Los “chemtrails” de los aviones no existen; se trata de una teoría conspirativa

“Dios confirma nuestra profecía que hemos estado hablando para estos últimos tiempos están aventando pesticidas”, dice una entrada en Facebook, fechada el 23 de diciembre de 2022.

“El que tenga ojos que vea”, escribió un usuario en Twitter. “Los Gobiernos nos fumigan algo que ya se sabía, pero los medios corruptos oficiales ya lo dicen es imposible ocultar la verdad” .

Ambas publicaciones incluyen un video en cuyo cintillo se lee “Chemtrails: Estelas químicas. Estarían en el aire para enfermarnos”. En la esquina inferior izquierda se distingue el logotipo del programa Mañaneros, transmitido por el canal chileno La Red.

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Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 23 de diciembre de 2022

Una búsqueda inversa de imágenes clave de la secuencia permitió determinar que el video se publicó por primera vez en el canal de Youtube de Hola Chile La Red, el 11 de febrero de 2013. Formó parte de un panel televisivo sensacionalista acerca de la teoría conspirativa de los “chemtrails', según se pudo observar en otro video publicado el mismo día.

Esta teoría asegura que las estelas que dejan los aviones tienen químicos tóxicos que se diseminan en el aire con el objetivo de esterilizar a las personas, ejercer control mental sobre ellas, reducir a la población e incluso controlar el clima. Se trataría de un programa ideado por “poderes económicos y gubernamentales”, de acuerdo con el video viral.

Solo vapor de agua

Expertos consultados por la AFP Factual explicaron que, si bien es cierto que detrás de los aviones pueden formarse estelas blancas que permanecen un tiempo en el cielo, estas no contienen productos “secretos” ni son nocivas para los seres vivos. Se generan a partir de la condensación y su duración depende de las condiciones de temperatura y de presión.

La directora del Observatorio de Física del Globo de Clermont-Ferrand (OPGC), Nathalie Huret, dijo a la AFP en esta verificación de 2021 que, en un sistema de baja presión, las condiciones son favorables para la condensación del vapor de agua.

El director del Centro Francés de Investigación Atmosférica, Jean-Christophe Canonici, explicó en esa oportunidad a la AFP que, durante un vuelo, el avión expulsa vapor de agua, que sale de la combustión de los gases en los reactores. En una zona de estabilidad atmosférica, “si la estela permanece mucho tiempo, eso significa que esta condensación se produce en un nivel de la atmósfera donde la humedad es mayor”.

Es en estas condiciones que estas estelas, calificadas por muchos como “sospechosas”, aparecen y persisten. Canonici detalló que una capa de aire caliente “supera” una capa de aire más frío cuyas partículas, más pesadas, no pueden remontar. La dispersión se ve obstaculizada y las gotitas de agua quedan atrapadas y solo pueden extenderse de manera horizontal.

Atenta a la teoría conspirativa, cada vez más popular, la Revista Nuevo Hospital del Complejo Asistencial Zamora explicó, en su edición de junio de 2018, que si bien la aviación puede tener un impacto en el medio ambiente por la combustión que emana de las turbinas, las estelas que dejan los aviones están compuestas por vapor de agua condensado y productos de combustión. Este fenómeno se denomina estela de condensación.

“La comunidad científica no acepta la existencia de las ‘estelas químicas’, considerando que se trata de estelas de condensación o de cirros”, dice el texto.

Así, el fenómeno no puede ser descripto como “chemtrails” (acrónimo de “estela química” en inglés) sino como “contrails” (estela de condensación), es decir, rastros de condensación que se esparcen y producen un cirro artificial, que es como se llama a las nubes que se forman entre los 5.000 y 13.000 metros de altitud.

El grupo de investigación David Keith de la Universidad de Harvard exploró el tema desde el punto de vista logístico en un artículo. Comentan que “sería extraordinariamente difícil mantener en secreto una iniciativa de este tipo porque sería muy fácil para un solo individuo del programa revelarlo utilizando documentos filtrados, fotografías o hardware real”.

Agregan que si un programa de estas características intentara causar daño a los ciudadanos, como afirman quienes creen en la teoría conspirativa, sus trabajadores tendrían motivaciones personales muy fuertes para revelar que esa situación está ocurriendo.

La AFP ya ha verificado otros contenidos vinculados a los “chemtrails” (1, 2).