Es falso que el prospecto de la vacuna Gardasil 4 advierta que causa enfermedades autoinmunes
- Publicado el 23 de octubre de 2024 a las 20:50
- 7 minutos de lectura
- Por Sofia BARRAGAN, AFP Argentina
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“En el propio prospecto de la vacuna Gardasil 4, laboratorio Merck habla de que una de cada 40 niñas, de las jóvenes utilizadas para experimentar la vacuna, sufrieron efectos adversos y en muchos casos quedaron con enfermedades autoinmunes para el resto de su vida”, dice Brandolino en la grabación de un minuto y medio.
La médica también sostiene que la vacuna Gardasil 9 posee más aluminio que la Gardasil 4 y que este componente “peligroso” es una de “las principales causas de autismo”. Además, dice que en el prospecto de esa vacuna figura como efecto adverso “la muerte”.
El video circula en X, Facebook, Instagram y Telegram, donde acumula más de 9.000 vistas.
Brandolino, médica legista de La Plata, provincia de Buenos Aires, fue una de las referentes de “Médicos por la Verdad Argentina”, una agrupación conformada a mediados de 2020 por médicos de distintas disciplinas que se oponían a la “narrativa oficial” acerca del covid-19.
La AFP ya ha verificado en numerosas oportunidades las afirmaciones falsas de Brandolino respecto de temas de salud (1, 2, 3).
¿Qué es el Virus del Papiloma Humano?
El VPH es un grupo de más de 200 virus, de los cuales 15 están relacionados con cáncer de cuello uterino, de vagina, de vulva, de ano y orofaríngeo (parte posterior de la lengua, paladar, garganta y amígdalas), y se transmiten por vía sexual.
En un artículo del 4 de octubre de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) detalló que “más del 95% de los 660.000 casos de cáncer de cuello uterino que se producen cada año en todo el mundo son causados por el VPH”. “Cada dos minutos, una mujer muere a causa de esta enfermedad prevenible en todo el mundo, y el 90% de estas muertes se producen en países de ingreso bajo y medio”, se lee en la nota.
En los Lineamientos Técnicos y Manual de Vacunación contra el VPH de 2024 del gobierno argentino, se detalla que en el país el cáncer cervicouterino (CCU) “es el tercer tipo de tumor más frecuente en mujeres, y el cuarto que más muertes causa en esta población” y que se estima que cada año “4.500 nuevas mujeres son diagnosticadas y más de 2.100 fallecen a causa de esta enfermedad”.
En Argentina la vacuna es obligatoria para niños y niñas de 11 años, ya que ha demostrado “una mayor eficacia inmunológica al ser aplicada entre los 9 y 13 años, antes del contacto con el virus”.
Tanto el Instituto Nacional del Cáncer (NIH) de Estados Unidos como la Sociedad Americana contra el Cáncer destacan la importancia de la vacuna contra el VPH ya que, acompañada por pruebas de detección cervical, ofrece la máxima protección contra el cáncer de cuello uterino. Además, inmunizarse ayuda a disminuir el riesgo de formación de cánceres por papiloma humano en otras zonas del cuerpo.
La vacuna no produce enfermedades autoinmunes
Brandolino asegura que el prospecto de la vacuna Gardasil o Gardasil 4 advierte que “una de cada 40” mujeres que participaron en los ensayos clínicos de la vacuna “quedaron con enfermedades autoinmunes para el resto de su vida”. Pero esto es falso.
En las indicaciones de la inmunización, disponibles en el sitio oficial de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), no aparece esa advertencia ni observaciones semejantes en los resultados de las pruebas que se realizaron antes de aprobar la vacuna.
Para “probar” sus dichos, Brandolino muestra en el video una tabla extraída de la página ocho del instructivo, con casos de pacientes que informaron afecciones, comparando al grupo de mujeres que recibió la vacuna con el que recibió un placebo.
“El cuadro explica que no existe diferencia en la incidencia de enfermedad autoinmune entre aquellas personas que se vacunaron con la vacuna Gardasil y aquellas que se vacunaron con el placebo (control/solución salina), que es un 2,3 % en ambas”, aclaró a la AFP la doctora María Victoria Sánchez, investigadora del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas de IMBECU-CCT-CONICET, Argentina.
El documento no indica que las afecciones hayan sido atribuidas a la vacuna.
Gardasil 4, diseñada por el laboratorio alemán Merck fue aprobada por la FDA en 2006 para mujeres de entre nueve y 26 años. La inmunización protege contra cuatro tipos de VPH, a diferencia de la Gardasil 9, que protege contra nueve y fue aprobada en 2014.
Los efectos adversos más frecuentes de ambas inmunizaciones (1, 2) son dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, fiebre, náuseas y mareos. En ningún caso se menciona el autismo como efecto adverso, como asegura la médica.
No hay relación entre el aluminio y el autismo
Brandolino afirma que la vacuna Gardasil 9 contiene más aluminio que la Gardasil 4 y que este componente “causa autismo”.
Si bien, al comparar ambos prospectos se puede observar que la Gardasil 9 contiene 500 microgramos de sulfato de hidroxifosfato de aluminio, mientras que la Gardasil 4 contiene 225, el componente no causa autismo. Este compuesto es un adyuvante que se utiliza en varias vacunas para aumentar la respuesta inmunitaria.
Sánchez confirmó que “la dosis de aluminio en la vacuna de Gardasil es segura y similar a otras vacunas como la de hepatitis B o la triple bacteriana. La FDA considera segura una dosis hasta 850 microgramos”. Además, sostuvo que la exposición a este componente “a través de las vacunas es muy baja y de liberación lenta, por lo que los niveles no se consideran perjudiciales y nuestro cuerpo tiene la capacidad de eliminarlo”.
La creencia de que las vacunas, o algún componente de ellas, pueden causar autismo, se originó en un estudio de 1998 que fue desmentido y retirado por fraude. Desde entonces, se han realizado numerosas investigaciones exhaustivas que no han encontrado ninguna relación entre las vacunas y los trastornos del espectro autista.
Sánchez dijo a AFP Factual que “tanto las enfermedades autoinmunes como el autismo dependen de factores biológicos multifactoriales y su aparición no se puede atribuir a una sola causa”. También observó que, debido a que estas afecciones son diagnosticadas en niños o adolescentes “resulta tentador correlacionarlas con las vacunas”.
¿“Muerte” como efecto adverso?
Brandolino también afirma que el instructivo de la vacuna Gardasil indica la “muerte” como efecto adverso, y muestra como evidencia un extracto de la página 10 en el que se lee “death”, en inglés. Pero se trata de registros “comunicados espontáneamente” por personas tras la aprobación de Gardasil, y cuya causalidad no fue probada.
“No es posible estimar de forma fiable su frecuencia o establecer una relación causal con la exposición a la vacuna”, dice el documento.
Durante los ensayos clínicos de la vacuna Gardasil 4, que se extendieron por siete años, se notificaron 40 muertes, pero ninguna estuvo relacionada con el estudio. Entre las causas se incluye accidente de tráfico, sobredosis de drogas/suicidio, herida de bala, entre otras.
En el prospecto de la vacuna Gardasil 9 se consigna que 10 personas fallecieron durante los ensayos clínicos, pero ninguna muerte estuvo relacionada con el estudio. Entre las causas se incluye un suicidio, un accidente de automóvil y un caso de leucemia linfocítica aguda.
La Sociedad Americana contra el Cáncer señala que las vacunas contra el VPH son seguras y fueron “probadas en miles de personas alrededor del mundo antes de ser aprobadas” por los organismos de salud, además de que “siguen siendo monitoreadas constantemente por seguridad”. A día de hoy, la inmunización contra el virus del papiloma humano ha sido incluida en el calendario de más de 100 países.
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