Récord de nieve boreal en noviembre de 2022 no prueba que no exista el cambio climático
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- Publicado el 6 de diciembre de 2022 a las 19:50
- 6 minutos de lectura
- Por Alexis ORSINI, AFP Francia, AFP Colombia
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“El área cubierta de nieve en el hemisferio norte es actualmente la más grande desde el inicio de los registros en 1967. Históricamente, esto ha sido un indicador de inviernos largos y duros…¿Tienes combustibles fósiles? ¿Dónde queda el llamado ‘calentamiento global’?”, dice una de las entradas en Twitter (1, 2) y Facebook (1, 2).
Contenido similar también circula en francés e inglés.
Uno de los primeros usuarios en difundir ese tipo de afirmaciones fue Patrick Moore, un canadiense que se presenta como cofundador de Greenpeace -afirmación que la ONG niega-, al tiempo que denuncia sus vínculos con la industria nuclear y su “antiecología”.
Algunas de las entradas viralizadas incluyen capturas de pantalla o un enlace a un artículo del sitio web Severe Weather Europe, fechado el 26 de noviembre de 2022, que dice es inglés: “La extensión de la nieve en el hemisferio norte es realmente muy alta en ese momento, es de alrededor de 41 millones de kilómetros cuadrados, según el Laboratorio Global de la Nieve de [la Universidad] Rutgers y NOAA [la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos]”.
Pero varios climatólogos explicaron a la AFP que es engañoso comparar un fenómeno meteorológico único con una tendencia observada durante un periodo mucho más largo, una narrativa que se ha vuelto habitual para negar el calentamiento global.
Florian Tolle, profesor de geografía de la Universidad de Franche-Comté, en Francia, y glaciólogo, dijo a la AFP el 28 de noviembre de 2022: "No existe un vínculo causal directo entre un evento meteorológico único [como la capa de nieve medida al comienzo del invierno], incluso si dura hasta la primavera, y las tendencias de largo plazo del cambio climático, que se miden en una escala plurianual".
Marie Dumont, directora del Centro de Estudios de la Nieve del Centro Nacional de Investigaciones Meteorológicas de Francia, explicó el 29 de noviembre de 2022 “que las nevadas son muy variables de un año a otro” y que “un año con mucha nieve no significa que el calentamiento global se haya detenido”.
“Si bien podemos tener un año con mucha nieve en un contexto de calentamiento global, sabemos que, según las tendencias observadas durante varias décadas, hay una disminución en la capa de nieve promedio, lo que no significa que haya una disminución todos los años", agregó.
Por su parte, Karl Rittger, investigador del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de la Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, señaló: “Como muestran las mediciones de CO2 presente en la atmósfera, este no ha disminuido: ha ido aumentando año con año desde el inicio de la medición”.
Ese incremento se puede observar en la Curva de Keeling, una gráfica que traza la evolución de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera desde 1958 con base en mediciones continuas realizadas en el Observatorio de Mauna Loa, en Hawái.
Disminución de la capa de nieve
El artículo de Severe Weather Europe, que se difunde en algunas entradas viralizadas, se basa en un gráfico del Laboratorio Global de la Nieve de la Universidad Rutgers, en Estados Unidos.
Esa imagen compara el nivel de nevadas semanales observado en el hemisferio norte desde agosto de 2022 con los niveles máximos y mínimos observados desde 1966, así como el promedio de nevadas por mes calculado durante este período.
La gráfica muestra que el nivel de nieve a mediados de noviembre de 2022 (coloreado de púrpura) era ligeramente más alto que el nivel máximo observado (en azul).
Sin embargo, el 28 de noviembre de 2022 David Robinson, profesor de la Universidad de Rutgers y director del Laboratorio Global de la Nieve, explicó a la AFP que esos datos deben matizarse teniendo en cuenta las últimas observaciones realizadas en el hemisferio norte:
“La extensión de la nieve a mediados de noviembre estuvo muy por encima de lo normal en los territorios del hemisferio norte. Sin embargo, este ya no es el caso a fin de mes. Por ejemplo, la capa de nieve inicial que se vio en gran parte de América del Norte se ha derretido considerablemente, hasta el punto de que la extensión de nieve de finales de noviembre ha caído por debajo de lo normal”.
Los informes diarios de nieve en el hemisferio norte, disponibles en el portal web del Laboratorio Global de la Nieve, muestran esa variación. El 16 de noviembre de 2022 predominaba la observación de nieve en lugares inusuales para esa fecha del año (púrpura). Pero el 27 de noviembre la tendencia se invirtió y en el mapa prevalece la carencia de nieve en sitios en donde se suele observar (marcado en rojo).
Tendencia a la baja
Rittger, que además gestiona el sitio web de seguimiento diario Snow Today del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos, confirmó el 28 de noviembre de 2022 que en esa fecha la extensión de la nieve se encontraba en “un nivel récord en comparación con años anteriores en la misma fecha”.
Pero aclaró que mientras “algunos lugares” se estaban cubriendo “con más nieve de la habitual”, otros tenía “menos de lo normal”. Además recordó que uno de los impactos del calentamiento global son los “fenómenos extremos” como las nevadas fuertes.
Más allá del incremento puntual de la cobertura de nieve a mediados de noviembre de 2022, Dumont explicó que, “en todos los conjuntos de datos, hay una tendencia a la baja en las últimas décadas en la extensión y masa de la capa de nieve, incluso en otoño”.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), señaló en su informe más reciente, de 2021, que “no hay duda de que la influencia humana ha calentado la atmósfera, los océanos y la tierra”.
En su primer informe anual sobre el estado de los recursos hídricos mundiales, publicado el 29 de noviembre de 2022, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que el derretimiento de los glaciares continuó en 2021 y se aceleró.
“Pase lo que pase este invierno, sea duro o no, no será suficiente para interpretar las tendencias básicas de nuestro clima. Solo el estudio del clima durante un período de tiempo más largo nos da una visión clara de las tendencias en curso, y si este invierno realmente resulta nevado y frío, solo será un respiro temporal en una tendencia de aumento de temperaturas que no se ha negado en las últimas décadas”, dijo Tolle.
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