El pasaporte de salud de la Alemania nazi no es comparable con el pase sanitario por covid-19

Las imágenes de dos documentos de la Alemania nazi con la afirmación de que son un “pasaporte del ancestro” y un “pasaporte sanitario”, y que se comparan con el pase de las personas vacunadas contra el covid-19, se han compartido más de mil veces en redes sociales al menos desde el 26 de octubre de 2021. Estos documentos existieron, pero, como explicaron especialistas a la AFP, no son comparables con las medidas sanitarias que tomaron algunos países a raíz de la pandemia del coronavirus.

El partido NAZI introdujo el “Ahnenpaß” (pasaporte del ancestro) y el “Gesundheitpaß” (pasaporte sanitario). Solo así se podía acceder a museos, edificios públicos, teatros, escuelas y lugares de trabajo”, dicen publicaciones en Facebook (1, 2, 3, 4), Twitter (1, 2, 3) Telegram y una versión similar en Reddit.

Con qué rapidez todos olvidan, o tal vez nunca lo supieron… ¡No dejemos que la historia se repita!”, agregan las entradas.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook realizada el 1 de diciembre de 2021


A través de una búsqueda inversa en Google, se encontró que una de las imágenes que aparece en casi todas las publicaciones es la misma que se halla en este sitio web. El documento, de 1937, lleva el nombre de Elise Dietz, de apellido de soltera Leupold.

Pase sanitario de la oficina principal para la salud del NSDAP”, se lee en alemán. Luego se listan los datos personales de quien lo porta. NSDAP significa Partido Nacional Socialista Obrero Alemán.

¿Qué era el Gesundheitpass?

El Gesundheitspass, certificado de sanidad o pasaporte sanitario, no fue creado por los nazis, explica el historiador brasileño Luís Edmundo de Souza Moraes, especialista en temas vinculados al Holocausto.

"El inicio de la adopción [del certificado sanitario] tiene que ver con viajes”, explicó de Souza Morales, quien sostuvo que “en algunos países, en el siglo XIX, se utilizaba una carta para esto. Si una persona necesitaba viajar y venía de una zona con algún tipo de epidemia, el gobierno le entregaba una carta en la que decía que estaba sano”.

El doctor en Historia Emmanuel Kahan, director del Núcleo de Estudios Judíos del Instituto de Desarrollo Económico y Social de Argentina, explicó a la AFP que el Gesundheitspass no es comparable con el pasaporte sanitario que algunos países implementaron como una de las medidas para intentar frenar la circulación del virus SARS-CoV-2, que causa el covid-19. Los pasaportes sanitarios usados durante la Alemania nazi "entendían lo sanitario de un modo distinto al que se le promueve hoy", aseguró Kahan.

El pase sanitario implementado en 2021 incluye un código que indica si la persona tiene la vacunación completa contra el covid-19. En Francia es obligatorio desde el 9 de agosto de 2021 para acceder a ciertos lugares públicos y realizar determinadas actividades. El documento se exige, por ejemplo, para entrar a un bar o un restaurante o viajar en aviones y trenes de larga distancia. También este pase sanitario se implementó de distintas formas en Argentina, Brasil e Italia.

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Los visitantes presentan su llamado "Pase Verde" para ser verificado en la entrada del monumento Altare della Patria en Piazza Venezia el 5 de diciembre de 2021, en Roma. ( AFP / Vincenzo Pinto)

Los actuales debates sobre un ‘pasaporte sanitario’ tienen lugar en otro contexto: una pandemia. En este sentido, su utilidad radica en una crisis sanitaria global; no se propone excluir o quitar derechos de ciudadanía por el carácter étnico, religioso, cultural o nacional de un grupo sino, por el contrario, poder establecer criterios de cuidado y salvaguarda sobre el conjunto de las poblaciones”, destacó Emmanuel Kahan.

¿Qué era el pasaporte de ancestros?

A diferencia del Gesundheitspass, o pasaporte sanitario, el Ahnenpaß, o pasaporte de ancestros, sí fue un documento que se utilizó exclusivamente durante la Alemania nazi. “El pasaporte fue el artefacto ejemplar de la extraordinaria ambición de los nazis de moldear de nuevo a los alemanes en un conjunto racial puro y segregar a los judíos y forzarlos a abandonar el país”, explica Peter Fritzsche en el libro “Vida y muerte en el Tercer Reich”.

Hacia 1936, los alemanes habían comenzado a preparar su pasaporte racial (Ahnenpass), que se compraba en una papelería, pero un notario tenía que certificar los nacimientos, matrimonios y muerte de los abuelos, padres e hijos con el fin de probar la identidad aria en la que se fundaba la ciudadanía”, indica Fritzsche.

El Ahnenpass, algo así como certificado de ascendencia o certificado genealógico -literalmente: pasaporte genealógico-, fue un documento creado durante el III Reich a partir de iniciativas anteriores para producir ‘Cuadernos genealógicos’ donde se registraban los antepasados del portador”, explicó a la AFP Luís Edmundo de Souza Moraes.

La gran mayoría de los alemanes proporcionaron pruebas ancestrales o tenían un Ahnenpass o Ariernachweis, el pasaporte racial que se volvió cada vez más indispensable para ganarse la vida en la Alemania nazi”, apunta Fritzsche en este análisis de “The Nazi Ancestral Proof: Genealogy, Racial Science, and the Final Solution”, obra del historiador Eric Ehrenreich, de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos.

Estas disposiciones se sustentaron en las Leyes de Nüremberg, sancionadas en 1935, que fueron acompañadas por distintas medidas restrictivas durante todo el período del régimen nacionalsocialista, hasta 1945. Estas normativas incluían la imposibilidad de acceder a ciertos empleos, la obligación de desprenderse de bienes muebles e inmuebles, la prohibición de estudios o circulación por determinados espacios, etc.”, contó el historiador Emmanuel Kahan.

Michel Gherman, historiador brasileño y coordinador del NIEJ (Centro Interdisciplinario de Estudios Judíos) del Instituto de Historia de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, explicó por qué considera que el Ahnepass y los actuales pases sanitarios no son comparables: “El objetivo final de la Alemania nazi, creo que ese es el punto, es exterminar grupos, no salvar grupos. Esto tiene una dimensión de negación del Holocausto. Estamos hablando de muerte, estamos hablando de genocidio, estamos hablando de exterminio, no estamos hablando de proteger a otros, entonces no hay comparación”, sostuvo.

Gherman advirtió además: “Hay que tener mucho cuidado porque al entrar en este debate se entra en el siguiente punto de relativización del nazismo”.

A nivel mundial, algunos grupos de personas que se oponen a la vacunación contra el covid-19 han comparado en varias oportunidades las políticas sanitarias para luchar contra la pandemia con planes de genocidio o exterminio de la población. Varias de estas afirmaciones ya fueron verificadas por la AFP (1, 2, 3).

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