La ONU no decretó un plan para implantar chips en las personas para 2030 vinculado al covid-19

“ONU pretende implantar chip en personas para Nuevo Orden Mundial. Para el 2030 la Organización de las Naciones Unidas prevé implantar un chip a toda la humanidad donde se almacenará la información de cada ser humano, como una medida frente al Nuevo Orden Mundial que pretende establecer”, señalan las publicaciones en Facebook (1, 2, 3) y Twitter.

Algunas entradas compartieron el mismo mensaje en Facebook (1, 2, 3) asegurando que, como parte de ese plan, “los científicos han cultivado enfermedades, como el virus del Coronavirus COVID-19, con el objetivo que las personas se vacunen, ello viéndolo común, para en su momento obligarlos a que se sometan a la implantación del microchip”.

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Captura de pantalla realizada el 7 de octubre de 2021 de una publicación en Facebook

Las entradas, que citan a supuestos voceros de la ONU, agregan que la información que recibirán esos chips de cada ser humano “será almacenada en un banco de datos universal localizado en Ginebra, Suiza” como parte de “un nuevo programa”.

El texto difundido agrega que para tal fin “la organización ha puesto en marcha este proyecto para empezar por los refugiados que están llegando a Europa. El sistema de recogida facial, el iris, los datos biométricos, las huellas dactilares, se ha establecido como la única documentación social para los refugiados”.

Pero un mensaje similar, que circula desde 2015 y posteriormente con variantes como la captura de pantalla de un supuesto periódico, ya ha sido verificado por AFP Factual.

Al realizar diferentes búsquedas en Google de las palabras clave “ONU”, “microchip”, “2030” e “implantar”, se encontraron varios artículos en sitios web (1, 2) que citan como fuente del mensaje viral “un informe de FindBiometrics.com”, una plataforma de información sobre identificación biométrica y sistemas de verificación de identidad.

Uno de los resultados incluye un enlace al reporte titulado “Banco Mundial y Accenture se pronuncian por identificación universal”. En él, se menciona un proyecto en el que Accenture, una consultora internacional de tecnología, colaboró con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

La iniciativa, que comenzó a desarrollarse en 2013 y terminó sus pruebas en 2015, consistió en otorgar “tarjetas de identidad a grupos de personas desplazadas en campos de refugiados en Tailandia, Sudán del Sur y otros lugares”, puntualiza la nota de FindBiometrics.

Otro rastreo en Google con las palabras clave “refugiados”, “Tailandia”, “Acnur” e “identidad”, llevó a una publicación de la agencia de la ONU sobre un nuevo sistema de identidad biométrica (BIMS, por sus siglas en inglés) para casi 110.000 refugiados de Birmania en la zona fronteriza de Tailandia en 2015.

En ella se explica que se registraron las huellas dactilares y el iris de cada uno de los refugiados, para almacenar esos datos en una tarjeta de identidad. “Ser capaz de verificar identidades es extremadamente importante y un asunto de dignidad humana”, destacó Acnur en un folleto sobre el tema.

Un documento de Accenture sobre el mismo proyecto añade que este sistema resuelve el problema de “cómo identificar rápido y con precisión a una población constantemente cambiante de personas desplazadas” en los campos de refugiados de Acnur, mediante tecnología de captura y reconocimiento de “huellas digitales, iris y rostro”.

Asimismo, el reporte encontrado en FindBiometrics.com señala que la iniciativa “ofrece esperanza para el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU de hacer llegar la identificación legal a todas las personas del mundo para el año 2030 con su iniciativa de Identificación para el Desarrollo (ID4D)”.

Información sobre la iniciativa ID4D disponible en la web del Banco Mundial (BM) detalla que este objetivo busca ayudar a los países a darse cuenta del potencial transformador de los sistemas de identificación digital.

Sin embargo, ni la información publicada por Acnur ni la difundida por Accenture o el BM mencionan la inserción de chips en personas ni su obligatoriedad.

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Un refugiado procedente de Birmania lava su ropa en un campamento temporal de Acnur en Bangladesh, el 5 de junio de 2015 ( AFP / Ye Aung Thu)

Objetivo 2030

Las publicaciones virales afirman que “de acuerdo con un informe de la Localización de los Datos Biométricos, las autoridades esperan que esta tecnología sea usada por todos los hombres, mujeres y niños del planeta antes del año 2030”.

Una búsqueda en Google con las palabras clave “informe”, “ONU” y “2030” llevó a la web sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que en el punto 16.9 establece: “Para 2030, proporcionar acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el registro de nacimientos”.

Acnur define la identidad jurídica como “las características básicas de la identidad de un individuo, p. ej. nombre, sexo, lugar y fecha de nacimiento, conferidas mediante el registro y la emisión de un certificado por parte de una autoridad de registro civil”.

Diferentes rastreos en los sitios web de la Agenda 2030, de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no mostraron resultados sobre algún plan o declaraciones de voceros de ese organismo internacional relacionadas con implantar microchips en los seres humanos.

Asimismo, las entradas citan a un supuesto científico llamado Michael Snyder, quien habría advertido que “si alguien reniega de este nuevo sistema de ‘identidad legal’ ciertamente él o ella será desclasificado para optar una posición de trabajo, para obtener una cuenta bancaria, obtener una tarjeta de crédito, optar a hipoteca, recibir cualquier prestación”.

AFP Factual halló registro de la cita anterior en un artículo en inglés con la misma desinformación relacionada a la ONU, publicado el 11 de abril de 2015 dando crédito a Michael Snyder. Sin embargo, no es científico, sino autor de varios libros de carácter religioso y político, como lo muestra su perfil en Amazon. Según su cuenta de Twitter, Snyder se describe como: “escritor sindicado a nivel nacional, personalidad de los medios y activista político”.

Sin embargo, una búsqueda por el nombre sí ofrece el resultado de un Michael Snyder científico, responsable del departamento de genética en la Universidad de Stanford.

Covid-19 y vacunas

Una versión del mensaje ha sido difundida desde julio de 2021 vinculándolo con un supuesto plan para cultivar enfermedades, como el covid-19, y con el uso de sus vacunas para normalizar la implantación de microchips en las personas. Sin embargo, se trata de una teoría conspirativa sin fundamento.

El equipo de verificación de la AFP ya ha desmentido diferentes afirmaciones relacionadas con la intención de implantar microchips en personas y su relación con las vacunas contra el covid-19.

Expertos también han sostenido la teoría de que el nuevo coronavirus no fue creado deliberadamente, al contrario de lo que dicen las publicaciones viralizadas. En una carta publicada en febrero de 2020 en la revista The Lancet, varios científicos de diferentes países señalaron que el virus “se originó en la naturaleza”.

A la misma conclusión llegaron científicos de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, tras publicar en 2020 un análisis del genoma del SARS-CoV-2, especificando que “no hay evidencia creíble” de que el nuevo coronavirus fuera creado en un laboratorio.

El origen del virus que causa el covid-19 seguía en estudio en octubre de 2021; sin embargo, un análisis preliminar citado por la revista científica Nature el 16 de septiembre de 2021 aporta “más peso a la hipótesis de que la pandemia se originó en múltiples mercados en Wuhan, China, y haría menos probable la hipótesis de que el SARS-CoV-2 escapó de un laboratorio”.