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El automóvil con un motor impulsado por agua “inventado” en 1974 no podría funcionar
- Este artículo data de hace más de un año.
- Publicado el 19 de diciembre de 2022 a las 15:54
- 9 minutos de lectura
- Por Emilie BERAUD, AFP Francia
- Traducción y adaptación: Natalia SANGUINO
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“Un vehículo que funcionaba con #Agua en 1974”, dice una publicación en Facebook que comparte el vídeo, igual que esta otra entrada, que señala sobre los “motores de agua”: “No hay contaminación, el agua puede alimentar todo”. La secuencia también fue subida a Twitter, donde esta usuaria lamenta: “Nos mintieron y engañaron. Un coche de agua en 1974: - Va a 110 km/h - Recorre más de 1600 km con un solo tanque - No libera contaminación Podríamos conducir automóviles de agua, pero las fuerzas que manipulan a la Humanidad nunca lo permitirán”.
La grabación, en blanco y negro y de un minuto y medio de duración, circula en canales de Telegram y en TikTok.
La presunta información sobre el automóvil con motor de agua, además, fue compartida por publicaciones en francés y en inglés.
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Según el vídeo, las imágenes fueron grabadas en 1974 en la ciudad francesa de Ruan. “Este coche puede circular a velocidades de hasta 70 millas [113 kilómetros] por hora - con agua”, dice una voz en off en inglés conforme pasan las imágenes. “El factor energético, por supuesto, es el hidrógeno, que, como cualquier escolar sabe, contiene el agua en una proporción de dos partes por una de oxígeno, una fórmula que describió [el novelista francés] Julio Verne hace más de 100 años. Así que, ¿a qué hemos estado esperando?”.
La locución sigue: “El motor también puede alimentar un generador y proporcionar luz y calor. Además, no contamina. El automóvil ya ha circulado más de mil millas y sus creadores dicen que el proyecto es práctico y que es una propuesta comercial. El combustible, de hecho, está en el grifo”.
¿Es posible un vehículo que funcione solo con agua?
No, el agua por sí sola no puede darle a un motor la potencia suficiente como para que haga funcionar un coche, explicaron a la AFP varios expertos en energía para el transporte.
El vídeo fue, como dice el locutor, grabado en la región francesa de Normandía, y al principio aparece la fachada de la catedral de Ruan. Una búsqueda del vídeo por palabras clave en inglés en Google llevó a la agencia de prensa estadounidense Associated Press, en concreto a su archivo. La ficha del vídeo confirma que fue grabado en la ciudad francesa el 7 de enero de 1974, pero no hace referencia a los “inventores” del “motor de agua”.
Otra pesquisa por palabras clave arrojó entre los resultados este artículo publicado en agosto de 2021 por el diario Le Progres, titulado “Motor de agua, ¿realidad o mito?”. En él aparece una fotografía del mecánico francés Jean Chambrin y su socio Jack Jojon, que posan en el taller donde “inventaron” en Ruan en 1974 un sistema que llamaron “motor de agua Chambrin”.
Pero, a diferencia de los mensajes que circulan en redes sociales junto al vídeo, ese “motor de agua Chambrin” no permite funcionar a un coche solo con agua. “Se trata ni más ni menos que de un motor de gasolina en el que se mete alcohol como combustible, y eso funciona. Es el equivalente de un automóvil de gasolina que funciona con E85 [un combustible mezcla de etanol y gasolina]” como los que puede haber en Europa, explicó a la AFP Louis-Pierre Geffray, experto en movilidad del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI, por sus siglas en francés).
No existe, hasta el momento, un sistema de motor de propulsión cuya potencia sea generada únicamente a partir de agua. “Un motor de agua no es posible físicamente”, añadió Geffray, en declaraciones el 16 de noviembre de 2022, y especificó que el agua “no es un alcohol, no es inflamable, por lo que no se puede extraer energía de ella en su forma líquida”.
“El motor con agua como combustible no existe (no hay energía en el agua, que es una molécula ya oxidada y estable)”, dijo a la AFP, por su parte, Gaetan Monnier, director de Movilidad Sostenible en el IFPEN, un instituto de investigación y formación sobre energía, transporte y medio ambiente.
Un sistema teórico sin eficacia práctica
En la investigación sobre el vídeo, la AFP encontró un reportaje sobre el “motor de agua Chambrin” realizado en agosto de 1977 por un equipo de la televisión pública France 3 Normandía.
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“Aquí está el famoso ‘motor de agua’... Que es una forma de hablar, porque, de momento, funciona con la mitad de agua y la mitad de alcohol”, dice el periodista en el reportaje, dirigiéndose al mecánico. “Hay gente que no se lo cree, pero porque no lo han visto. Hemos tenido la visita de físicos que sí se lo creen”, asegura el inventor.
“Fue un acontecimiento en aquella época, ¡la invención era de un normando! Como el precio del carburante era alto en los años 70, el objetivo que tenía el sistema Chambrin era consumir menos gasolina al circular”, expuso en noviembre de 2022 a la AFP Richard L’Hôte, experiodista de France 3 y autor del reportaje.
En 1973 se había producido la “crisis del petróleo”, a raíz del embargo decretado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que provocó una subida del precio del barril y la caída del crecimiento económico en los países occidentales.
Pero la eficacia del prototipo, de la que se jacta su creador en su petición para registrar la patente, no fue verificada ni validada de forma científica y rigurosa.
Según el documento, de 1975, el mecánico afirmaba que la mezcla de su proyecto “provoca una reacción termoquímica generadora de producción de hidrógeno y un estado plasmático de la materia” que podía utilizarse “en un motor térmico o en un sistema de calefacción”.
El servicio documental francés Gaumont Pathé Archives permitió a la AFP en noviembre de 2022 acceder a una ficha de trabajo de Chambrin, quien en octubre de 1974 explicaba cómo funcionaba su invento para el rodaje de un informativo cinematográfico.
“Para la demostración que realiza a sus visitantes, Chambrin utiliza una mezcla de agua y alcohol de la siguiente forma. Para el arranque y la subida de temperatura, este motor gira durante tres o cuatro minutos alimentado por alcohol puro. Una vez alcanza la temperatura y la velocidad requeridas, Chambrin corta el alcohol y pasa a la mezcla”, dice la ficha.
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“Es un tipo de sistema que también conocemos con el término de ‘motor doping con agua’ o ‘motor Pantone’, son diferentes denominaciones para sistemas que se parecen un poco entre sí. Suelen volver a la actualidad cuando aparecen las crisis económicas, sobre todo cuando aumenta el precio de la gasolina, con mensajes que dicen que son tecnologías diferentes silenciadas u ocultadas por los grupos de presión petroleros”, consideró para la AFP Bertrand-Olivier Ducreux, ingeniero de movilidad en la Agencia de la Transición Ecológica francesa, ADEME.
ADEME ha puesto en práctica, en diferentes contextos, medidas de consumo y potencia para motores modificados así, y ha “comprobado que los resultados de consumo, emisiones y rendimiento no mostraban una evolución significativa, estuviera el sistema activo o no”, señaló Ducreux. Por tanto, “es posible que funcione un motor de gasolina con una mezcla de vapor de agua y vapor de combustible, pero no tiene ninguna ventaja en términos de rendimiento ni de consumo”.
Según el ingeniero, la patente no es “creíble” desde el punto de vista de la física. “Se puede romper una molécula de agua aportándole calor para separar el hidrógeno y el oxígeno que la conforman. Pero esta operación exige temperaturas muy elevadas, superiores a 2.700 grados. No son las temperaturas que aparecen en la petición de la patente”, indicó el experto.
Aunque se separasen hidrógeno y oxígeno, “que son dos cuerpos químicos que se recombinan instantáneamente, nos preguntamos cómo, según esta patente, hacen estos componentes químicos inestables para esperar a estar en el interior del cilindro para arder y generar la potencia del motor”, añadió Ducreux.
“Es posible patentar cualquier cosa”, subrayó el ingeniero. “Una patente no es la prueba de que un sistema esté validado. Encontramos muchas patentes sobre el movimiento perpetuo, que no está comercializado a día de hoy, por ejemplo. Una patente quiere decir que la idea pertenece a quien la registró, pero no valida lo que hay en ella”.
Sí hay tecnologías con agua para motor, pero con usos concretos
Las tecnologías que permiten inyectar agua en ciertos motores de combustión existen, pero están reservadas a vehículos con usos muy concretos. “Se trata de un ajuste muy fino que resulta muy caro, dirigido a motores como los de los vehículos de carreras, por ejemplo”, explicó Louis-Pierre Geffray. “Esto permite ganar potencia, reducir ligeramente las emisiones de gases de efecto invernadero o reducir la formación de ciertos contaminantes como los óxidos de nitrógeno”, aseguró.
“Aunque funciona muy bien técnicamente”, el dispositivo “no ha pasado a la masificación de los vehículos en grandes cadenas de producción, por las lógicas de costes frente a otras tecnologías con mayor potencial de interés: hibridación, automóvil eléctrico, etc.”, señaló el experto, que añadió: “Un constructor no puede permitirse invertir sin límites en todas las tecnologías”.
Posibles aplicaciones del hidrógeno
Las aplicaciones del hidrógeno para medios de transporte y movilidad son investigadas, pero uno de los problemas es su producción a partir de energías fósiles, que son emisoras de CO2, muy contaminante.
“El 95% del hidrógeno se produce actualmente a partir de gas natural fósil, un recurso emisor de CO2. El primer reto es la descarbonización de la producción de hidrógeno, antes de utilizarlo como vector energético para nuevas aplicaciones, como los transportes”, confirmó a la AFP Geffray.
“En el caso de un vehículo particular, el hidrógeno no tiene sentido, ya sea desde el punto de vista de la energía-porque hace falta tres veces más energía que con la batería eléctrica- o del precio -porque costará tres veces más”, añadió el investigador.
“Puede haber algunos casos en los que la pila de combustible de hidrógeno suponga una ventaja competitiva frente a la batería: el transporte de mercancías en largas distancias, por ejemplo. Pero actualmente, para los vehículos pesados también se prefieren las soluciones eléctricas antes que el hidrógeno, porque este necesita mucha energía para la producción, compresión y transporte, y es a veces peligroso porque es muy explosivo y propenso a las fugas”, concluyó Ducreux.
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