Personal médico en la zona de cuarentena del centro de Médicos Sin Fronteras en Zomea Kaka, República Centroafricana, el 18 de octubre de 2018 ( AFP / Charles Bouessel)

La viruela del mono no es un efecto adverso de las vacunas contra el covid-19

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 2 de junio de 2022 a las 20:48
  • 5 minutos de lectura
  • Por Ana PRIETO, AFP Argentina
“La viruela de Mono? No!!! El principal efecto de un veneno llamado (vacuna) Covid”, es el mensaje que difunden miles de usuarios en redes sociales, junto a varias fotografías de personas con erupciones en la piel. Pero la afirmación, compartida desde fines de mayo de 2022, no tiene sustento: la viruela del mono se descubrió décadas antes de que se fabricaran las primeras vacunas contra el coronavirus, y estas son incapaces de “generar” la enfermedad.

Las publicaciones comenzaron a circular en Facebook, Twitter y Telegram poco después de que se detectara un brote de viruela del mono en países donde no es una enfermedad endémica, como Portugal, Canadá y Reino Unido.

Para “demostrar” que la infección es un efecto de la vacunación contra el coronavirus, las entradas incluyen seis imágenes de personas anónimas con erupciones en rostro, cuello y miembros.

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Captura de pantalla de una publicación en Twitter hecha el 1 de junio de 2022

Contenido similar también circula en inglés y portugués.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que, al 2 de junio de 2022, han sido detectados más de 550 casos de viruela del mono en una treintena de países, sin notificar muertes asociadas.

¿Qué es la viruela del mono?

La viruela del mono o símica no es una enfermedad novedosa y suele curarse espontáneamente, como ya verificó la AFP. Fue descubierta en colonias de monos en 1958, más de 60 años antes del desarrollo de las vacunas contra el covid-19.

El primer caso en humanos se registró en 1970 en la República Democrática del Congo. Desde entonces, ha habido casos esporádicos en algunas partes del centro y occidente de la selva tropical de África, señala la OMS.

El organismo también explica que “es una enfermedad rara” que se transmite principalmente a las personas por animales salvajes, como roedores y primates.

Sus síntomas son fiebre, dolor de cabeza, inflamación de ganglios linfáticos, dolores musculares y falta de energía. También se presenta a través de manifestaciones cutáneas. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Infectología, los sitios más afectados suelen ser el rostro (en especial boca y ojos), pudiendo extenderse por brazos, piernas y la zona genital.

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Una mujer y su hijo, ambos infectados con viruela del mono, esperan tratamiento en Zomea Kaka, en la región de Lobaya, República Centroafricana, el 18 de octubre de 2018 ( AFP / Charles Bouessel)

Esta enfermedad es causada por un orthopoxvirus de la familia poxviridae. Para que un humano se contagie de otro se requiere un contacto muy estrecho a través de mucosas, heridas, fluidos sexuales y gotas respiratorias de gran tamaño.

Sin relación con las vacunas

"No hay motivos para afirmar que el brote de viruela del mono esté relacionado con las vacunas", explicó a la AFP David Heymann, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas de la London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM).

En efecto, en la base de datos PubMed de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos no hay estudios ni registros que responsabilicen a las vacunas contra el covid-19, u otras vacunas, de la viruela del mono. En cambio, se ha demostrado que el inmunizante contra la viruela común ofrece protección contra la enfermedad.

El infectólogo Román Zucchi, del Sanatorio Sagrado Corazón de la Ciudad de Buenos Aires, dijo a la AFP que no hay “ningún argumento biológico a favor” de la afirmación de que la viruela del mono es consecuencia de las vacunas contra el covid-19. “No es ni probable ni posible. Es imposible”, enfatizó.

El especialista explicó que las plataformas de las vacunas actuales contra el covid-19 no tienen capacidad para “generar” virus, y menos un tipo de virus que no comparte la misma naturaleza que el SARS-CoV-2, que pertenece a la familia de los coronaviridae.

Con él coincidió la viróloga Vivian Luchsinger, académica de la Universidad de Chile, quien aclaró a la AFP: “Las vacunas contra el coronavirus no contienen nada relacionado con la viruela del mono; no hay posibilidad alguna de que una vacuna ‘genere’ esa enfermedad. Además son virus distintos con distribución epidemiológica diferente”.

Publicaciones en redes sociales también vinculan erróneamente el brote de viruela del mono con la vacuna de Oxford/AstraZeneca, que tiene entre sus componentes adenovirus de chimpancé. AFP Factual ya verificó esa desinformación.

Las fotografías de lesiones en la piel

Para Zucchi y Luchsinger, las fotografías que acompañan la desinformación viral no son demostración de nada. AFP Factual realizó búsquedas inversas de las imágenes, que solo condujeron a las entradas viralizadas que las vinculan con la viruela del mono.

“Es difícil dar el diagnóstico clínico de la gente de las fotos”, dijo Luchsinger. “Así como ellos dicen que es viruela del mono podría ser cualquier cosa; no hay certificación de que esas imágenes corresponden a la enfermedad”, zanjó.

“Lo que se ve puede ser cualquier cosa”, coincidió Zucchi. “Y la definición de las imágenes es tan mala que no me atrevo a hacer un diagnóstico alternativo”, añadió.

No obstante, el infectólogo indicó que las lesiones que actualmente se están viendo en pacientes con viruela del mono no presentan la cronología típica de la enfermedad, en la que los primeros síntomas son fiebre y ganglios inflamados, y después erupciones en la piel, típicamente “de arriba hacia abajo”: cuello, cabeza, brazos y piernas.

“A diferencia de la viruela del mono clásica, hoy estamos viendo que hasta que no aparecen las lesiones, los pacientes no se dan cuenta de que están enfermos”, explicó Zucchi, y añadió:

El origen del actual brote de la enfermedad y sus características particulares aún se encuentran bajo estudio.

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