Estos gráficos de la OMS no demuestran que la gripe “ya no existe”, sino que bajó su incidencia

Dos gráficos de la OMS han sido compartidos en redes sociales desde diciembre de 2020 unas 1.500 veces para demostrar, dicen los usuarios, que la gripe “ha desaparecido”. Según algunos, es porque “comenzó a denominarse COVID_19”, y otros ven un “fraude” en la pandemia del coronavirus. La gripe estacional, sin embargo, no ha desaparecido del todo ni ha sido erradicada. Su baja incidencia a raíz del estallido de la pandemia se explica por las medidas de protección para no contagiar el coronavirus y las restricciones de movilidad y reunión, según las autoridades sanitarias y expertos.

“A comienzos de abril del año 2020, la gripe desapareció del mundo (comenzó a denominarse COVID_19)”, sentencia esta entrada, mientras esta otra se plantea “YA NO EXISTE LA GRIPE?”. Otras publicaciones destacan que el gráfico es una “ESTADÍSTICA OFICIAL DE LA OMS” y hay quien dice: “Esto evidencia el fraude!!!”.

Una gráfica similar, también atribuida a la Organización Mundial de la Salud (OMS) pero abarcando diferente período de tiempo, circuló en francés, mientras que en inglés fue compartida la misma escala, aunque centrada en Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook, realizada el 15 de abril de 2021

En las entradas virales aparecen sobreimpresas las palabras “Grippe” y los años “2019” y “2020”, y abajo a la derecha se lee: “Quelle: WHO”. “Grippe” y “quelle” son palabras francesas para “gripe” y “cuál” o “qué”. El resto del gráfico está en inglés y como marca de agua se distinguen las siglas GISRS, que corresponden en inglés al Sistema de Respuesta y Vigilancia Global de la Influenza.

Los gráficos, por tanto, son reales y proceden de la OMS (WHO en inglés, como aparece en la esquina inferior derecha de la tabla viral). La OMS ofrece esta herramienta para consultar el número de casos de los tipos y subtipos de virus de la gripe (H1, H3, H1N1, H5…) basándose en los datos del GISRS.

Las curvas de evolución compartidas en español son las de las 52 semanas de 2019 y las de 47 semanas en 2020, a escala mundial, esto es, hasta noviembre, poco antes de que se empezara a compartir la tabla en español. Los inviernos boreales de esos años registraron un pico de casos de gripe. A finales de marzo de 2020, sin embargo, cuando la primera ola del nuevo coronavirus alcanzó Europa, la cifra bajó drásticamente.

Esto despertó las sospechas de algunos internautas, que hablaron de “fraude” o de que en abril de 2020 “la gripe desapareció del mundo (comenzó a denominarse COVID_19)”.

Sospecha habitual, pero infundada

Sin embargo, la afirmación de que la gripe “ha desaparecido” a raíz de la pandemia del covid-19 es engañosa.

Con la misma herramienta de la OMS, eligiendo como período aproximadamente el otoño-invierno boreal (esto es, desde la semana número 40 de 2020 a la duodécima de 2021), aparecen entre 200 y 400 casos de virus de la gripe cada semana en todo el mundo. Con una ampliación temporal, desde la décima semana (inicios del mes de marzo) de 2020 a mediados de abril de 2021 (semana número 14), se aprecia la fuerte disminución de casos, aunque en marzo de 2020, ya con el coronavirus circulando en varios países, había una alta incidencia gripal.

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Captura de pantalla, realizada el 16 de abril de 2021, del gráfico de la OMS seleccionando desde la semana 40 de 2020 a la número 12 de 2021
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Captura de pantalla, realizada el 16 de abril de 2021, del gráfico de la OMS seleccionando desde la semana 10 de 2020 a la número 14 de 2021

 

 

La gripe no ha desaparecido, por tanto. Y además, no es lo mismo que el coronavirus. Ambas son enfermedades respiratorias contagiosas causadas por virus, comparten varios síntomas y se transmiten de manera similar. Pero las diferencias son importantes, en especial en lo referido a incidencia, mortalidad y tratamientos disponibles.

El doctor Nicolás Torres, del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, descartó la pertinencia de comparar ambas enfermedades y dijo que “provienen de dos familias de virus totalmente distintas y su mortalidad es distinta también”.

Frédéric Altare, especialista en inmunidad del centro de investigación Inserm, en Francia, concuerda: “En cuanto a las complicaciones, la gripe está muy por debajo, aunque también hay infecciones respiratorias agudas en algunos casos”. “El covid-19 es mucho más grave que la gripe, no es una 'gripecita' como se había dicho en un principio. Y esto no es una hipótesis: es lo que observamos en cuidados intensivos”, explicó a la AFP.

Además, debido a la intensa afluencia de pacientes graves en los hospitales, el covid-19 genera el riesgo de saturación de los sistemas sanitarios, algo que no sucede con la gripe.

Pero, ¿por qué han caído en picado los casos de gripe?

Aunque no haya desaparecido la gripe, sí ha bajado drásticamente su tasa de incidencia. 

Expertos de la OMS y del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) aseguran que la propia protección individual frente al coronavirus (gestos como el uso de mascarilla o higiene de manos) y las restricciones de movilidad y reunión de los países para frenar la pandemia del covid-19 han limitado la circulación de los otros virus.

El informe de vigilancia de la gripe en Europa destaca, en uno de sus boletines de marzo de 2021, que “la epidemia de gripe en Europa normalmente ha alcanzado su pico y comienza a bajar en estas fechas, pero, pese a los rastreos generalizados de la gripe, la actividad ha permanecido en un nivel muy bajo durante toda la temporada, probablemente por el impacto de las medidas de salud pública y distancia social puestas en marcha para reducir la transmisión del SARS-CoV-2”.

“La gripe ha bajado drásticamente -como el resto de virus respiratorios u otros patógenos aéreos- por las mismas medidas que tenemos contra el SARS-CoV-2: mascarillas, distanciamiento, higiene y ventilación”, coincidió el virólogo español José Antonio López Guerrero, profesor de Microbiología en la Universidad Autónoma de Madrid.

En España, por ejemplo, el informe del 29 de marzo al 4 de abril del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE), muestra que la afección ha bajado considerablemente en el país (y en el resto de Europa), pero no ha desaparecido.

Sigue la nota del SVGE: “La disminución generalizada de la circulación de virus gripales se ha observado a nivel mundial (...) De momento persisten los bajos niveles de actividad gripal, lo que podría deberse a las medidas de control y distanciamiento social que siguen en vigor para el control de la pandemia”, concluye el comunicado, aclarando que “otros factores pueden haber contribuido”.

Igual que el SARS-CoV-2, el virus de la gripe se transmite en gran parte por las gotas de saliva al hablar, lo que se evita con el uso de mascarilla, generalizado ahora para frenar los contagios del primero. El lavado de manos, saludar sin contacto físico, el cierre de lugares públicos y haber evitado reunirse con personas de riesgo son otros factores que han limitado la circulación de la gripe y otros virus estacionales. Además, los cierres fronterizos y la reducción del tráfico aéreo mundial por la pandemia han reducido la importación de la gripe por los viajeros de un país a otro.

En la misma línea, el artículo “Cómo el covid-19 está cambiando la temporada de resfriados y gripe”, publicado en la revista Nature, relata que el virus de la influenza y otros virus que causan síndromes respiratorios se han visto afectados por la respuesta a la pandemia: “El mosaico de respuestas destinadas a combatir la pandemia (...) también ha tenido un gran impacto en otras enfermedades respiratorias comunes”, se lee.

“El impacto de la pandemia” provocó “cambios en la incidencia de otras infecciones”, destaca el Comité Asesor de Vacunas español. “Cabe destacar la reducción drástica de la frecuencia de aparición de las infecciones respiratorias y las sistémicas que se transmiten por vía respiratoria. Son los casos de la bronquiolitis por VRS, la gripe, las infecciones neumocócicas y la enfermedad meningocócica invasora (EMI)”, señala.

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Una enfermera vacuna contra la gripe a una residente de un centro para personas mayores de Bozouls, en Francia, el 14 de octubre de 2020 (Lionel Bonaventure / AFP)

Pese a todo, el virus de la gripe sigue evolucionando y las cepas son diferentes cada año, por lo que la composición de la vacuna contra la gripe se actualiza siguiendo las recomendaciones de la OMS. 

Esta vacuna es “la mejor medida preventiva (...) en grupos recomendados de vacunación”, afirma el SVGE. “Este año se están consiguiendo coberturas de vacunación antigripal mucho más altas que en temporadas previas”, sigue el texto citado, aunque “los cálculos de la efectividad y el impacto de la vacuna estacional cada año no son posibles hasta bien entrada la temporada”, insiste la organización española.

La emergencia afectó a la vigilancia

También hay que tener en cuenta que, dada la emergencia de la pandemia de covid-19 desde principios de 2020, los sistemas sanitarios nacionales han tenido problemas para la vigilancia de la gripe.

Según el SVGE, “la emergencia de COVID-19 durante febrero y marzo de 2020 produjo una distorsión de estos sistemas de vigilancia”, tanto en atención primaria como en hospitales, “afectando profundamente a su funcionamiento en todas las comunidades autónomas”. “Esta distorsión continúa al inicio de la temporada de gripe 2020-21, lo que obliga a replantear y adaptar la vigilancia de la gripe", dice el SVGE. El SVGE explica cómo la pandemia “generó una disrupción de la atención médica y la capacidad de la realización de pruebas” en Europa, “que afectó negativamente en la notificación de datos epidemiológicos y virológicos al final de la temporada 2019-20”. No hay datos actualizados aún de 2020-21.

Exceso de mortalidad en 2020

La OMS y los expertos insisten en que el covid-19 es más letal que la gripe.

En la temporada de gripe de 2017-18, el número de fallecidos por gripe en España llegó a 15.000, con unos 700.000 casos leves y 52.000 con hospitalización. De acuerdo con datos publicados por la OMS, las muertes anuales por influenza se estiman entre 290.000 y 650.000 en todo el mundo.

Por su parte, el número de fallecidos por coronavirus en España desde que se detectó el virus supera 76.800 al 15 de abril de 2021, con más de 330.000 hospitalizaciones y cerca de 3,4 millones de casos, si bien la temporada de gripe como tal es estacional y el coronavirus no.

En España, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) destacó dos períodos de exceso de mortalidad, aunque no distinga las causas, en su último informe de 2020, algo que también destacó el SVGE en el informe antes mencionado.

Poco más de un año después de que la OMS declarase la pandemia de covid-19, las muertes globales superaban los 2.974.000, según un balance de la AFP, basado en fuentes oficiales.

Varios artículos de AFP Factual ya verificaron que la gripe, con menor incidencia que el covid, sigue existiendo en el mundo (1, 2, 3).

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