La vacuna de ARNm no convierte a quien la recibe en un "organismo genéticamente modificado"

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 14 de abril de 2021 a las 18:28
  • Modificado el 16 de abril de 2021 a las 15:34
  • 7 minutos de lectura
  • Por Ana PRIETO, AFP Argentina
En un video compartido más de 262.000 veces en redes sociales desde principios de febrero se afirma que las vacunas de ARN mensajero inciden directamente en el ADN humano y podrían incorporarse a las células sexuales masculinas y femeninas. Además, se iguala su efecto a la creación de organismos genéticamente modificados. Pero todas las afirmaciones son falaces y contradicen el dogma central de la biología molecular, según expertos consultados.

“Las vacunas no acabarán con la pandemia y podrían desencadenar una dramática catástrofe humana”, se advierte en un video que circula en Facebook (1, 2). “Solo hay una salida: informar a tantas personas como sea posible. Por lo tanto, apoye nuestra urgente llamada de atención distribuyendo este video ahora (...) De esta manera la crisis de corona no terminará con una vacuna, sino con un pueblo despierto”.

Durante más de cinco minutos, el video presenta una serie de afirmaciones acerca de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) para prevenir el covid-19, atribuyendo algunas de ellas a dos fuentes: Wolfgang Wodarg y Stefan Hockertz.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 12 de abril de 2021


Wodarg y Hockertz

El video se sustenta en declaraciones atribuidas a dos ciudadanos alemanes: el médico y exparlamentario Wolfgang Wodarg y el inmunólogo y toxicólogo Stefan Hockertz

De acuerdo con la secuencia, Wodarg dijo: “Esta vacuna cambia genéticamente a la persona que es vacunada”. En efecto, hizo declaraciones similares en su sitio web en junio de 2020.

Otras afirmaciones de Wodarg acerca de que las vacunas de ARNm podrían esterilizar a quienes las reciben y ocasionar una “muerte celular incontrolable” ya han sido verificadas como falsas por la AFP (1, 2, 3).

En el video se cita a Stefan Hockertz diciendo que las vacunas de ARNm suponen una modificación genética de los humanos, y que se corre el riesgo de que afecten óvulos y espermatozoides. De acuerdo con la secuencia, el inmunólogo habría dicho eso en el sitio clubderklarenworte.de. Una búsqueda dentro de la página condujo a la transcripción de una entrevista de julio de 2020 en la que, en efecto, hizo tales declaraciones.

Vacunas de ARN mensajero

Actualmente hay dos vacunas contra el covid-19 que utilizan ARNm para generar una respuesta inmunitaria: la desarrollada por la empresa de biotecnología Moderna y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, y la de Pfizer/BioNTech, del laboratorio alemán BioNTech y la firma estadounidense Pfizer.

El objetivo de las vacunas de ARNm es lograr que el cuerpo sintetice la proteína “espiga” del SARS-CoV-2, el virus que causa el covid-19. Una vez sintetizada, el sistema inmunológico la reconocerá como “extraña”, desarrollando anticuerpos capaces de defender al organismo ante un encuentro con el virus. 

Las vacunas para prevenir el covid-19, especialmente las de ARNm, han sido un blanco constante de campañas de desinformación desde mediados de 2020. AFP Factual ya ha verificado numerosas publicaciones virales que plantean que esas vacunas matarán “al 30% de las personas que las reciban” o silenciarán genes”.

Las vacunas ARNm no inciden en el genoma ni modifican el ADN

“De acuerdo con el dogma central de la biología molecular, a partir de una molécula de ADN se sintetiza una molécula de ARN”, dijo a AFP Factual la genetista Jaén Oliveri, docente de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argentina.

“Esa molécula de ARN sale del núcleo al citoplasma de la célula, y en ese citoplasma se sintetiza una proteína que es necesaria para una función biológica cualquiera”.

Olivari explicó que ese orden permanece inalterado: ADN ARN proteína. “Ese proceso no puede revertirse: así como no se puede producir ARNm a partir de una proteína, el ARNm no puede ‘meterse’ al núcleo de la célula y convertirse en una molécula de ADN, entre otras cosas porque el ARNm es molecularmente distinto al ADN. El ARNm, por definición, no se introduce en el genoma”, enfatizó.

La especialista explicó que las vacunas de ARNm aprovechan el proceso natural que usan las células para producir proteínas. “En las vacunas, el ANRm hace lo que habitualmente hace y no lo que es biológicamente imposible. En este caso, expresa una proteína del coronavirus que será reconocida por las células inmunitarias para crear anticuerpos”.

Kenneth Witwer, profesor de patología y neurología molecular y comparativa en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, concuerda: “El ARNm simplemente se traduce en proteína y se degrada rápidamente, sin incidencia en el ADN”, dijo a AFP Factual.

En su descripción del funcionamiento de las vacunas de Moderna y de Pfizer, los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos detallan que “el ARNm nunca ingresa al núcleo celular, que es donde está nuestro material genético”.

Las vacunas de ARNm no provocan infertilidad

En la secuencia viral se afirma que las vacunas afectarán las células sexuales de hombres y mujeres, pero no se explica cómo. Se trata, sin embargo, de una desinformación que ha circulado ampliamente durante la pandemia y que AFP Factual ya verificó como falsa en numerosas oportunidades (1, 2, 3).

Se ha dicho, por ejemplo, que las vacunas de ARNm no fabricarán anticuerpos contra la proteína “espiga” del SARS-CoV-2, sino contra la proteína ACE2, que es la puerta de entrada del coronavirus a las células. Varios desinformadores aseguran que, como esa proteína se encuentra en los testículos, las vacunas “atacarán” a las células sexuales.

Javier Farina, director del Comité de Infectología Crítica de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, dijo a la AFP: “El SARS-CoV-2 utiliza el receptor ACE2, que está en múltiples órganos del cuerpo humano, no solo en los testículos, para ingresar a la célula”.

“Pero las vacunas no actúan sobre el receptor ACE2 ni tampoco actúan en las células sexuales masculinas ni femeninas. El objetivo de las vacunas es generar anticuerpos frente al covid-19 a partir de un fragmento del virus”, añadió.

Para explicar por qué no es posible “esterilizar” a los hombres a través de estas vacunas, el doctor Nicolás Torres, del Laboratorio de Inmunopatología del IBYME-CONICET de Argentina, propuso un ejercicio de imaginación: “Supongamos que algún científico muy malévolo diseñara un virus capaz de matar células ACE2. Además de esterilizar a la persona, la mataría, porque la ACE2 se encuentra en pulmones, cerebro, células del endotelio vascular, riñón, etc. Es realmente impensable con la tecnología actual poder diseñar una vacuna para matar células del testículo que al mismo tiempo no mataran a todo el resto de células del organismo que expresan ACE2”.

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Un trabajador de la salud recibe la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el covid-19 en Santiago, Chile, el 15 de enero de 2021 (Claudio Reyes / AFP)


Respecto de la fertilidad femenina, se ha dicho que la proteína “espiga” es idéntica a la sincitina-1, una proteína que contribuye a la formación de la placenta. Así, al inocular las instrucciones para que el cuerpo genere la proteína “espiga”, lo que se lograría en realidad sería afectar a la sincitina-1. Pero la afirmación es falsa.

Witwer, de la Johns Hopkins, descartó que los anticuerpos generados contra el SARS-CoV-2 puedan actuar sobre las sincitinas, ya que éstas y la proteína espiga tienen dos o tres aminoácidos en común, mientras que los anticuerpos reconocen secuencias de cinco a diez aminoácidos. “Es muy poco probable que los anticuerpos generados contra el nuevo coronavirus reconozcan a las sincitinas”, concluyó.

Consultado por la AFP, Frédéric Altare, especialista en inmunidad del centro de investigación Inserm, en Francia, concuerda: “No existe una semejanza suficiente entre la sincitina-1 y la proteína espiga, ni evidencias de que los anticuerpos contra la proteína espiga también se dirigen a la sincitina-1”.

Las vacunas ARNm no tienen relación alguna con los organismos genéticamente modificados

En el video viral se establece un paralelismo entre los organismos genéticamente modificados (OGM) y las vacunas de ARN mensajero, afirmando que si las personas estuviesen bien informadas, no aceptarían vacunarse, del mismo modo en que “no aceptan consumir alimentos genéticamente modificados”.

La genetista Oliveri dijo a la AFP que la comparación no tiene sentido. “Las vacunas se aplican en personas, es decir, en organismos multicelulares complejos y ya constituidos”, detalló.

“En los OGM, lo que se modifica es la línea germinal, es decir, las dos células precursoras de un organismo. Se introduce una secuencia genética de ADN en el ADN de una célula germinal, sea un ovocito o un espermatozoide, y cuando se produzca una fecundación se va a generar un organismo nuevo”.

Oliveri explicó que es imposible modificar el genoma de cada una de las células de una persona. “Esto no sucede. Por eso la terapia génica, con la mejor de las suertes, lo que intenta es modificar un número suficiente de células de un órgano target [objetivo]. No se puede modificar todo el organismo”.

Witwer dijo, a su vez, que no puede imaginar “ninguna conexión” entre las vacunas de ARNm y los organismos genéticamente modificados.

“Así como una vacuna de ARNm no puede resultar en una modificación genómica de las células, los organismos transgénicos, como el maíz resistente al gusano, no dan como resultado la modificación genética de los animales que los comen”, explicó. “Si nuestras células fueran capaces de asimilar el ARN y el ADN de la dieta, habría una clara evidencia de esto en el genoma humano. Y no hay evidencia de que eso ocurra en absoluto”.

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