Un grupo de gente observa trabajos de búsqueda de personas desaparecidas después de las inundaciones repentinas en Hunt, Texas, el 5 de julio de 2025 (AFP / RONALDO SCHEMIDT)

No hay evidencia científica de que la siembra de nubes tenga relación con las inundaciones en Texas

A principios de julio de 2025, devastadoras inundaciones causaron la muerte de al menos 135 personas en Texas, Estados Unidos. En ese contexto, comenzaron a circular publicaciones en redes sociales con la afirmación de que una operación local de siembra de nubes había desencadenado las lluvias torrenciales. Sin embargo, según expertos entrevistados por la AFP, no existen pruebas ni bases científicas que respalden esas afirmaciones. La magnitud de las inundaciones en Texas fue consecuencia de condiciones atmosféricas y climáticas específicas.

“ÚLTIMA HORA: Agencias federales pagaron a una empresa privada de siembra de nubes para que rociara el cielo de Texas, solo dos días antes de que las inundaciones mortales mataran a más de 60 personas. Sin comentarios públicos. Sin supervisión. Sin rendición de cuentas. Llámenlo modificación del clima. Llámenlo conspiración. Pero está sucediendo”, afirman publicaciones en Facebook y TikTok.

Entradas similares circulan en inglés y francés.

Image
Captura de pantalla hecha el 24 de julio de 2025 de una entrada en Facebook

Las publicaciones sobre la supuesta manipulación del clima en Texas comenzaron a circular en redes sociales luego de que severas inundaciones asolaron el centro del estado durante el fin de semana del 4 de julio, feriado en Estados Unidos, lo que dejó al menos 135 fallecidos, incluyendo más de 36 niños. 

La siembra de nubes se ha convertido en un tema recurrente de desinformación; sin embargo, los científicos aseguran que no puede crear fenómenos meteorológicos de la escala de las inundaciones de Texas.

Algunas de las publicaciones en redes sociales difundieron un video con fragmentos de una entrevista en Fox News a Augustus Doricko, fundador de la empresa de siembra de nubes Rainmaker Technology Corp, para afirmar que “admitió” haber sembrado nubes en la zona un día antes de las inundaciones.

Sin embargo, en el programa difundido el 9 de julio, Doricko aseguró que, aunque su empresa realizó una operación de siembra de nubes en Texas el 2 de julio, dos días antes de las lluvias intensas, esta “no impactó en las inundaciones que ocurrieron posteriormente”.

“Tenemos lo que se denomina criterios de suspensión: si el Servicio Meteorológico Nacional emite alertas de inundación repentina o de tormenta severa, no podemos operar en esas zonas debido a las restricciones y regulaciones vigentes”, explicó Doricko en el programa. “De hecho, nuestro meteorólogo suspendió proactivamente las operaciones un día antes de que el Servicio Meteorológico Nacional emitiera la alerta de inundación repentina”.

Doricko también señaló que recibió amenazas de muerte desatadas por rumores infundados sobre la participación de su empresa en las inundaciones.

La AFP intentó contactar a Augustus Doricko, pero hasta la fecha de publicación de este artículo no había obtenido respuesta.

Otras publicaciones difundieron un video de NBC News, asegurando que el canal confirmó que las operaciones de siembra de nubes tuvieron lugar dos días antes de las lluvias en Texas, e implicando que por ello las inundaciones “no fueron del todo naturales”.

Pero estas publicaciones malinterpretan una transmisión difundida por NBC News el 8 de julio, en la que el presentador explica que los rumores que vinculan la siembra de nubes con las inundaciones son infundados y no se basan en evidencia científica. Luego, un meteorólogo explica la técnica y confirma que esta solo es capaz de producir pequeñas cantidades de lluvia y no la cantidad registrada en Texas.

Una técnica supervisada

La siembra de nubes, una técnica que se utiliza desde hace más de 80 años, consiste en introducir compuestos (sales, yoduro de plata, etc.) en las nubes desde un avión o desde el suelo. Estos compuestos aglutinan el vapor de agua en la nube para formar gotas de agua congelada, que caen al suelo en forma de lluvia o nieve.

Los núcleos de condensación de las nubes, partículas sobre las que se condensan y acumulan las moléculas de vapor de agua, se encuentran en la atmósfera. La siembra de nubes busca intensificar este proceso colocando partículas más grandes en la base de las nubes.

En Texas se han realizado múltiples proyectos de siembra de nubes desde hace décadas, según datos del Departamento de Licencias y Regulaciones del estado. El mismo sitio señala que “no hay evidencia de que la siembra provoque un crecimiento considerable de las nubes ni efectos no deseados (como vientos dañinos, granizo e inundaciones repentinas)”.

“La siembra de nubes no puede provocar inundaciones de la magnitud de las que ocurrieron recientemente en Texas”, dijo el 10 de julio a la AFP Emily Yeh, profesora de la Universidad de Colorado.

Las estimaciones generales del aumento de la lluvia mediante la siembra de nubes rondan el 10%, explicó Yeh. Añadió que todos los programas de ese tipo tienen requisitos estrictos de suspensión y que “ningún programa operativo actualmente” intentaría sembrar una gran tormenta.

Marya Al Homoud, investigadora sobre siembra de nubes en el Centro de Estudios e Investigación Almobdioon de Arabia Saudita, dijo a la AFP el 9 de julio que “la siembra de nubes no se puede aplicar durante condiciones climáticas extremas (como tormentas eléctricas que provocan inundaciones), ya que esta tecnología se aplica en condiciones específicas y seguras”.

La científica, que ha estudiado la eficacia de la siembra de nubes en el condado de Tom Green, Texas, dijo que actualmente “no hay evidencia científica” que pueda vincular ese método con las inundaciones.

“Las inundaciones tienen varias causas, entre ellas las condiciones climáticas, atmosféricas y meteorológicas, así como las condiciones ambientales”, explicó.

Condiciones geográficas y atmosféricas involucradas

Las inundaciones en Texas fueron particularmente devastadoras debido a una combinación de factores, según expertos entrevistados por la AFP.

Además de la geografía de la región, propensa a inundaciones repentinas, y las condiciones atmosféricas particulares, las inundaciones fueron aún más mortíferas porque ocurrieron de noche, en un fin de semana festivo.

“La región de Texas Hill Country [la más afectada] es conocida como 'el callejón de las inundaciones repentinas' porque el terreno montañoso y el tipo de suelo favorecen su formación en los canales de los ríos”, dijo a la AFP el 9 de julio el meteorólogo Alan Gerard, exempleado de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

“La inundación del viernes ocurrió en plena noche, cuando es menos probable que la gente reciba y actúe ante las alertas, y se produjo a lo largo de un río con numerosos campamentos y complejos turísticos, el 4 de julio, cuando muchas de estas instalaciones estaban llenas”, señaló el experto.

Image
Infografía sobre los factores que provocan inundaciones repentinas (AFP / Jonathan WALTER, Christophe THALABOT)

Por otro lado, el calentamiento global está dando lugar a una atmósfera más cálida, particularmente en Texas, que retiene más humedad, lo que puede aumentar la probabilidad de fuertes lluvias, como señala la NOAA en su sitio web.

Un análisis preliminar de ClimaMeter, una plataforma sin fines de lucro que ofrece información casi en tiempo real sobre fenómenos extremos y su relación con el cambio climático, concluyó que las condiciones meteorológicas previas a las inundaciones en Texas no podían explicarse únicamente por la variabilidad natural.

El informe, basado en desastres similares previos en la zona, calificó las inundaciones de Texas como un “evento meteorológico muy excepcional” que “podría deberse al cambio climático provocado por el ser humano, con una contribución de la variabilidad natural”.

Las autoridades texanas se han enfrentado a un creciente escrutinio por su respuesta a las inundaciones, a medida que surgieron detalles sobre supuestos retrasos en las alertas tempranas que podrían haber salvado vidas.

Además, el Servicio Meteorológico estadounidense, al igual que otras agencias federales, ha experimentado importantes recortes de personal y presupuesto durante la administración del presidente Donald Trump, pero los expertos afirman que sus meteorólogos estuvieron a la altura de las circunstancias a pesar de las limitaciones.

La AFP ha desmentido otras afirmaciones sobre las inundaciones en Texas (1, 2) y respecto a las teorías conspirativas sobre la siembra de nubes (1, 2).

Referencias

¿Duda sobre la veracidad de una información, una foto o un video?

Contáctenos