
Un estudio que relaciona la vacunación con el autismo presenta fallos en la selección de datos y la metodología
- Publicado el 30 de abril de 2025 a las 17:19
- 7 minutos de lectura
- Por Anna HOLLINGSWORTH, AFP Finlandia
- Traducción y adaptación: AFP Perú , Carla DIAZ
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“Estudio ‘impresionante’: los niños vacunados tienen un 170% más de riesgo de padecer autismo”, se lee en gráficas compartidas en Facebook (1, 2).
Los contenidos viralizados llevan a una página con varios artículos científicos, entre los que se incluye el que contiene la misma afirmación, basado en un estudio publicado el 23 de enero de 2025 en la revista Science, Public Health Policy and the Law. Sus autores son Anthony R. Mawson y Binu Jacob.
Publicaciones con una afirmación similar fueron compartidas en sueco.

Este estudio de Mawson y Jacobs se dio a conocer a raíz de que lo mencionara en enero de 2025 Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud estadounidense en el gobierno de Donald Trump.
En el pasado, Kennedy ha sido señalado por difundir afirmaciones falsas y engañosas sobre las vacunas.
Un estudio de UNICEF de 2023 advirtió que, tras la pandemia de covid-19, la percepción pública de la importancia de las vacunas infantiles disminuyó en todo el mundo. UNICEF atribuye el dato a una serie de factores como la incertidumbre sobre las respuestas a la pandemia, la polarización política, la circulación de información engañosa y la disminución de confianza en los expertos.
De acuerdo al documento, en América Latina la vacunación infantil registró el mayor descenso mundial de la última década: uno de cada cuatro niños de la región carecía de vacunas vitales a abril de 2023.
Las causas identificadas por UNICEF son el aumento de la pobreza y desigualdad, así como la falta de confianza en los procesos de inmunización.
Datos y origen del estudio
El estudio mencionado se publicó en la revista ‘Science, Public Health Policy and the Law’, la cual no forma parte de la base de datos de PubMed, que reúne artículos de investigación médica revisados por pares. Tampoco se incluye en Scimago Journal & Country Rank, que mide el prestigio de las revistas científicas.
Además, investigaciones previas de los mismos autores que vinculan las vacunas y el autismo fueron retractadas en dos ocasiones.
La investigación viral fue parcialmente financiada por el Centro Nacional de Información sobre Vacunación, una organización estadounidense calificada como antivacunas, según Media Bias/Fact Check, una base de datos que evalúa de manera independiente el sesgo y la credibilidad de los medios.
Mawson no respondió a la consulta de la AFP a fecha de publicación de esta verificación.
El objetivo del estudio era indagar sobre el vínculo entre las vacunas infantiles y el trastorno del espectro autista, además de otras alteraciones del desarrollo neurológico.
Para ello, los autores analizaron datos de 47.155 niños de nueve años que participaron desde su nacimiento en el programa Medicaid en Florida, el seguro médico más grande en Estados Unidos destinado a personas de bajos recursos.
El estudio lleva a varias conclusiones engañosas, como que los niños vacunados tienen más probabilidades de ser diagnosticados con trastornos del desarrollo neurológico frente a quienes no fueron inmunizados.
La cifra de que los vacunados tienen un 170% mayor riesgo de ser diagnosticados con un trastorno autista, que aparece en las publicaciones virales, viene de una parte del estudio que señala como "1,7 veces más probable" que los niños con una visita médica relacionada con la vacunación fueran diagnosticados con autismo, en comparación con los no vacunados.
Pero Robert Bednarczyk, profesor adjunto de salud global y epidemiología en la Escuela Rollins de Salud Pública de la Universidad Emory en Estados Unidos, dijo a la AFP el 26 de marzo de 2025 que el estudio muestra "problemas metodológicos que ponen en duda el rigor del análisis y, en última instancia, las conclusiones extraídas por los autores".
Problemas con la selección de los datos
Entre los problemas metodológicos señalados por Bednarczyk están la selección de los sujetos a estudiar (los niños) y fallos al analizar los datos.
"Los autores excluyeron a los niños que no estuvieron inscritos de manera continua en Medicaid desde su nacimiento hasta los nueve años. Aunque esto se hizo para intentar tener una comparación 'equitativa' de niños con los datos completos, existen muchos problemas con cómo se hizo y se reportó", explicó Bednarczyk.
Los autores analizaron al 59% de niños que tuvieron al menos una visita relacionada con la vacunación de acuerdo con los registros de Medicaid, y fueron tipificados como ‘vacunados’, pero de los que calificaron como ‘no vacunados’, aquellos que no realizaron las mismas visitas, solo revisaron los datos del 40%, una cifra muy inferior.
Los grupos de la comparación tendrían que haber estado equilibrados. Según Bednarczyk, “tener una diferencia tan grande entre los grupos” de los sujetos estudiados y los excluidos del estudio “puede llevar a diferencias entre la población objeto del análisis y los datos recopilados”.
Comparar las características de los dos grupos podría mostrar cómo el sesgo de selección llegó a afectar a los resultados, agregó.
Además, el modo en que los autores consideran a los menores vacunados también puede comportar errores para el estudio, explicó a la AFP el 20 de marzo de 2025 el pediatra y cardiólogo Frank Han, del Hospital Infantil OSF de Illinois en Estados Unidos.
“Al utilizar registros de Medicaid sin otros métodos de verificación, pueden clasificar como no vacunados a personas que sí estaban vacunadas, pero cuya información no estaba en la base de datos”, es decir, que el estudio no disponía o no proporcionaba información sobre si los menores habían sido vacunados fuera del sistema Medicaid.
También hubo factores no tomados en cuenta
Por otra parte, Bednarczyk destacó las “oportunidades perdidas para un análisis riguroso”, que son múltiples, a su juicio. Por ejemplo, no se tuvo en cuenta cuándo se produjo la vacunación y cuándo el diagnóstico del trastorno del desarrollo neurológico.
No se puede establecer ningún vínculo entre las vacunas y el autismo si estas se administraron luego de su diagnóstico, añadió el experto. Y si hubiera un vínculo, no se podría hablar de posibles riesgos sin información precisa sobre el estado de la vacunación o el diagnóstico.
"La elección de sobre todo niños de nueve años omite el grupo de edad en el que ocurre la mayoría de los diagnósticos de autismo", comentó Han.
Otro problema del documento es que los autores no tienen en cuenta el sesgo que supone la utilización de la atención sanitaria, porque “cuantas más veces te vacunas, más probable es que hayas ido al médico, lo que supone que hay más probabilidad de un diagnóstico de autismo cuando el niño presenta síntomas”, según Han, quien añadió que los adultos “que no confían en los médicos no llevan a sus hijos a chequeos”, con lo que el diagnóstico, si lo hubiere, es más complicado.
Bednarczyk también destacó que el estudio no tiene en cuenta el género de los menores, "lo cual es importante porque hay una mayor incidencia documentada de trastornos del desarrollo neurológico en niños que en niñas".
No hay relación probada entre las vacunas y el autismo
Cabe destacar que años de investigación contradicen al estudio: no existe vínculo entre la vacunación y el autismo u otros trastornos del desarrollo neurológico.
En 2002, un estudio danés encontró que el riesgo de autismo en los niños que recibieron la vacuna contra el sarampión, paperas y rubeola era el mismo que en los no vacunados. Estos resultados fueron confirmados por otro estudio de 2019.
Un estudio de 2013 tampoco encontró “ninguna asociación adversa entre los antígenos recibidos a través de las vacunas durante los dos primeros años de vida y los resultados neuropsicológicos en la infancia posterior”.
Aún no se comprenden todas las causas del autismo, pero la evidencia científica da cuenta de que su origen radica en una combinación de factores genéticos y ambientales.
Referencias:
- Búsqueda de la revista donde se publicó el estudio en PubMed y Scimago Journal & Country Rank
- Financiación del Centro Nacional de Información sobre Vacunación
- Perfil de Robert Bednarczyk
- Perfil de Frank Han
- Estudios daneses sobre el riesgo de autismo en niños vacunados (1, 2)
- Estudio de 2013 sobre autismo
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