma asintomática o sintomática”. Aclaró asimismo que los números de seroprevalencia, es decir, el porcentaje de personas con inmunidad, puede ser muy distinto de país en país. “Un estudio de seroprevalencia en Nueva Zelanda, donde no ha circulado casi el virus, va a dar como resultado que casi nadie tiene inmunidad. En Brasil y Estados Unidos, en cambio, puede dar un valor alto, pero aun así no llegará ni cerca del 70 u 80%”.

Cynthia Leifer, profesora asociada de microbiología e inmunología de la Universidad de Cornell, dijo a la AFP que intentar alcanzar inmunidad colectiva dejando que el virus siga su curso en la población es “irresponsable”.

"No podemos predecir con precisión quién se enfermará gravemente o morirá a causa del covid-19. Además, la infección natural de SARS-CoV-2 puede causar cardiomiopatía y problemas de coagulación de la sangre, y algunas personas con síntomas a largo plazo continúan teniendo fatiga durante muchos meses ".

“Con casi 7.000 millones de huéspedes susceptibles en este planeta, para llegar a un mínimo del 75 por ciento de las personas protegidas solo por infecciones naturales, tendríamos 5.250 millones de seres humanos infectados. Incluso con las estimaciones más bajas de muerte por infección (0,3 por ciento), eso llevaría a casi 15 millones de muertes ”, dijo.

Moreno remarcó que las vacunas son una necesidad para generar inmunidad colectiva en el menor tiempo posible y cortar drásticamente la transmisión del virus.

3. Las vacunas contra el covid-19 no han sido probadas “como corresponde”: Falso

Fuellmich asegura que las vacunas para prevenir el covid-19 no han sido debidamente probadas y que probablemente “causarán un gran número de muertes”.

La idea de que las vacunas contra el covid-19 han sido desarrolladas con demasiada rapidez, en especial las de ARN mensajero, como la Moderna y la Pfizer/BioNTech, y las de vectores de adenovirus, como la AstraZeneca y la Sputnik V, es una preocupación recurrente entre quienes dudan en inmunizarse.

Sin embargo, hay razones por las cuales estas vacunas pudieron ser desarrolladas en menos tiempo que otras.

Jean-Daniel Lelièvre, jefe del departamento de inmunología clínica del Hospital Universitario Henri Mondor y responsable de investigación clínica en el Instituto de Investigación de Vacunas de Francia, dijo a la AFP que el SARS-CoV-2 "no es muy diferente del MERS-CoV y el SARS-CoV-1", virus que provocaron una epidemia en el sudeste asiático en 2003. "Habíamos llevado adelante toda una investigación para la vacuna del SARS-CoV-1. Llegó hasta los ensayos de fase 1, pero la enfermedad se detuvo, por lo que no llegamos a los ensayos de fase 3. Desde el punto de vista de las vacunas, estábamos en un mundo ideal, porque este es un virus nuevo, pero muy cercano a otro del que ya teníamos todo el conocimiento”, explicó.

Como se lee en este artículo publicado en Nature en diciembre pasado, hay motivos claros por los cuales estas vacunas pudieron ser desarrolladas con velocidad: años de investigación previa sobre virus relacionados y sobre formas más rápidas de fabricar vacunas, combinados con una enorme financiación que permitió a las empresas farmacéuticas e instituciones científicas realizar múltiples ensayos simultáneos. Además, por la situación de pandemia, los entes reguladores estatales se movieron más rápido de lo normal, aprobando de emergencia las vacunas que ya hubieran demostrado eficacia y seguridad en estudios clínicos en seres humanos.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) explican que las vacunas desarrolladas contra el covid-19 atravesaron todas las fases de estudio requeridas por cualquier vacuna, y en la fase de ensayos clínicos en humanos participaron decenas de miles de voluntarios de diferentes países.

La afirmación de que las vacunas causarán muertes masivas ya fue verificada como falsa por AFP Factual. Kenneth Witwer, profesor de patología y neurología molecular y comparativa de la Universidad Johns Hopkins dijo a la AFP el 8 de abril pasado: "Con más de 700 millones de vacunas administradas hasta la fecha en todo el mundo, y casi un año desde que comenzaron los primeros ensayos, a estas alturas ya habría pruebas muy claras de efectos secundarios [letales]. No las hay".

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Una trabajadora de la salud administra la vacuna CoronaVac contra el covid-19 en Santiago, Chile, el 15 de febrero de 2021 (Martin Bernetti / AFP)

4. Los test PCR no detectan infección por SARS-CoV-2: Falso

Además de afirmar que los test PCR no sirven para detectar infección por coronavirus, Fuellmich asegura que detectan un “resfrío común” y que “dan positivo para cualquier cosa”. Ambas afirmaciones son falsas, como ya ha verificado la AFP en numerosas oportunidades (1, 2, 3). 

Álvaro Fajardo, doctor en Ciencias Biológicas e investigador en el Laboratorio de evolución experimental de virus del Instituto Pasteur en Uruguay, explicó a la AFP que la técnica de PCR revolucionó la biología molecular y que sirve para diversos fines. Uno de los principales es el diagnóstico molecular de enfermedades infecciosas. 

“En este caso, la técnica tiene dos fortalezas: su especificidad y su sensibilidad”, detalló el especialista  “La especificidad refiere a la capacidad de detectar exclusivamente el agente infeccioso para el cual se desarrolló un determinado protocolo de PCR. Conociendo la secuencia genética de un virus, se pueden diseñar estrategias que reconozcan esa secuencia específica. La sensibilidad hace referencia a la detección incluso de una mínima carga viral”.

Esta técnica de laboratorio funciona “amplificando” segmentos de ADN presentes en una muestra que puede ser nasal, faríngea o de saliva.

De acuerdo con el abogado Fuellmich, que un test PCR detecte fragmentos de SARS-CoV-2 o de cualquier virus en el cuerpo humano no es señal de que esa persona esté infectada ni de que pueda contagiar, y es “anticientífico” considerarlo así. 

“El PCR detecta material genético del virus”, explicó sin embargo Fajardo. “Si hay material genético del virus en la muestra del paciente, es indicativo de que inequívocamente se infectó”.

El especialista señaló que declaraciones como las de Fuellmich son propias de quienes no comprenden el objetivo de las pruebas PCR. “La prueba no indica si la persona está en condiciones de transmitir el virus o no, si tiene una carga viral alta o no, o en qué período de la infección está. Hay que entender que la prueba PCR es una foto del momento”.

El especialista dijo que para saber en qué etapa de la infección se está sería preciso hacer estudios de infectividad, que requieren tiempo e instalaciones específicas. “No hay laboratorio en el mundo que pueda hacer a la vez una prueba diagnóstica y un ensayo de infectividad para ver si la persona puede transmitir o no el virus. Si la persona dio positivo es prudente que se aisle unos días, incluso si es asintomática. Si el virus está presente, es porque inequívocamente te infectaste y lo prudente es que te quedes aislado”, concluyó.

5. Los asintomáticos no contagian: Falso

La afirmación de que los asintomáticos no transmiten el virus ha sido verificada como falsa por AFP Factual en varias oportunidades (1, 2, 3).

La OMS explica que las personas sin síntomas sí pueden transmitir el virus, aunque aún no se sabe con qué frecuencia ocurre.

Los CDC también confirman la transmisión del virus de manera asintomática, agregando, no obstante, que “los casos asintomáticos son difíciles de identificar y la transmisión es difícil de observar y cuantificar”.

“Hay muchísima evidencia que muestra que los asintomáticos y los presintomáticos pueden transmitir el virus”, dijo Fajardo a la AFP. “Evidentemente no lo transmiten con tanta eficiencia, porque al no tener síntomas no tosen o estornudan, pero se ha demostrado que pueden tener cargas virales suficientes para contagiar. Por lo tanto, frente a cualquier indicio de que la persona está infectada tiene que aislarse. Entiendo que es incómodo, pero es lo más prudente y lo mejor que puede hacerse para contener la enfermedad”.

De acuerdo con dos estudios sistemáticos, uno que data de septiembre pasado en Suiza y otro de diciembre en Australia, entre el 17% y el 20% de las personas con infecciones por SARS-CoV-2 no desarrollarán síntomas. De acuerdo con la investigación australiana, las personas asintomáticas tienen un 42% menos de probabilidades de transmitir el virus que las personas sintomáticas. Ambos documentos coinciden en que los estudios sobre la transmisión asintomática deben continuar y en que, a pesar de que el contagio parece menor en comparación a la transmisión sintomática, las medidas de contención y prevención deben continuar vigentes.

El video culmina con alusiones de Reiner Fuellmich a la teoría conspirativa de “el gran reseteo” o “gran reinicio”, según la cual una élite formada por el cofundador de Microsoft Bill Gates y el fundador del Foro Económico Mundial Klaus Schwab, entre otros, habría “planeado” la pandemia de coronavirus para reducir a la población mundial. La AFP ya ha verificado desinformaciones relacionadas con el supuesto “gran reseteo”, así como otras declaraciones de Fuellmich (1, 2).

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