Viales de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el covid-19 en un centro de vacunación en Santiago de Chile, el 12 de julio de 2021 ( AFP / Javier Torres)

Las vacunas contra el covid-19 no evitan el 100% de los contagios — y eso es esperable

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 26 de agosto de 2021 a las 21:58
  • Modificado el 1 de septiembre de 2021 a las 15:56
  • 7 minutos de lectura
  • Por AFP Brasil, AFP Argentina
  • Traducción y adaptación: Ana PRIETO
Los casos de contagios de covid-19 entre quienes ya han recibido una o dos dosis de una vacuna contra la enfermedad han llevado a varios usuarios de redes sociales a cuestionar la eficacia y la necesidad de las inmunizaciones. Pero los expertos y la evidencia señalan que, si bien ninguna vacuna puede prevenir el 100% de las infecciones, son altamente efectivas para evitar la hospitalización y la muerte.

Casos de personas vacunadas que han contraído covid-19 se han difundido ampliamente en redes sociales y publicaciones digitales como evidencia de que las vacunas no son efectivas para combatir la enfermedad y que, por lo tanto, no tiene sentido recibirlas.

“No se ustedes, pero yo jamás escuché que la VA_CUN4 contra el sarampión, polio, tétanos, etc, era para que te diera pero no tan fuerte”, se lee, por ejemplo, en una entrada en Facebook publicada en junio pasado, que señala que una vacuna “es para evitar ser contagiado y punto”.

“Entiendo a esa gente que no se quiere vacunar”, apuntó un usuario en Twitter respecto del actor argentino Guillermo Francella, quien había recibido la primera dosis de una vacuna contra el covid-19 antes de contraer la enfermedad.

“Más pruebas de la estafa de las vacunas. No inmunizan, enferman y matan”, advierte un mensaje en Telegram, que hace alusión a un arzobispo uruguayo que se contagió tras recibir el esquema completo de vacunación.

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Combinación de capturas de pantalla de publicaciones en Facebook, Twitter y Telegram, hecha el 24 de agosto de 2021

En Argentina, uno de los casos más utilizados para distribuir mensajes contra las inmunizaciones fue el del periodista y conductor televisivo Mauro Viale (1, 2), quien falleció el 11 de abril mientras cursaba una internación por covid-19, poco después de recibir la primera dosis de la vacuna Sinopharm.

En Brasil, fue el caso del actor Tarcísio Meira, quien había completado el esquema de vacunación en marzo pasado y falleció por la enfermedad en agosto, a los 85 años. "El curioso caso de las 'vacunas salvavidas' que no evitan contagios ni casos graves", se lee en una imagen que se compartió en Facebook (1, 2, 3) e Instagram cuando se conoció su muerte.

Sin embargo, es esperable que se produzcan contagios -e incluso muertes- por covid-19 entre la población vacunada, como explican especialistas.

La protección nunca es del 100%

“Las vacunas contra el covid-19 son efectivas para prevenir la infección, las enfermedades graves y la muerte”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Sin embargo, “está previsto que se produzcan infecciones en vacunados. (...) Al igual que la mayoría de las vacunas [las del covid-19] no son 100% efectivas.

A las infecciones que se dan en personas totalmente vacunadas se las denomina "infecciones en vacunados" y también “infecciones irruptivas”. Entre enero y abril de 2021 fueron notificados a los CDC 10.262 casos de ese tipo en Estados Unidos. Pero en el mismo periodo, unas 101 millones de personas habían recibido la pauta completa de alguna de las vacunas contra el covid-19 disponibles en el país.

“La mayoría de las vacunas contra el covid-19 tienen entre un 70% y 90% de efectividad frente a la enfermedad sintomática, pero existe un porcentaje de personas que por más que se vacunen, se pueden llegar a contagiar. Eso depende del sistema inmune de cada individuo”, dijo a AFP Factual la doctora María Victoria Sánchez, investigadora del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas de IMBECU-CCT-CONICET, Argentina.

Remarcó que no es cierto que otras vacunas tengan 100% de efectividad, como se afirma en redes sociales. “Por ejemplo la vacuna de la influenza tiene una efectividad de entre un 40% a 60%, y así y todo sirve como un método muy eficaz de protección contra la enfermedad”.

De acuerdo con datos de los CDC, una dosis de la vacuna triple vírica es un 93% eficaz contra el sarampión, un 78% contra las paperas y un 97% contra la rubéola. Dos dosis son un 97% eficaces contra el sarampión y un 88% contra las paperas.

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El número de contagios entre los vacunados también puede aumentar en función de factores externos, como el nivel de transmisión comunitaria y la circulación de variantes en el territorio. El pasado 11 de junio, en una presentación ante la Comisión Parlamentaria de Investigación que estudia la gestión de la pandemia por parte del gobierno brasileño de Jair Bolsonaro, la microbióloga Natalia Pasternak explicó este escenario comparando la vacuna con un arquero de fútbol.

"¿Cómo sabemos que un arquero es un buen arquero? Nos fijamos en su eficacia, que es la frecuencia con la que atrapa el balón. Si tiene una buena eficacia en las pruebas clínicas [la vacuna] es un buen arquero. Pero eso no significa que sea infalible", dijo Pasternak, quien también es presidenta del Instituto Questão de Ciência.

"Si el arquero tiene una defensa que (...) no lleva mascarilla, que no hace distanciamiento social, que no respeta las medidas preventivas, van a llegar tantos balones al arco, van a circular tantos virus, que la probabilidad de que falle es mucho mayor", añadió.

Casos graves

“Estas vacunas son muy efectivas para evitar los casos graves”, dijo Sánchez a AFP Factual. “Esto significa que, aun contagiada, la persona tiene menos probabilidades de cursar una enfermedad mortal”, afirmó.

Aunque la tasa de mortalidad o la severidad del cuadro sea pequeña tras la inmunización (las vacunas Pfizer/BioNTech y Oxford/AstraZeneca han arrojado una protección contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte superior al 95% y 93%, respectivamente), esto no significa que no vaya a haber casos severos. Flávio da Fonseca, virólogo del Centro de Tecnología de Vacunas de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), Brasil, explicó a la AFP por qué.

"Dado que la tasa de mortalidad o de enfermedad grave es pequeña, muchas veces en los estudios con grupos limitados, incluso si incluyen a 30.000 o 40.000 personas, esas cifras acaban por no aparecer. Ahora bien, cuando se llega a 200 millones de personas [vacunadas] como es el caso de Brasil, eventualmente habrá gente que muera; no se podrá alcanzar el 100% de efectividad", dijo el virólogo.

Y enfatizó:

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Un trabajador de la salud administra una tercera dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech en Jerusalén, el 20 de agosto de 2021 ( AFP / Ahmad Gharabli)

Ancianos, inmunosuprimidos

La posibilidad de desarrollar una enfermedad grave también puede verse influenciada por factores específicos de cada paciente, incluso después de la vacunación: "Por ejemplo, las personas que tienen una enfermedad inflamatoria, inmunosupresión, [que se someten a un tratamiento] que causa inmunosupresión, como el cáncer, y los extremos de la edad, como niños muy pequeños y ancianos”, detalló Da Fonseca.

"Este tipo de pacientes son particularmente susceptibles porque todavía no tienen un sistema inmunológico completamente desarrollado —en el caso de los niños muy pequeños—, o tienen un sistema inmunológico envejecido —en el caso de los ancianos", agregó Da Fonseca.

Esto significa que, incluso después de la vacunación, el sistema inmunológico de las personas mayores puede “no actuar con la potencia que tiene el sistema inmunológico de un joven”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cita factores similares al explicar por qué algunas personas vacunadas pueden contraer covid-19: “La eficacia de una vacuna puede verse afectada no solo por las características específicas del producto sino también por otros factores, entre ellos la edad de la persona, las enfermedades preexistentes que pueda tener, o si ha cursado anteriormente la enfermedad, su exposición actual al SARS-CoV-2 o la circulación de variantes del virus”.

El actor brasilero Tarcísio Meira, cuya muerte generó sospechas hacia la efectividad y necesidad de la vacunación, tenía 85 años y, de acuerdo con su hijo, “comorbilidades muy graves”, como problemas renales y pulmonares.

"Cuando toda la población se adhiere al proceso de vacunación, se acaba reduciendo la circulación del virus y se empieza a proteger, aunque sea de forma indirecta, a las personas que no están vacunadas" y a las que no obtuvieron la protección deseada incluso después de la vacunación, aseguró el virólogo Flávio da Fonseca.

El especialista añadió que es importante mantener las estrategias no farmacológicas, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, para reducir el número de personas que contraerán la enfermedad y, eventualmente, desarrollarán casos graves. “Es fundamental limitar la pandemia de forma eficaz, más rápida y sin pérdida de personas”, dijo a la AFP.

Esta verificación se realizó con base en información científica y oficial sobre el covid-19 disponible a la fecha de esta publicación.

1 de septiembre de 2021 Agrega aclaración sobre enfermedad sintomática en cita de doctora María Victoria Sánchez, en párrafo 11.

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