Nueva versión de un estudio “censurado” por The Lancet no prueba nexo entre vacunas anticovid y muertes

A cuatro años de la llegada del covid-19, las vacunas creadas para combatirlo siguen siendo objeto de desinformación. En 2023, entradas en redes sociales afirmaban que un estudio "censurado" por The Lancet probaba que 74% de las muertes posteriores a la inmunización fueron causadas por problemas cardiovasculares derivados de esta. Un año después, cientos de usuarios aseguran que una nueva versión de ese estudio fue publicada en otra revista. Especialistas consultados por la AFP confirmaron que ninguna de las versiones de esa investigación prueba que las vacunas causan muerte súbita en masa.

“Un tsunami de evidencia contra las vacunas anti-COVID-19 En 2023, The LANCET censuró y canceló un revolucionario estudio sobre lesiones por vacuna y autopsias, dentro de las 24 horas después de 100,000 descargas. ‘¡Me enteré que acaba de pasar revisión por pares y será publicado!’, dice con emoción el Dr. William Makis, coautor del estudio. ‘Fueron 325 Autopsias revisadas, 74% de las muertes súbitas debido a la vacuna COVID-19. Este es otro cambio radical’ recalcó”, afirma una de las publicaciones en Facebook (1, 2), X (1, 2) y Telegram (1, 2).

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 28 de junio de 2024

La mayoría de las entradas está acompañada de un video sobre un evento realizado el 17 de junio de 2024 por el Partido Conservador Unido de Alberta, Canadá, en el que William Makis, uno de los autores del estudio, hace afirmaciones similares a las de las publicaciones virales.

“El año pasado, algunos de nosotros presentamos una investigación sobre lesiones por vacunas a The Lancet (...) Es la serie de autopsias más grande del mundo: 325 autopsias de personas vacunadas contra el covid que cayeron muertas unas horas, unos días, unas semanas después de ponerse la vacuna contra el covid-19”, dice en inglés Makis.

 Agrega: “Hicimos una revisión rigurosa de esas autopsias y encontramos que 74% de los casos de muerte repentina fueron causadas o tuvieron relación con la vacuna”.

Un estudio nunca publicado en The Lancet

Las entradas sostienen que el estudio de Makis y sus colegas, supuestamente "cancelado" por The Lancet en junio de 2023, fue finalmente validado por pares de la comunidad científica. 

Sin embargo, como verificó la AFP entonces, el artículo “A systematic review of autopsy findings in deaths after covid-19 vaccination (Una revisión sistemática de hallazgos de autopsias en fallecimientos después de la vacunación contra el covid-19)” nunca fue publicado en esa revista y, por lo tanto, no pudo ser retirado o “censurado”, contrario a lo que afirman.

El artículo había sido subido a un repositorio de preprints o de prepublicación asociado a la revista, donde los investigadores pueden enviar su trabajo mientras este es revisado por pares antes de su eventual publicación. Desde 2018, The Lancet colabora con Social Science Research Network (SSRN) para ofrecer a los autores un espacio de prepublicación llamado en inglés "Preprints con The Lancet".

Contactado por la AFP, el grupo Lancet confirmó que el artículo había sido eliminado de ese repositorio, señalando que su metodología no respaldaba las conclusiones del estudio. El grupo también dijo que las preimpresiones "disponibles a través del SSRN no son publicaciones de Lancet o no están necesariamente bajo revisión en una revista de Lancet".

La nueva versión del estudio original fue publicada en junio de 2024 en la revista Forensic Science International. El artículo ha sido actualizado, afirman sus autores, pero no es posible detallar las diferencias entre la versión original y la nueva, ya que la de julio de 2023 no ha sido archivada en su versión completa.

A pesar de esta nueva publicación, la validez científica del estudio sigue siendo muy cuestionable, según expertos consultados por la AFP.

Autores conocidos por difundir desinformación

El perfil de tres de los autores de los dos estudios: Roger Hodkinson, William Makis y Peter A. McCullough, ya plantea interrogantes.

Peter McCullough es un cardiólogo estadounidense que fue investigado anteriormente por la AFP por difundir información errónea sobre las vacunas contra el covid-19. Sus afirmaciones sin fundamento sobre los peligros de las vacunas le valieron una acción disciplinaria por parte de la Junta Estadounidense de Medicina Interna (ABIM).

Roger Hodkinson afirmó que la pandemia era un engaño, declaraciones ampliamente difundidas en las redes sociales en 2020. En cuanto a William Makis, ya ha difundido desinformación relacionada con las vacunas anticovid y su aplicación.

Estos precedentes llevan a científicos como Brian Ward, profesor de Medicina Experimental que estudia los efectos adversos de las vacunas en la Universidad McGill, en Canadá, a ser cautelosos y desconfiados respecto al artículo citado en las publicaciones.

“La forma en la que usan la palabra 'independiente' allí solo significa que todos se sentaron en una habitación separada para llegar a una conclusión personal antes de compartir sus clasificaciones (en gran parte predeterminadas) entre sí”, dijo a la AFP el 12 de julio de 2023.

Dos estudios que no permiten relacionar vacunación y mortalidad

La versión de 2024 del propio estudio presenta una primera limitación “evidente”, según el profesor Mahmoud Zureik, especialista en epidemiología y salud pública y director de la agencia Epi-phare, que controla todos los productos sanitarios en Francia.

El artículo, dice Zureik, trata de “28 casos de autopsia que estarían relacionados con la vacunación anticovid. Normalmente, cuando se trabaja con tan pocos sujetos, se compensa con información muy detallada sobre cada uno de ellos: se conocen sus comorbilidades, las circunstancias precisas de los fallecimientos, pero los autores no aportan esta información”.

El estudio de 2023 también recibió esta crítica de Zhou Xing, profesor de inmunología en la Universidad McMaster, en Canadá, quien dijo que la metodología del artículo no tiene en cuenta el estado de salud y la edad del fallecido para explicar su muerte tras la vacunación. 

Sobre el método de análisis, el cardiólogo Florian Zores dijo a la AFP el pasado 21 de junio: “Los autores buscan en la literatura científica casos publicados de autopsias que muestren miocarditis vinculada a la vacunación. Y encontraron... miocarditis vinculada a la vacunación. Sin analizar el número de personas vacunadas ni el número de autopsias como denominador. Así que encuentran el 100% de lo que buscan, pero eso no significa, como afirman algunas personas en las redes sociales, que el 75% de las personas vacunadas tengan muertes repentinas”.

Como ejemplo de los fallos metodológicos, Zores señala, por ejemplo, que de los 51 casos de miocarditis notificados en un artículo sobre vacunación hecho por investigadores japoneses y publicado en 2022, los autores del estudio difundido en redes solo conservaron los tres casos de miocarditis asociados a la vacuna.

El profesor Zureik también señala que los dos estudios de 2023 y 2024 de los que es coautor Peter McCullough se basan en otras investigaciones, cuyos "propios autores afirman que no podemos deducir de su trabajo ninguna relación directa entre la vacunación y la miocarditis y, por tanto, las muertes".

Asociación de vacunas con la muerte

La desinformación sobre las vacunas anticovid, recurrente en redes sociales, consiste muchas veces en insinuar que existe un nexo causal entre la vacunación y la muerte, al malinterpretar los datos de farmacovigilancia de las autoridades sanitarias. AFP Factual ha dedicado varios artículos de verificación a este tema (1, 2, 3).

En general, morir después de haber sido vacunado contra el covid-19, incluso unos días después, no significa que la vacuna haya causado el deceso. Además, los raros efectos secundarios graves de la vacunación, incluida la miocarditis, son monitoreados y el beneficio de ser inmune a la enfermedad supera los riesgos de su aplicación, según han explicado a la AFP expertos, médicos e investigadores (1, 2, 3).

Otros estudios también han concluido que las vacunas contra el covid-19 han salvado millones de vidas. Un análisis del Imperial College London, publicado el 22 de junio de 2022, estimó que se evitaron 19,8 millones de muertes en 185 países en el transcurso de un año, entre el 8 de diciembre de 2020 y el 8 de diciembre de 2021, gracias a la vacunación.

“El problema es decir que las vacunas no tienen efectos adversos. ¡Claro que los tienen, pero son pocos! Pero protegen contra el riesgo de formas graves de la enfermedad, no solo para uno mismo, sino también para los demás”, explica el profesor Zureik.

El especialista añade que “la vacunación contra covid causa miocarditis, pero el riesgo es muy bajo, ya que se necesitan decenas de miles de dosis para un solo caso. Así pues, con 7.000 millones de dosis en todo el mundo, no podemos descartar que se hayan producido muertes por miocarditis tras la vacunación”.

La miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, está reconocida desde el verano de 2021 como una reacción adversa que puede producirse tras la vacunación contra el covid-19 mediante una vacuna de ARN mensajero. 

Zureik detalla que “algunos de los casos notificados en los estudios 2023 y 2024 se produjeron después de vacunaciones que no utilizaron ARN mensajero, sin embargo, ningún estudio hasta la fecha ha demostrado miocarditis después de tales vacunas”.

Referencias

  • Estudio "Una revisión sistemática de hallazgos de autopsias en fallecimientos después de la vacunación contra el covid-19”
  • Sitio de “Preprints con The Lancet”
  • Nueva versión del estudio "Una revisión sistemática de hallazgos de autopsias en fallecimientos después de la vacunación contra el covid-19”
  • Artículo de investigadores japoneses sobre la vacunación anticovid

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