Manipulación genética y esterilización: lo falso de un mensaje de Chinda Brandolino sobre vacunas y covid-19

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 30 de octubre de 2020 a las 23:14
  • Modificado el 5 de noviembre de 2020 a las 15:03
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  • Por Ana PRIETO, AFP Argentina
En un meme compartido más de 8.000 veces en redes sociales desde el 23 de octubre se lee que la vacuna para prevenir el covid-19 es una “sustancia transgénica” que esterilizará a los varones y modificará los genes “que tienen que ver con el afecto y la voluntad”. Pero todas las advertencias del mensaje, extraídas de una carta que la “médica por la verdad” argentina Chinda Brandolino publicó en Facebook, son falsas y falaces, según expertos consultados.

“Esto no es una vacuna, es una sustancia transgénica: modifica para siempre los genes de quien la recibe”, se lee en un meme que circula en Facebook (1, 2, 3), en el que puede verse también la imagen de Chinda Brandolino, médica legista y referente del grupo “Médicos por la verdad” en Argentina, quien ha hecho numerosas presentaciones públicas y en línea en las que niega la pandemia.

Sin especificar de qué vacuna se trata, el mensaje asegura además que esterilizará a los varones y provocará la muerte o dejará secuelas neurológicas en quienes las reciban.

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Captura de pantalla de publicación en Facebook realizada el 29 de octubre de 2020

El meme también circuló en Twitter (1, 2).

AFP Factual encontró que el mensaje incluye fragmentos de una carta dedicada a los senadores argentinos que Brandolino publicó en Facebook el 21 de octubre y ha sido compartida más de 9.600 veces.

No es la primera vez que la médica hace declaraciones acerca de una eventual vacuna para prevenir el covid-19, pero su discurso acerca de la misma ha cambiado con el tiempo. En julio pasado ofreció una larga entrevista al canal digital argentino TLV1 asegurando que las vacunas contendrían microchips diseñados por el cofundador de Microsoft, Bill Gates. Según la mujer, esos microchips actuarían sobre el “ADN cerebral” para “neutralizar” rebeliones y “sentimientos religiosos e idealistas”, y “programar” a las personas para que respondan órdenes de forma automática. Ese programa de control humano, de acuerdo con Brandolino, se llevaría a cabo “mediante antenas 5G”.

En su reciente carta y en el meme ya no hace mención al microchip de Bill Gates ni a la tecnología 5G.

Al 30 de octubre había 45 vacunas candidatas para prevenir el covid-19 en fase clínica y 156 en fase preclínica, de acuerdo con el relevo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De todas estas, diez se encontraban en la última etapa de ensayos en seres humanos, y ninguna había sido aprobada aun para su uso, distribución y comercialización.

¿Vacunas capaces de “modificar genes”?

La suposición de que las vacunas en carrera para prevenir el covid-19 “modificarán” o “manipularán” el ADN humano, como se afirma en la publicación viral, no es nueva y la AFP ya ha verificado afirmaciones similares.

Hay dos tipos de vacunas novedosas en estudio contra el covid-19: las basadas en ARN mensajero (ARNm), como la mRNA-1273, de Moderna/NIAID, y las basadas en vectores de adenovirus, como la vacuna ChAdOx1 de AstraZeneca/Universidad de Oxford. Ambas utilizan ingeniería genética, a diferencia de las vacunas tradicionales, que emplean virus atenuados o inactivos, o toxinas inactivadas.

El objetivo de las vacunas de ARN mensajero y de las vacunas basadas en vectores de adenovirus es lograr que el cuerpo fabrique la proteína “spike” del SARS-CoV-2, que el sistema inmunológico reconocerá como “extraña”, induciendo una respuesta defensiva. De ese modo las vacunas preparan al sistema inmunológico para atacar al nuevo coronavirus en caso de contagio.

Sin embargo, ninguna de ellas tiene incidencia en el genoma humano y no pueden “modificar para siempre los genes de quienes las reciben” como afirma el mensaje viral.

La doctora María Victoria Sánchez, investigadora del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas de IMBECU-CCT-CONICET, Argentina, descartó que las vacunas de ARNm intervengan en los genes de una persona: “El proceso se lleva a cabo en el citoplasma, no en el núcleo de la célula”, sostuvo. “El ARN mensajero no puede ‘meterse’ en nuestro ADN”.

Kenneth Witwer, profesor de patología y neurología molecular y comparativa en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, concuerda: “El ARNm simplemente se traduce en una proteína, se degrada rápidamente y no se puede convertir en ADN”, dijo a AFP Factual.

Respecto de las vacunas basadas en vectores de adenovirus, Federico Prada, director del Decanato de la Facultad de Ingeniería y Ciencias - UADE (Universidad Argentina de la Empresa), aclaró que estos “no tienen capacidad integrativa” “No se incorporan al genoma sino que se mantienen en una estructura que se conoce como forma episomal”, explicó. “Decir que la utilización de estos vectores supone una modificación o manipulación del genoma es erróneo”.

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Una médica recibe la vacuna AstraZeneca/Universidad de Oxford en la Clínica Especializada en Enfermedades Infecciosas y Parasitarias e Inmunizaciones (CEDIPI), en Sao Paulo, el 24 de julio de 2020

“Sustancia transgénica”

En el meme se compara la vacuna con una “sustancia transgénica”, lo que parte de una comprensión errónea tanto del funcionamiento de las vacunas elaboradas con ingeniería genética, como de los organismos genéticamente modificados.

La genetista Gisela Castro, doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina, explicó a AFP Factual que un compuesto transgénico “es un organismo en cuyo ADN se ha introducido un gen extraño, perteneciente a otra especie. Por ejemplo, se inserta un gen de pez en un tomate para mejorar la resistencia de éste al frío, modificando así el ADN del tomate”.

“Pero las vacunas no cumplen esa función”, enfatizó Castro. “Las vacunas actúan sobre las células del sistema inmunológico para generar una respuesta de defensa. No se introducen en el ADN de ninguna manera. Si fuera tan fácil modificar el ADN de una persona estaríamos hablando de un mundo que no sería éste; un mundo distópico que no existe”.

Respecto de las vacunas de ARNm, Kenneth Witwer dijo a la AFP: “No puedo imaginar ninguna conexión entre las vacunas de ARNm y los organismos genéticamente modificados”.

“Así como una vacuna de ARNm no puede resultar en una modificación genómica de las células expuestas, los organismos transgénicos, como el maíz resistente al gusano de la raíz o la papaya resistente al tizón, no dan como resultado la modificación genética de los animales que los comen”, explicó. “Si nuestras células fueran capaces de asimilar el ARN y el ADN de la dieta, habría una clara evidencia de esto en el genoma humano.Y no hay evidencia de que esto ocurra en absoluto”.

¿“Esterilización” de varones?

“No hay bibliografía que avale que una vacuna pueda afectar a la reproducción”, dijo a la AFP la inmunóloga María Victoria Sánchez.

Una búsqueda por palabras y expresiones clave —“vacunas”, efectos adversos, “infertilidad — en la base de datos PubMed de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, no permitió dar con estudios que probaran una relación entre la vacunación y la infertilidad masculina, ni reportes al respecto referentes a las vacunas en estudio para prevenir el covid-19.

En cambio, sí ha habido preocupación por la infertilidad femenina tras la administración de vacunas contra el HPV. Sin embargo, en enero de 2020, el Comité Asesor Global sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS), concluyó que “no hay datos que apoyen una asociación entre la vacunación contra el VPH y la infertilidad”, tras revisar numerosos estudios con el objetivo de responder a las inquietudes planteadas por algunos países que habían introducido la vacuna.

Respecto del covid-19, no hay relación entre una eventual vacuna y las células sexuales masculinas: "Las células que procesan los antígenos de las vacunas -en este caso la proteína ‘spike’ del nuevo coronavirus- para montar la respuesta inmune, se llaman células presentadoras de antígenos", explicó Sánchez. “Los testículos no son órganos del sistema inmune capacitados para montar la respuesta inmune; las células presentadoras de antígeno se dirigen a los órganos linfoides para esto, no intervienen de ninguna manera con la espermatogénesis”.

La genetista Gisela Castro concuerda. “La vacuna va a tener un lugar de aplicación en células musculares y va a lograr un efecto sobre las células del sistema inmune. Estas células son las únicas que pueden responder a los antígenos que se están introduciendo con una vacuna, y no es posible que lleguen a los testículos e incidan en la producción de espermatozoides”.

“Genes del afecto y de la voluntad”

El mensaje viral asegura que la vacuna “modificará los genes que tienen que ver con el afecto y la voluntad”.

Castro señaló a la AFP que la afirmación es falaz: “La función de los genes es codificar proteínas; las proteínas no tienen una relación directa ni con el afecto, ni con la voluntad ni con las creencias ni con ninguna expresión emocional o cultural que podamos tener los seres humanos”, dijo. “Así que no existen genes relacionados o que puedan modificarse que tengan que ver con ninguna emoción, y no se los puede ‘identificar’ ni ‘encontrar’ en ninguna parte del ADN”.

“No existe un gen o conjunto de genes que hasta el momento estén relacionados con la voluntad o la afectividad”, dijo el médico neurólogo Facundo Latini, investigador en la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos de Conicet, Argentina y colaborador de Coronaconsultas. “Si bien existen bases genéticas asociadas a trastornos psiquiátricos, no existe ningún gen asociado al cambio de funciones de las funciones mentales superiores” [conciencia, pensamiento, aprendizaje, memoria, motivación, emociones, lenguaje, NDLR].

Consecuencias neurológicas

El meme asegura que quienes reciban la vacuna para prevenir el covid-19 “quedarán con secuelas neurológicas” como mielitis transversa.

Esta afirmación parte del hecho de que en septiembre pasado los ensayos de la vacuna de AstraZeneca/Universidad de Oxford fueron suspendidos temporalmente debido a que una voluntaria presentó síntomas compatibles con la mielitis transversa, un trastorno neurológico en el que se inflama la médula espinal, y que puede provocar pérdida sensorial, debilidad y parálisis en las piernas.

“Respecto a la vacuna de Oxford existió un caso de mielitis transversa. Sin embargo, al analizarse el protocolo, no se pudo relacionar temporalmente la vacunación con los síntomas de este paciente”, dijo Latini a AFP Factual. 

“La mielitis transversa es una condición que tiene una incidencia estimada de 1,3 a 4,6 por millón de habitantes al año. Esto quiere decir que normalmente hay pacientes que van a desarrollar este cuadro independientemente de la vacunación. La mielitis transversa muchas veces representa el inicio de patologías como esclerosis múltiple o neuromielitis óptica. Existen también en la literatura reportes de mielitis transversa asociadas al covid-19, lo que implica que los infectados podrían presentar este cuadro como complicación de la infección”, agregó.

En efecto, se han reportado casos raros de mielitis transversa en pacientes con covid-19 por lo menos desde mayo de 2020.

“En el caso específico de mielitis transversa posvacunal, se han reportado 37 casos en 40 años de experiencia, la mayoría dentro de las tres semanas y fundamentalmente asociadas a las vacunas de la hepatitis B”, continuó Latini. “No existen evidencias para creer que las vacunas para el covid-19 aumenten la incidencia o predispongan a esta complicación en particular, y quiero remarcar que también podría presentarse mielitis transversa en pacientes infectados”.

AFP Factual ya ha desmentido otras afirmaciones de Brandolino, como que el nuevo coronavirus “existió siempre” o que el covid-19 puede “controlarse” con dióxido de cloro.

En resumen, es falso que las vacunas en estudio para prevenir el covid-19 puedan compararse a “sustancias transgénicas”. Estas suponen la incorporación de un gen extraño a un organismo con el objetivo de modificar su ADN, algo que no ocurre en las vacunas, cuyo fin es generar una respuesta inmunitaria y cuyas fórmulas no tienen incidencia en el genoma humano. Tampoco es posible que afecten los “genes del afecto y la voluntad”, que no han sido identificados por la ciencia, ni “esterilizarán” a varones, ya que las vacunas no tienen incidencia en las gónadas masculinas.

* Esta verificación fue realizada en base a la información científica y oficial sobre el nuevo coronavirus disponible a la fecha de esta publicación.

EDIT 5/11/2020: detalla proceso de respuesta inmunológica en párrafo 23

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