Bomberos intentan apagar el incendio en Pumarejo de Tera, cerca de Zamora, España, el 18 de junio de 2022 ( AFP / César Manso)

Cómo información verídica o antigua es sacada de contexto para poner en duda el cambio climático

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 22 de junio de 2022 a las 17:41
  • Modificado el 23 de junio de 2022 a las 18:52
  • 9 minutos de lectura
  • Por Adrià LABORDA, AFP España
Para negar el cambio climático, miles de usuarios en redes sociales recurrieron en junio de 2022 a una portada de una revista de la década de 1950 informando de “temperaturas de 50 grados” en España y a un mapa de la península ibérica sacado de contexto. La información se usó de un modo engañoso y sin tener en cuenta que, para medir los cambios en los patrones climáticos de un determinado lugar, hay que considerar un periodo y no una fecha puntual. Además, como explicaron expertos a la AFP, en la última década aumentaron los indicadores que demuestran que el cambio climático influye en los fenómenos meteorológicos extremos.

Las publicaciones, compartidas más de 10.000 veces en Facebook (1, 2), Twitter (1, 2) y Telegram muestran una portada del semanario El Español de agosto de 1957 con el titular “El verano más caluroso del siglo” y una combinación de mapas de la península ibérica pintada de naranja, rojo y marrón, que corresponderían a los veranos de 1968, 1985, 2007 y 2022. Van acompañadas de mensajes como “El Cambio Climático es la gran mentira con la que nos pretenden saquear a base de sanciones, impuestos, regulaciones, tasas y todo tipo de sacrificios” y “España 1957. Temperaturas de 50º C en algunos puntos. ¡Toma ‘cambio climático’!”.

Las entradas empezaron a circular a mediados de junio de 2022, durante una ola de calor extrema en Europa. Uno de los países más afectados ha sido España.

Semanario de 1957

La imagen de la portada de El Español ya había circulado en agosto de 2021, cuando España registró temperaturas récord en medio de una ola de calor. La fotografía viral, que también se difunde en entradas en catalán, muestra un ejemplar del número 454 de El Español, correspondiente a la semana del 11 al 17 de agosto de 1957, que titula: “El verano más caluroso del siglo. Temperaturas de 50 grados en algún lugar de La Mancha”.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook, realizada el 20 de junio de 2022

La Biblioteca Nacional de España (BNE) confirmó a AFP Factual en agosto de 2021 que ese número de la revista El Español se encuentra en su hemeroteca. Su responsable de comunicación envió una copia al equipo de verificación de la AFP demostrando que la portada coincidía con la difundida en redes.

También ese mes, la asociación profesional del libro y coleccionismo antiguo Uniliber dijo a AFP Factual que en Hijazo Libros, una de las librerías anticuarias asociadas en la ciudad riojana de Logroño, tenían disponible un ejemplar del número que reproducen las publicaciones virales. Esa librería facilitó a la AFP el contenido de la portada y el artículo, mostrado en parte en las siguientes imágenes:

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Imagen de la misma portada de El Español que se reproduce en redes, cedida por Hijazo Libros el 18 de agosto de 2021
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Imagen de la primera página del reportaje anunciado en la portada, cedida por Hijazo Libros el 18 de agosto de 2021

 

 

“Cincuenta y dos grados al sol de las llanuras de La Mancha”, destaca el artículo. “Por Daimiel y Tomelloso [dos municipios de la provincia de Ciudad Real en la actual comunidad de Castilla-La Mancha], los termómetros llegaron hasta los 52º al sol, un cifra que no puede reflejar la locura de una horas en silencio, porque el mercurio del delgado tubo no responde normalmente a esas temperaturas: un termómetro corriente al alcanzar esos grados ya no se comporta de manera normal”, dice la pieza.

El autor se pregunta a qué se debe esa “anormalidad meteorológica” que describe, registrada en varios países de Europa. Pero, más allá de atribuir las altas temperaturas al anticiclón de las Azores, no aporta respuesta. Tampoco proporciona datos de temperatura registrados con instrumentos homologados, limitándose a la referencia a un “termómetro corriente”.

Contactado por AFP Factual, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet) Rubén del Campo explicó en junio de 2022 que “en el banco de datos climatológico nacional de la Agencia Estatal de Meteorología no figura ningún valor de 50 ºC en ninguna estación del país” desde que tienen registro. Según los datos de la época, la temperatura más alta en el año agrícola 1956-57 se registró en Sevilla en agosto de 1957, y fue de 44,8 ºC.

Hasta la fecha de publicación de este artículo, la temperatura más alta registrada en España “de manera confiable, con las estaciones de la red principal de AEMET y su red de estaciones meteorológicas automáticas modernas”, son los 47,4 ºC en Montoro (Córdoba) el 14 de agosto de 2021, según Del Campo.

En todo caso, Rubén del Campo matizó que en el banco de datos climatológico nacional existen “datos antiguos superiores a esa cifra (que en ningún caso llegan a los 50 ºC), pero están en proceso de verificación con técnicas geoestadísticas, pues en la época en la que se registraron los datos no se sometían a los rigurosos controles de calidad previos que se realizan actualmente”.

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Un hombre se moja la cara durante una ola de calor en Córdoba, España, el 13 de agosto de 2021 ( AFP / Jorge Guerrero)

A pesar de que no hay registro de que en 1957 se sobrepasaran los 50ºC en España, “el titular ‘El verano más caluroso del siglo’ es una afirmación que no va en contradicción con el cambio climático que estamos sufriendo”, explicó el portavoz de Greenpeace España y experto en cambio climático y combustibles fósiles, Pedro Zorrilla. “A lo largo del siglo las temperaturas han ido subiendo, por lo que la afirmación podría repetirse casi año tras año desde entonces”.

Isabel Cacho, catedrática de la Universidad de Barcelona (UB), geóloga y especialista en variabilidad climática natural del planeta, afirmó a la AFP que, “en el hipotético caso de que sí se llegaran a los 50 grados [en los años 50], no sería un argumento para cuestionar que la situación actual sea más cálida”.

“La anomalía de ese día concreto tendrá un efecto muy pequeño en la media [de las temperaturas], y la tendencia [para analizar el clima] no cambiará”, contó en la misma línea Zorrilla.

“Cuando hablamos de clima, tenemos que tener en cuenta un periodo de estudio más largo, no tomamos en cuenta sólo las condiciones meteorológicas de un momento determinado durante un lapso corto, como el de la portada” del semanario, detalló Cacho. Además, los criterios de medición también deben cumplir unos parámetros, según los expertos.

La catedrática de la UB aseguró que “estos cincuenta grados no tienen ningún tipo de validez como medida meteorológica, porque deben de estar tomados en unas condiciones concretas y en observatorios meteorológicos homologados”.

Comparación de temperaturas

La comparación de mapas del tiempo que comparten otros usuarios pretende mostrar que todos los veranos hace calor en la península ibérica pero solo en 2022 se habla de “emergencia climática”. Sin embargo, un simple vistazo a la leyenda en la esquina superior derecha permite ver que los planos que representarían las temperaturas en los veranos de 1968, 1985, 2007 y 2022 corresponden en realidad al 16 de junio de 2022, cinco días antes de que comenzara el verano en el hemisferio norte, el 21 de junio.

“La publicación para negar la existencia del cambio climático es de muy baja calidad. Ni se han molestado en cambiar la fecha de los gráficos”, remarcó Isabel Cacho, la catedrática de la UB.

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Captura de pantalla de una publicación en Twitter, tomada el 20 de junio de 2022

Una búsqueda inversa de la imagen en Google arrojó una página de previsiones del portal Meteored, que se basa en información del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF). La entrada incluye un mapa de temperaturas con la misma leyenda que aparece en las publicaciones virales en la parte inferior. La tipografía y la distribución de la información también coinciden.

De hecho, “los tres veranos anteriores a 2022 que figuran en esos rótulos fueron más fríos de lo normal” aseguró Rubén del Campo el 17 de junio de 2022, y señaló que, en ese momento, el verano de 2022 ni siquiera había empezado. Las anomalías a las que se refirió Del Campo en los veranos de 1968, 1985 y 2007 pueden verse en la página 2 de este informe de la Aemet.

Según esta agencia meteorológica, se califica como ola de calor un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.

Por ejemplo, “en Sevilla aproximadamente el 60% de los días de julio y agosto se registran máximas por encima de 35ºC y el 25% por encima de 38ºC”, según Aemet. Por tanto, un día con una máxima de 38ºC en Sevilla será un día muy caluroso, pero no lo suficiente como para considerarse ola de calor. Por el contrario, en Molina de Aragón la temperatura máxima absoluta registrada es de 38ºC, por lo que una máxima de 38ºC en Molina de Aragón sí podría formar parte de un episodio de ola de calor.

“Las olas de calor, como fenómeno extremo que son, siempre han sido tratadas como un fenómeno meteorológico adverso y más que preocupante por la incidencia que puede tener en el aumento de ingresos hospitalarios y por la repercusión que tienen en los ecosistemas, con incendios forestales”, advirtió el portavoz de Aemet.

En la última década han aumentado los indicadores que “prueban más claramente la influencia del cambio climático en fenómenos meteorológicos extremos o en cambios en los patrones climáticos” (por ejemplo, que haga calor antes de que comience el verano), apuntó Zorrilla.

Cacho insistió en que “el cambio climático es un hecho que existe y que ha sido contrastado con evidencias científicas”. “Las proyecciones muestran que la situación de calentamiento global hace que la probabilidad de sufrir una ola de calor sea más elevada”, comentó.

Mariano Barriendos, doctor en Geografía e Historia por la UB, dijo a la AFP que “en los años sesenta u ochenta no se disponía de una información tan detallada como la que muestran las publicaciones”.

Sobre las olas de calor, Barriendos argumentó que “es relativamente habitual que una burbuja de aire caliente del Sáhara entre en la península”, pero señaló que “lo preocupante es que cada vez [las olas de calor] ocurren con más frecuencia”.

En España, “hubo un incremento muy importante en la década de 2011 a 2020, porque las olas de calor se duplicaron respecto a décadas pasadas”, explicó Rubén del Campo. “Si se producían alrededor de 11-12 olas de calor en cada una de las décadas anteriores, en la de 2011 a 2020 se registraron 24”, continuó. Otro de los indicadores que señaló el portavoz de Aemet es que “entre 1975 y 2010 hubo cinco olas de calor tempranas [en el mes de junio], mientras que entre 2011 y 2022 ya ha habido seis”.

“La normalización de estos incidentes extraordinarios puede provocar que la atmósfera nos manifieste fenómenos superiores: sequías, lluvias torrenciales, etc. Esta nueva ola de magnitud superior nos llevaría hasta el umbral de la supervivencia social”, advirtió Barriendos.

Existe una opinión ampliamente extendida entre científicos y especialistas en la materia respecto a que la actividad humana influye en el clima. Además, alertan sobre las “graves consecuencias” del exceso de emisiones de gases de efecto invernadero que producen los seres humanos, como ya explicó AFP Factual (1, 2).

23 de junio de 2022 Elimina información sobre incendios en el tercer párrafo.

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