Varias personas esperan para recibir la vacuna contra el coronavirus en el centro temporal de la galería Tate Modern, en Londres, el 16 de julio de 2021 ( AFP / Tolga Akmen)

Artículos difunden datos no probados de mujeres vacunadas que perdieron sus bebés en Reino Unido

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 13 de septiembre de 2021 a las 17:54
  • 9 minutos de lectura
  • Por Natalia SANGUINO, AFP España
Varios artículos compartidos por más de un millar de usuarios en redes sociales desde el 13 de julio pasado afirman que el número de mujeres que perdieron a su bebé tras haber sido vacunadas contra el covid-19 aumentó un 5.400%. Sin embargo, las publicaciones se basan en las cifras sobre posibles efectos secundarios o circunstancias reportados por los pacientes a una página oficial, pero sin que hayan sido confirmados por profesionales sanitarios. Además, se comparan cifras relativas al inicio de la vacunación, cuando muy poca gente había sido inoculada, con un momento en que la campaña estaba muy avanzada.

“Datos oficiales del Reino Unido muestran un aumento del 5.400% en el número de mujeres que han perdido a su bebé después de recibir vacunas COVID”, es el titular del artículo viral, también compartido como captura de pantalla en Facebook.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook, realizada el 13 de septiembre de 2021

Yellow Card, una página abierta al público

Los artículos virales se centran en datos “introducidos en el MHRA Yellow Card Scheme”, o Informes de Tarjeta Amarilla, el programa sanitario británico en el que usuarios registran sospechas de efectos secundarios que hayan sufrido tras haber sido vacunados o tomado una medicina.

Según la propia página, el programa “es el modo de recopilar y vigilar la información”, tanto sobre seguridad de los fármacos como “sospechas de efectos secundarios o incidentes adversos”. El programa “se basa en información voluntaria” de sanitarios y el público en general, incluyendo pacientes, posibles cuidadores o sus padres.

AFP Factual pudo comprobar que las cifras proporcionadas por el artículo web coinciden con las de los Informes de Tarjeta Amarilla de las fechas mencionadas. Los reportes semanales de reacciones adversas a las vacunas contra el covid-19 aprobadas en Reino Unido están disponibles aquí. La página se actualiza con cada nueva publicación y no es posible navegar entre el histórico de informes. Sin embargo, a través de la herramienta Wayback Machine, que permite archivar páginas web, la AFP pudo encontrar las versiones registradas de la web del Gobierno británico.

El primer registro existente es del 5 de febrero de 2021. Al abrirlo, se accede al informe de reacciones adversas publicado ese mismo día. A partir de él se pueden ver los reportes para los inmunizantes aplicados en ese momento contra el nuevo coronavirus: el referente a Pfizer-BioNTech, con datos recopilados entre el 9 de diciembre de 2020 y el 24 de enero de 2021; y el de Oxford/AstraZeneca, con datos que van del 4 al 24 de enero de 2021. La diferencia en la fecha de inicio corresponde al lapso entre el arranque de la campaña con una y otra vacuna en el país.

A través de los archivos del 8 de julio en WaybackMachine, se pueden consultar los informes con datos hasta el 30 de junio de las tres vacunas: AstraZeneca, Pfizer y Moderna, que empezó a ser inoculada en Reino Unido el 7 de abril de 2021.

Una explicación de las cifras

Los artículos virales cifran los abortos espontáneos reportados hasta el 24 enero de 2021 por mujeres que recibieron la vacuna de Pfizer en cuatro, y los informados por vacunadas con AstraZeneca, en dos. En esos informes gubernamentales iniciales, el epígrafe sobre las “condiciones del embarazo” contemplaba tres situaciones: aborto espontáneo, complicaciones maternas del embarazo, y embarazo y parto normales.

En los informes del 30 de junio, el mismo epígrafe incluía más supuestos, desde las complicaciones maternas del parto hasta casos de muerte fetal y el tiempo de gestación del bebé. Para cada una de las tres vacunas, además, los supuestos contemplados no eran exactamente los mismos.

Para calcular los porcentajes del aumento del “número de mujeres que han perdido a su bebé después de recibir las vacunas”, los textos virales no comparan solamente el número de abortos espontáneos de enero con los de junio, sino que añaden muchas más situaciones.

En el caso de la vacuna de Pfizer, comparan los cuatro abortos registrados hasta el 24 de enero con la suma de 171 abortos espontáneos, una muerte de un bebé prematuro, una muerte por restricción del crecimiento fetal, cuatro muertes fetales y cuatro mortinatos registrados hasta el 30 de junio, que dan un total de 181 casos. El aumento entre una cifra y otra, como indica el texto, es de 4.425%.

En el caso de AstraZeneca, comparan los dos abortos espontáneos registrados a finales de enero con la suma de 136 abortos espontáneos, dos mortinatos y una muerte fetal (un total de 139), lo que representa el crecimiento de 6.850% que ellos mencionan.

Lo mismo sucede con el porcentaje del titular, 5.400%. Este corresponde al aumento desde los seis abortos espontáneos informados hasta el 24 de enero por mujeres vacunadas con Pfizer y AstraZeneca, hasta los 330 abortos espontáneos y otras muertes de bebés antes o después del parto gestados por mujeres vacunadas con los mencionados inmunizantes, además del de Moderna.

El total de personas vacunadas en Reino Unido con las dos dosis el 24 de enero de 2021 era de 470.478 y el 30 de junio subió a 33.048.478.

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Una mujer cruza el puente de Westminster, cerca del Parlamento británico, en el centro de Londres el 7 de junio de 2021 ( AFP / Tolga Akmen)

Qué ocurre con los datos reportados en Reino Unido

Estas cifras, no obstante, no significan que todas esas pérdidas de bebés se produjeran como consecuencia de la vacunación de las progenitoras. “El sistema de notificación de Tarjeta Amarilla implica que los eventos reportados no siempre son efectos secundarios probados. Algunos hubieran ocurrido de todos modos, al margen de la vacunación”, señala el Gobierno británico en su web.

Una portavoz de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) explicó a AFP Factual en abril de 2021: “Las tarjetas amarillas no son efectos secundarios probados, sino sospechas de un posible efecto secundario por parte de los informantes”, que pueden ser profesionales de la salud o el público en general. “Es muy importante tener en cuenta que un informe de tarjeta amarilla no significa necesariamente que la vacuna haya causado esa reacción o evento”, aclaró la vocera.

Los reportes iniciales sobre presuntas reacciones adversas “son evaluados, junto con otras fuentes de pruebas, por un equipo de expertos en seguridad para identificar cualquier nuevo problema de seguridad o efecto secundario”, se detalla en este documento sobre las tarjetas amarillas.

La portavoz detalló en un correo electrónico a AFP Factual que la MHRA “utiliza una serie de fuentes de datos adicionales, como los registros sanitarios electrónicos que vinculan los registros de vacunación con los acontecimientos médicos, para hacer un seguimiento de las sospechas de reacciones adversas y de la seguridad de las vacunas”. Reseñó además que “todos los informes se revisan continuamente para identificar posibles nuevos riesgos”.

“Correlación no implica causalidad. (...) Correlación es que a medida que aumenta una cosa, aumenta otra”, pero “no implica que una cosa cause la otra”, había señalado a la AFP José Ameijeiras Alonso, profesor de Estadística en la Universidad de Santiago de Compostela, en agosto de 2021. Un ejemplo sería decir que comer helado aumenta la probabilidad de ponerse moreno. “Es cierto que cuando más nos ponemos morenos es cuando más comemos helado, pero no es que nos pongamos morenos por comer helado, nos ponemos morenos porque es verano”.

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Una mujer deja un mensaje por las víctimas del coronavirus en un muro a la orilla del río Támesis a su paso por Londres, el 30 de abril de 2021 ( AFP / Tolga Akmen)

La vacunación de embarazadas, mejor que el virus

El artículo viral se pregunta “por qué a estas mujeres se les administró una de las vacunas Covid en contra del propio consejo del Gobierno”, aunque después reconoce que las autoridades actualizaron “su consejo original”.

En diciembre de 2020, cuando comenzó la vacunación contra el coronavirus en Reino Unido, el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI, por sus siglas en inglés), decía lo siguiente: “Aunque los datos disponibles no indican que haya un riesgo para la seguridad o un daño en la gestación, las evidencias son insuficientes como para recomendar el uso rutinario de las vacunas del covid-19 en el embarazo”.

En abril de 2021, el organismo consideró que se podía empezar a vacunar, con las pruebas y datos existentes, a mujeres embarazadas con las vacunas de Pfizer o Moderna. “No hay pruebas que sugieran que las otras vacunas son inseguras para las mujeres embarazadas, pero es necesaria una mayor investigación”. Respecto a la vacuna de AstraZeneca, las autoridades sanitarias decidieron evitarla en menores de 40 años.

El Gobierno subraya que las vacunas contra el covid-19 “ofrecen a las mujeres embarazadas la mejor protección contra la enfermedad”, cuyos efectos pueden ser graves en algunas gestaciones avanzadas. “Desgraciadamente, se calcula que uno de cada cuatro embarazos en Reino Unido (al margen de la pandemia) acaban con un aborto, y la mayoría se producen en las primeras 12 semanas (primer trimestre) de gestación”, señala este informe.

El documento oficial continúa:

De su lado el Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos (RCOG) y el Real Colegio de Parteras recomiendan la vacunación a embarazadas.

Entre los principales efectos secundarios de las vacunas, las autoridades británicas no registran los abortos espontáneos.

Los expertos consideran que no hay datos suficientes para establecer que la inmunización contra el coronavirus conlleva un aumento del riesgo de aborto.

Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, declararon al equipo de verificación de la AFP en abril de 2021: “Hasta la fecha no hay pruebas que apunten a un aumento de los abortos después de las vacunas contra el covid-19”.

En agosto de 2021, la agencia estadounidense estableció que las evidencias sobre la seguridad y efectividad de la vacunación contra el coronavirus en mujeres embarazadas habían aumentado. “Los datos sugieren que los beneficios de recibir una vacuna contra el covid-19 superan cualquier riesgo potencial o conocido de la vacunación en el embarazo”.

El doctor Benjamin Neuman, experto en los coronavirus y jefe del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Texas A&M, dijo a la AFP que no se asocia la vacunación “con ningún aspecto de la reproducción”.

AFP Factual ya ha verificado otros contenidos que referían a reportes sobre reacciones adversas a las vacunas (1, 2, 3, 4).

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