Las vacunas de ARN mensajero contra el covid-19 no inciden en el ADN ni en la fertilidad
- Este artículo data de hace más de un año.
- Publicado el 18 de enero de 2021 a las 20:35
- 8 minutos de lectura
- Por Ana PRIETO, AFP Argentina
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“No son propiamente vacunas. Son sustancias transgénicas. Todo científico que sabe qué es hacer transgénesis, es decir, modificar el genoma de una célula, sabe que esto no es una vacuna”, dice Brandolino, médica legista y referente del grupo “Médicos por la verdad” en Argentina, en un video que ha sido difundido en Facebook (1, 2, 3), Twitter (1, 2, 3) y alojado en sitios web (1, 2, 3).
La mujer afirma que “las dos vacunas inglesas” utilizan ácido ribonucleico para “modificar los genes de la persona que las reciban, y manejar su pensamiento, sus sentimientos, su expresión física”. Agrega que tienen como objetivo una proteína que abunda en los testículos y que, por tal motivo “la mayoría de los varones que las reciban quedarán estériles”.
La secuencia, de poco más de un minuto de duración, fue extraída de una entrevista más larga producida por el canal digital argentino TLV1, “Toda la Verdad Primero”, que suele difundir desinformación y teorías conspirativas. El diálogo con Brandolino tuvo lugar el 29 de noviembre de 2020 en la denominada “Marcha por la vida” en Buenos Aires, una movilización en contra de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que fue aprobada en Argentina un mes después.
Allí Brandolino argumenta que la ley del aborto deja en evidencia que la intención del gobierno es “exterminar al pueblo” y establece una relación directa con las vacunas para prevenir el covid-19 que, según ella, también buscan acabar con la población.
A continuación, la verificación de las principales afirmaciones de Brandolino en el video viral:
1- ¿Las vacunas de ARNm modifican los genes?: Falso
Brandolino argumenta que “las dos vacunas inglesas” tienen “ácido ribonucleico” que modificará los genes.
La médica se refiere a las vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm), pero ninguna es “inglesa”. Al momento hay dos de este tipo aprobadas para prevenir el covid-19: la estadounidense mRNA-1273, de Moderna/NIAID, y la BNT162b2, desarrollada por el laboratorio alemán BioNTech y la firma estadounidense Pfizer. Ninguna estaba disponible en Argentina al 18 de enero.
Estas vacunas son novedosas en tanto utilizan ingeniería genética para generar una respuesta inmunitaria en el organismo, a diferencia de las vacunas tradicionales, que emplean virus atenuados o inactivos, o toxinas inactivadas.
El objetivo de las vacunas de ARN mensajero es lograr que el cuerpo fabrique la proteína “espiga” del SARS-CoV-2, que el sistema inmunológico reconocerá como “extraña”, induciendo una respuesta defensiva. De ese modo las vacunas preparan al sistema inmunológico para atacar al nuevo coronavirus en caso de contagio.
La doctora María Victoria Sánchez, investigadora del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas del argentino Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo, explicó a AFP Factual que, en ese proceso, el genoma no se ve afectado. “El proceso de traducción del código genético en una proteína se lleva a cabo en el citoplasma, no en el núcleo de la célula”, sostuvo Sánchez. “El ARN mensajero no puede ‘meterse’ en nuestro ADN”.
Por su parte, la médica infectóloga de la Universidad de Chile Jeannette Dabanch Peña dijo a la AFP que es “absolutamente falso” que estas vacunas modifiquen nuestros genes: “Solo están diseñadas para que expresen determinadas proteínas y nuestro organismo logre identificarlas y producir las defensas necesarias. Por lo demás, esto es lo que naturalmente hace un virus, y no manipula nuestros genes: expresa proteínas”.
Kenneth Witwer, profesor de patología y neurología molecular y comparativa en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, concuerda: “El ARNm simplemente se traduce en proteína y se degrada rápidamente, sin incidencia en el ADN”, dijo a AFP Factual.
2- ¿Las vacunas son "sustancias transgénicas”?: Falso
Brandolino también asegura que la vacuna es “transgénica” y “hace transgénesis”.
La genetista Gisela Castro, doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina, explicó a AFP Factual que un compuesto transgénico “es un organismo en cuyo ADN se ha introducido un gen extraño, perteneciente a otra especie. Por ejemplo, se inserta un gen de pez en un tomate para mejorar la resistencia de este al frío, modificando así el ADN del tomate”.
“Pero las vacunas no cumplen esa función”, enfatizó Castro. “Las vacunas actúan sobre las células del sistema inmunológico para generar una respuesta de defensa. No se introducen en el ADN de ninguna manera. Si fuera tan fácil modificar el ADN de una persona, estaríamos hablando de un mundo que no sería este; un mundo distópico que no existe”.
Respecto de las vacunas de ARNm, Witwer señaló: “No puedo imaginar ninguna conexión entre las vacunas de ARNm y los organismos genéticamente modificados”.
“Así como una vacuna de ARNm no puede resultar en una modificación genómica de las células expuestas, los organismos transgénicos, como el maíz resistente al gusano de la raíz o la papaya resistente al tizón, no dan como resultado la modificación genética de los animales que los comen”, explicó. “Si nuestras células fueran capaces de asimilar el ARN y el ADN de la dieta, habría una clara evidencia de esto en el genoma humano. Y no hay evidencia de que esto ocurra en absoluto”.
3- ¿Las vacunas de ARNm actúan sobre los testículos?: Falso
Brandolino asegura que el “target” (objetivo, en inglés) de la vacuna es una proteína o enzima que se encuentra en los testículos.
No es la primera vez que la médica realiza tales afirmaciones, que comparte con otros médicos argentinos, como el genetista Luis Marcelo Martínez, cuyas desinformaciones han sido verificadas por AFP Factual (1, 2).
Martínez dice formar parte de la “Junta Argentina de Revisión Científica”; una entidad que no figura en el Registro Nacional de Sociedades y cuya presencia online se reduce a cuentas en redes sociales (1, 2, 3) con poca actividad.
Para afirmar que la vacuna esterilizará a los hombres, Brandolino se basa en un informe que Martínez publicó en julio de 2020, llamado “Cronología Target Vacuna contra COVID-19”. El documento, que no ha sido sometido a revisión por pares ni a ningún otro procedimiento estándar para evaluar la calidad e idoneidad de una publicación científica, dice contener “devastadoras conclusiones sobre el actual desarrollo de la vacuna para el virus SARS-COV-2”.
Allí se afirma que la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) —el receptor que facilita el ingreso del nuevo coronavirus a las células— no se encuentra en el tejido pulmonar sino mayormente en los testículos. También asegura que la vacuna no creará una respuesta inmune contra el nuevo coronavirus sino contra esa enzima, provocando así su inhibición. Esa inhibición, sugiere el documento, volverá infértil a quien se vacune.
Pero la afirmación es falsa.
Además de en los testículos, la enzima se encuentra en los pulmones y otros órganos, como el hígado, los riñones y el corazón. “La ACE2 es una proteína importante en el cuerpo humano y contribuye a funciones vitales como la regulación de la presión arterial”, explicó Witwer, de la Universidad Johns Hopkins, a AFP Factual.
El especialista descartó que las vacunas contra el covid-19 sean capaces de “atacar” a esa enzima y por ende esterilizar a los hombres, como sugieren el informe de la “Junta Argentina de Revisión Científica” y Chinda Brandolino.
“El cuerpo humano tiene sistemas muy robustos para identificar las proteínas ‘propias’ (como el ACE2 humano) y las ‘extrañas’ (como la proteína ‘espiga’ del nuevo coronavirus)”, dijo.
Javier Farina, director del Comité de Infectología Crítica de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, concuerda. “Las vacunas no actúan sobre el receptor ACE2 ni tampoco actúan en las células sexuales masculinas ni femeninas. El objetivo de las vacunas es generar anticuerpos frente al covid-19 a partir de un fragmento del virus”, dijo a la AFP.
Para explicar por qué no es posible “esterilizar” a los hombres a través de estas vacunas, el doctor Nicolás Torres, del Laboratorio de Inmunopatología del IBYME-CONICET, Argentina, propuso un ejercicio de imaginación:
“Supongamos que algún científico muy malévolo diseñara un virus capaz de matar células ACE2. Además de esterilizar a la persona, la mataría, porque la ACE2 se expresa en pulmones, cerebro, células del endotelio vascular, riñón, etc. Es realmente impensable con la tecnología actual poder diseñar una vacuna para matar células del testículo que al mismo tiempo no mataran a todo el resto de células del organismo que expresan ACE2”.
Por último, la inmunóloga Sánchez sostuvo: “No hay bibliografía que avale que la vacuna pueda afectar a la reproducción”.
“Las células que procesan los antígenos de las vacunas —en este caso la proteína ‘espiga’ del nuevo coronavirus— para lograr la respuesta inmune, se llaman células presentadoras de antígenos”, explicó. “Los testículos no son órganos del sistema inmune capacitados para montar la respuesta inmune; las células presentadoras de antígeno se dirigen a los órganos linfoides para esto; no intervienen de ninguna manera con la espermatogénesis”.
Del microchip a la infertilidad
La médica Brandolino ha hecho declaraciones falsas acerca de las vacunas para prevenir el covid-19 a lo largo de la pandemia, pero su discurso acerca de las mismas ha cambiado con el tiempo. En julio de 2020 pasado, en una larga entrevista al canal digital argentino TLV1 —dada de baja por YouTube por violar los términos de uso de la plataforma— en la que aseguraba que las vacunas están dotadas con microchips diseñados por el cofundador de Microsoft, Bill Gates. Según ella, esos microchips actuarían sobre el “ADN cerebral” para “neutralizar” rebeliones y “sentimientos religiosos e idealistas”, y “programar” a las personas para que respondan órdenes de forma automática. Ese programa de control humano, de acuerdo con Brandolino, se llevaría a cabo “mediante antenas 5G”.
En una carta dirigida a los senadores argentinos fechada en octubre de 2020, ya no hacía mención al microchip de Gates ni a la tecnología 5G, sino a las teorías desacreditadas del genetista Martínez.
En conclusión, todas las afirmaciones de Brandolino en el video viral son falsas: las vacunas de ARNm no son una “sustancia transgénica”, no modifican el ADN humano y no tienen capacidad para incidir en la fertilidad de los hombres que la reciban.
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