Una trabajadora prepara la vacuna Janssen contra el covid-19 para su aplicación durante una campaña de vacunación cerca de Berlín, el 30 de agosto de 2021 ( AFP / Tobias Schwarz)

El desarrollo de vacunas contra SARS-CoV-2 y VIH no es comparable porque son virus muy diferentes

Publicaciones compartidas más de 2.000 veces en redes sociales desde al menos el 3 de agosto de 2021 cuestionan la creación de vacunas contra el covid-19 con el argumento de que se desarrollaron en menos de un año mientras que, tras años de investigación, no hay vacuna para el VIH, inmunización fiable contra la gripe, tratamiento para el alzhéimer o cura para el cáncer. Sin embargo, las afirmaciones son engañosas. El VIH y el SARS-CoV-2 son virus incomparables, las vacunas de la gripe son confiables, existen tratamientos sintomáticos para el alzhéimer y hay cánceres curables, según datos científicos y especialistas médicos consultados por la AFP.

“No hay vacuna VIH tras 40 años. No hay vacuna fiable vs gripe. No hay tratamiento para Alzheimer. No hay cura eficaz para cáncer tras 100 años d investigación. Aparece misterioso virus y en menos d un año, se crea ‘vacuna’ por 4 farmacéuticas y debemos tomarla bajo amenazas”, indican publicaciones viralizadas en Facebook (1, 2) e Instagram (1, 2), muchas de las cuales replican una captura de pantalla de este tuit.

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Captura de pantalla de una entrada en Facebook, realizada el 12 de agosto de 2021

La carrera por la vacuna contra el covid-19 se ha llevado a cabo a una velocidad sin precedentes, como respuesta a la más reciente pandemia en la historia.

Un mes después de la secuenciación genética del nuevo coronavirus en enero de 2020, comenzaron las investigaciones para desarrollar el inmunizante contra el SARS-CoV-2. Concretamente, hasta la aprobación de la primera vacuna contra el covid-19, la de Pfizer/BioNTech, pasaron 10 meses.

"Nunca en la historia la investigación de las vacunas ha progresado tan rápidamente", declaró a fines de noviembre de 2020 el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom.

Según la página sobre farmacovigilancia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a fines de agosto de 2021 había 12 vacunas que están en fase 3 o la superaron y que recibieron autorización para uso de emergencia (EUL) por la OMS o fueron autorizadas por algún país o región: AstraZeneca, Janssen, Moderna, Pfizer/BioNTech, Gamaleya, Sinopharm/BIBP, Sinovac, CanSino, Sinopharm/WIBP, Anhui Zhifei, Bharat Biotech y la del Instituto Vector.

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Un investigador trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el covid-19 en Belo Horizonte, Brasil, el 26 de marzo de 2020 ( AFP / Douglas Magno)

Las publicaciones señalan además que, tras la aparición del SARS-CoV-2, en menos de un año cuatro empresas farmacéuticas crearon una vacuna. Es cierto que las primeras cuatro inmunizaciones (de Moderna, Pfizer, Gamaleya y AstraZeneca) se produjeron en menos de 12 meses. ¿Por qué?

El SARS-CoV-2 "no es muy diferente del MERS-CoV y el SARS-CoV-1", que provocaron una epidemia en el sudeste asiático en 2003, explicó en diciembre de 2020 al equipo de verificación de la AFP el profesor Jean-Daniel Lelièvre, jefe del departamento de inmunología clínica del Hospital Universitario Henri Mondor y responsable de investigación clínica en el Instituto de Investigación de Vacunas de Francia.

"Habíamos llevado adelante toda una investigación para la vacuna del SARS-CoV-1. Llegó hasta los ensayos de fase 1, pero la enfermedad se detuvo, por lo que no llegamos a los ensayos de fase 3. Desde el punto de vista de las vacunas, estábamos en un mundo ideal, porque es un virus nuevo, pero muy cercano al otro, del que teníamos todo el conocimiento”, agregó. Si el SARS-CoV-2 hubiera aparecido a principios de la década de 1980, como el VIH, la investigación de vacunas "habría llevado mucho más tiempo", aclaró.

Por su parte, en un reportaje sobre por qué se encontró tan rápido una vacuna contra el covid-19, Peter Godfrey-Fausset, asesor científico de ONUSIDA y profesor de salud internacional y enfermedades infecciosas en la London School of Hygiene and Tropical Medicine, dijo:

En tanto, tal como ya explicó la AFP, comparar el desarrollo de las vacunas contra el covid-19 con desarrollos en torno a otras enfermedades como el sida y el cáncer es incorrecto. Lo mismo sucede con la gripe o el alzhéimer, ya que se trata de condiciones muy distintas.

Vacuna contra el VIH

El texto viralizado cuestiona que no haya vacuna contra el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) luego de 40 años desde su identificación.

Al respecto, los científicos consideran que la inmunización contra el VIH es “uno de los retos más difíciles a los que se ha enfrentado la medicina”, y que el parangón entre el SARS-CoV-2 -causante del covid-19- y el virus del sida, es falaz.

“En cuanto al VIH, la gran dificultad en obtener una vacuna radica en que el virus justamente ataca a células del sistema inmune”, dijo en agosto de 2021 a AFP Factual Adriana Delfraro, especialista en virología de Uruguay.

Comparar "enfermedades tan diferentes" de esta manera es "estúpido", había señalado también el francés Lelièvre.

A la pregunta de por qué la investigación de la vacuna contra el covid-19 ha progresado tan rápido y 40 años no han sido suficientes para encontrar una vacuna eficaz contra el VIH, Lelièvre explicó:

“Es bastante simple: básicamente tenemos vacunas para enfermedades curables, es decir, para enfermedades contra las que el cuerpo crea una respuesta inmune. Con el sarampión, la influenza, la hepatitis B, se crea una inmunidad natural. En el caso del SARS-CoV-2, la cura supone la generación de anticuerpos contra el SARS-CoV-2”.

"Ahora, en enfermedades infecciosas complejas, como la causada por el VIH, la persona no se cura. La respuesta inmune al VIH no ocurre, es incompleta. El VIH destruye el sistema inmunológico. Por eso no es posible hacer un paralelismo entre el VIH y el SARS-CoV-2”, agregó.

En el mismo sentido se expresa Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos en un video explicativo: “Es muy difícil desarrollar una vacuna contra el VIH segura y eficaz por la siguiente razón: al cuerpo no le gusta generar una buena respuesta inmunitaria contra el VIH. Y el VIH es realmente único entre todos los patógenos virales graves con los que hemos tenido que lidiar históricamente”.

A pesar de estas dificultades, científicos de todo el mundo trabajan desde hace años para alcanzar el desarrollo de vacunas contra el VIH tanto en materia terapéutica como preventiva.

Uno de los ensayos clínicos vigentes es el Estudio Mosaico, que evalúa la eficacia de una inmunización para prevenir la infección por VIH y se está realizando en 58 centros de investigación de ocho países de América y Europa. En agosto de 2021 se esperaba que hubiese resultados en los siguientes meses.

Godfrey-Fausset apunta en sus explicaciones que existen diferencias fundamentales entre el SARS-CoV-2 y el VIH, detallando la compleja estructura del virus causante del sida y resaltando que se trata de un retrovirus altamente cambiante.

Entre otros puntos, Godfrey-Fausset señala que, a diferencia del SARS-CoV-2, “el VIH depende mucho de las células T”. El sistema inmunitario humano tiene anticuerpos, pero también dispone de inmunidad celular -liderada por las células T-, que es “mucho más difícil de estudiar, infinitamente más variada y, además, dificulta y diferencia el VIH respecto del covid-19 en lo que tiene que ver con el desarrollo de una posible vacuna”.

Sin embargo, la estrategia del tratamiento con antivirales específicos ha permitido que el VIH pase de ser un virus altamente letal -como era en la década de 1980, cuando se lo identificó como el causante del sida- a que las personas vivan con VIH como una enfermedad crónica, teniendo una expectativa de vida mucho mayor, añadió por su parte Delfraro.

Vacunas de la gripe

Otra de las afirmaciones compartidas en redes es que “no hay vacuna fiable” para la gripe o influenza. La gripe y el covid-19 son enfermedades respiratorias contagiosas, pero provocadas por virus diferentes.

La vacuna para la gripe está disponible en dos preparaciones: la inactivada trivalente o cuadrivalente (TIV o QIV) y la de influenza viva, atenuada (LAIV). TIV y LAIV contienen tres cepas de influenza anualmente recomendadas y QIV contiene una cuarta.

“Estas vacunas se reformulan anualmente, en función de los diferentes subtipos del virus que circulan, tanto en el hemisferio sur como en el norte. Para determinar esto, es que se realiza la vigilancia de la circulación del virus de la gripe, tarea que realizan los diferentes centros colaboradores OPS-OMS”, dijo Delfraro.

Contrariamente a lo que sugiere el texto viralizado en redes, las vacunas para la gripe son fiables y “la gran variabilidad que presenta este virus hace necesario renovar la formulación de la vacuna año a año, para tener una mejor cobertura”, agregó la experta uruguaya.

Se trata de un virus que estructuralmente es muy diferente al SARS-CoV-2, y que además es mucho más variable. Sin embargo, a diferencia del SARS-CoV-2, la humanidad tiene contacto con [el virus de la gripe] desde hace mucho tiempo”, explicó Delfraro.

“La vacuna no previene la circulación del virus, pero sí previene los casos graves y muerte en personas de grupos de riesgo”, detalló la especialista sobre las inmunizaciones contra la influenza. Esto mismo asegura la comunidad científica internacional sobre las vacunas contra el covid-19.

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Frascos del inmunizante contra el covid-19 de Pfizer-BioNTech en un centro de vacunación en Holon, Israel, el 24 de agosto de 2021 ( AFP / Ahmad GharabliI)

¿Tratamiento para el alzhéimer?

Las entradas virales también aseguran que “no hay tratamiento para Alzheimer”, afirmación también engañosa.

El mal de Alzheimer es una enfermedad neurológica degenerativa y es la forma más común de demencia, trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias. La enfermedad compromete especialmente -aunque no solo- la memoria, se va dando por muerte neuronal y genera múltiples síntomas que además incluyen cambios de conducta y comportamiento.

“El tratamiento de la enfermedad de Alzheimer es de los síntomas y de la mejora del funcionamiento cognitivo”, explicó a AFP Factual Federico Preve, médico neurólogo y profesor adjunto de Neurología del Hospital de Clínicas en Uruguay.

“No hay un tratamiento que modifique el curso evolutivo de la enfermedad, o sea que la detenga, que la frene o que la mejore. (...) Lo que sí existe son tratamientos sintomáticos, que mejoran el funcionamiento cognitivo y mnésico durante un tiempo”, detalló Preve.

La mayoría de las enfermedades neurodegenerativas no tiene cura. El tratamiento puede ayudar a mejorar los síntomas, aliviar el dolor y aumentar la movilidad.

Si bien se sabe cuál es el mecanismo por el cual se genera esta enfermedad neuronal, los científicos aún no entienden por completo qué causa el alzhéimer, pero aplican tratamientos farmacológicos de los síntomas conductuales o comportamentales y también terapias no farmacológicas vinculadas con mejoras de la rehabilitación cognitiva, buscando un mejor funcionamiento de varias capacidades del paciente.

El cáncer, un blanco móvil

La OMS indica que “cáncer es un término genérico que designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo”. La Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS, por su sigla en inglés), en tanto, destaca que “los diferentes tipos de cáncer tienen algunas similitudes, pero son diferentes en la manera en que crecen y se propagan”.

Las publicaciones virales aseguran que no hay cura para el cáncer tras 100 años de investigación. Pero los avances en oncología en el último siglo han posibilitado la cura de algunos cánceres.

“Desde hace 100 años ha habido muchísimos cambios en la oncología que sí permitieron curar el cáncer, empezando por la Primera Guerra Mundial y el gas mostaza, que es una antraciclina. Se empezó a ver que soldados que tenían linfomas, los linfomas se achicaban, y hoy es una droga que cura tumores”, dijo a AFP Factual el oncólogo clínico argentino Tomás Soulé.

El experto también mencionó el caso del cisplatino: “En los 60 se descubrieron dos esquemas que curan tumores germinales, tumores de testículos metastásicos”. Tras el uso de estas terapias, explicó Soulé, los pacientes no tienen evidencia de enfermedad y se curan.

“Las leucemias también. Hay varios modelos tumorales que se curan. El cáncer de riñón [es otro ejemplo]. Hay avances no solamente en la quimioterapia sino también en la cirugía” del cáncer, agregó.

Sobre la terapéutica general, los CDC indican que el tratamiento se basa en el estadio del cáncer. “A veces, el tratamiento tiene como objetivo curar el cáncer. En otras ocasiones, la meta es detener el avance”.

El cáncer es un blanco móvil, ya que “las células cancerosas pueden seguir mutando y cambiando durante el curso de la enfermedad. Esto puede hacer que las células cancerosas ya no respondan” a los medicamentos o tratamientos que se administraron inicialmente, señala un informe de la Clínica Mayo.

El cáncer de cada persona tiene una combinación única de cambios genéticos. Conforme sigue creciendo el cáncer, ocurrirán cambios adicionales. Aun dentro de cada tumor, células diferentes pueden tener cambios genéticos diferentes”, agregan los CDC.

Consultado sobre los cambios en el tratamiento del cáncer, el especialista argentino Reinaldo Chacón dijo en una entrevista publicada en 2019: “Hoy el paciente sabe y está enterado de que existen muchos métodos para combatir su enfermedad y que la posibilidad de cura existe”.

AFP Factual ha verificado contenidos falsos o engañosos en torno a las vacunas contra el covid-19, así como también otros cientos de afirmaciones incorrectas en torno al coronavirus.

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