La miocarditis y la pericarditis no son dolencias “incurables” e “irreversibles”
- Este artículo data de hace más de un año.
- Publicado el 17 de diciembre de 2021 a las 16:50
- 7 minutos de lectura
- Por Adrià LABORDA, AFP España
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“Riesgo de padecer una enfermedad que es incurable e irreversible. Las células dañadas del corazón son de por vida”, asegura el mensaje sobreimpreso en el documento que lleva el logotipo de la Generalitat valenciana y que está fechado el 9 de diciembre de 2021. El texto de esa comunidad autónoma española se refiere a la vacunación infantil contra el covid-19, y menciona que “muy raramente se han descrito miocarditis o pericarditis asociadas a la vacunación”.
La misma captura de pantalla se ha compartido decenas de veces en Facebook (1, 2) y en Twitter. Contenido similar circula también en catalán.
Vacunación infantil contra el covid-19
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó el 25 de noviembre la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el coronavirus para los niños de entre cinco y once años, una franja de edad que registraba las tasas más altas de incidencia de contagios de covid-19 en Europa en diciembre de 2021.
España, que cuenta con 3,3 millones de menores en esa franja etaria, empezó a administrar el pasado 15 de diciembre a los menores de 12 años la versión adaptada de las vacunas Comirnaty (Pfizer/BioNTech), con una dosis inferior a la habitual y con un intervalo entre inoculaciones de al menos ocho semanas. Otros países europeos se sumaron a la campaña de inmunización infantil ese mismo día.
“La presentación pediátrica de la vacuna Comirnaty (Pfizer/BioNTech) ha mostrado una eficacia frente a COVID-19 sintomático del 90,7% en los ensayos clínicos con niños y niñas entre 5 y 11 años”, aseguró la Comisión de Salud Pública española.
“La vacunación en la población infantil disminuiría la carga de enfermedad en este colectivo y puede disminuir la transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y en la comunidad”, se argumenta en el mismo documento.
Por su parte, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) también emitió un comunicado el 1 de diciembre de 2021 en el que recomendaba la ampliación de la vacunación para todos los niños de entre cinco y once años.
Documento de la Generalitat valenciana
La captura de pantalla viralizada muestra una hoja informativa oficial del Gobierno valenciano donde se exponen los “beneficios de la vacunación”, las “reacciones adversas o efectos secundarios” y los procedimientos a seguir en caso de sufrir una reacción adversa a la vacuna contra el covid-19.
En el apartado del documento sobre los efectos secundarios se lee: “Como todos los medicamentos, las vacunas pueden causar efectos secundarios. En el caso de presentarse, son generalmente leves o moderados y tienen una duración aproximada de 2 o 3 días. Entre estas reacciones, se incluyen: sensibilidad, dolor e inflamación en la zona de inyección, fatiga, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, fiebre o escalofríos, diarrea y náuseas. Muy raramente se han descrito miocarditis o pericarditis asociadas a la vacunación”.
En efecto, la miocarditis, una inflamación del músculo cardiaco, y la pericarditis, una inflamación de la capa exterior que recubre el corazón, fueron identificadas como efectos secundarios raros de las vacunas de ARN mensajero contra el covid-19, como las de Pfizer y Moderna, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes de sexo masculino, como señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la EMA y la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa), entre otros organismos.
El contenido viralizado señala que la miocarditis y la pericarditis son enfermedades “incurables e irreversibles” y que “las células dañadas del corazón son de por vida”.
Sin embargo, los CDC afirman en su web: “La mayoría de los pacientes con miocarditis o pericarditis que recibieron atención respondieron bien a los medicamentos y al descanso y se sintieron mejor rápidamente”.
Consultado por AFP Factual, Valentí Pineda, pediatra infectólogo de la Corporación Sanitaria Parc Taulí de Sabadell, en Barcelona, y experto en vacunas, dijo que ambas “suelen ser enfermedades que se curan en la mayoría de casos. Durante los primeros días, en algunas ocasiones podrían precisar estabilización en la UCI [Unidad de Cuidados Intensivos], pero la evolución es casi siempre favorable”.
Sobre las miocarditis y pericarditis derivadas de la vacunación, Antoni Bayés, jefe de cardiología del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona (este de España), dijo a la AFP que son “muy infrecuentes, benignas y reversibles” y “se curan en pocos días sin padecer secuelas”.
“No es cierto que la miocarditis y la pericarditis sean enfermedades incurables de por vida”, aseguró a AFP Factual el pediatra e investigador ICREA del Instituto de Salud Global de Barcelona Quique Bassat. “Las miocarditis pueden ser leves, pueden ser autolimitadas y se pueden curar de forma definitiva”, continuó Bassat.
“En general, tanto las miocarditis como las pericarditis que se han visto derivadas del uso de vacunas de ARNm han sido casi todas leves y autolimitadas” y éstas patologías “se pueden curar de forma definitiva”, dijo a la AFP el pediatra e investigador de ISGlobal.
Además, “la causa más frecuente de pericarditis y miocarditis son las infecciones virales”, recordó Bassat.
Según las declaraciones de Pepe Serrano, pediatra de atención primaria y miembro de la junta directiva de la Sociedad Catalana de Pediatría, a AFP Factual, la miocarditis y la pericarditis a consecuencia del covid “tienen peor diagnóstico y son más longevas que las derivadas por la vacuna, que aparecen con una frecuencia muy baja, es autolimitada y de buen pronóstico”.
En la misma línea, un estudio publicado en diciembre del 2021 por la revista científica Nature Medicine señaló que la miocarditis provocada por el covid-19 es mucho más frecuente que la miocarditis derivada de la vacuna.
“A pesar de que en grupos de población de adolescentes y adultos jóvenes se han descrito algunos casos de miocarditis y pericarditis, en niños de menos de doce años, como la dosis de la vacuna es una tercera parte de la dosis utilizada en adultos, no se han descrito miocarditis ni pericarditis y, por lo tanto, este no es un problema que parezca habitual en este grupo de edad”, argumentó Bassat.
“La aparición de miocarditis y/o pericarditis después de la vacunación frente a la COVID-19 con vacunas de ARNm es una posible reacción adversa conocida, de frecuencia de aparición muy baja y generalmente de buena evolución”, aseguró la Sociedad Española de Cardiología en un comunicado público en octubre de 2021.
En la misma línea, la Sociedad Argentina de Cardiología también concluyó en septiembre de 2021 que los beneficios de la vacunación son “ampliamente superiores a los riesgos de contraer miocarditis”.
“La miocarditis y la pericarditis son enfermedades que se presentan con cierta frecuencia en la población independientemente de la vacunación y su curso es habitualmente benigno”, reportó la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) el pasado 9 de diciembre.
Hasta el 30 de noviembre de 2021, en España se habían registrado 229 notificaciones de miocarditis y/o pericarditis tras recibir la vacuna de Pfizer-BioNTech y 80 notificaciones tras la administración de la de Moderna. A esa misma fecha, se habían aplicado en España más de 51 y 9 millones de dosis, respectivamente, según el informe de la AEMPS. Además, la mayoría de efectos secundarios reportados son leves, como dolores en la zona del pinchazo o fiebre.
Los supuestos efectos secundarios de las vacunas contra el coronavirus han sido foco de desinformación en varias ocasiones. Algunas de las aseveraciones ya han sido verificadas por AFP Factual (1, 2, 3).
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