No hay evidencia científica de que el cáncer se pueda curar con antiparasitarios

No hay evidencia científica de que los antiparasitarios ivermectina, fenbendazol y mebendazol sean eficaces para curar el cáncer. Sin embargo, más de 3.600 usuarios en redes sociales afirman, desde mediados de diciembre de 2025, que estos fármacos pueden curar esa enfermedad porque se trata de “un parásito”. Al respecto, expertos contactados por la AFP señalan que no existen pruebas y advierten sobre los riesgos para la salud que pueden causar.

NO ACEPTES LA QUIMIOTERAPIA. *LA CURA DEL CÁNCER* Un nuevo protocolo para el tratamiento del cáncer ha llegado, y está listo para destruir la industria del cáncer multimillonario”, comienzan diciendo publicaciones en Facebook e Instagram.  

Y continúan: “*El protocolo, confirma que la verdadera naturaleza del cáncer es un parásito, de ahí por qué, LA IVERMECTINA , junto con el mebendazol, y el febendazol, es tan efectiva Tiene como objetivo el parásito, no todo el cuerpo, como en la quimio (...) *El cáncer es un *parásito: la cura, es un antiparasitario*”. 

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Captura de pantalla tomada el 17 de diciembre de 2025 de una publicación en Facebook

Ivermectina

La ivermectina es un fármaco antiparasitario generalmente utilizado en animales. El medicamento está aprobado en humanos para el tratamiento de infecciones causadas por algunos gusanos parásitos y piojos, así como en afecciones de la piel como la rosácea.

Este fármaco fue objeto de desinformación en varias ocasiones, siendo promovido como una “cura milagrosa” para diversas enfermedades (1, 2, 3), especialmente durante la pandemia de covid-19, cuando se estudió como una opción para tratar y prevenir la enfermedad. Sin embargo, los resultados obtenidos no demostraron su eficacia.

Al momento de publicación de este artículo continúa una investigación que recluta pacientes con cáncer de mama triple negativo, uno de los tipos más agresivos, para establecer si la combinación de ivermectina e inmunoterapia con balstilimab puede ser un tratamiento efectivo. El estudio aún no terminó y su objetivo es evaluar el uso de la ivermectina con otro medicamento, no de manera aislada. 

Consultado por AFP Factual el 17 de diciembre de 2025, Matías Norte, cirujano oncólogo del Hospital de Clínicas, en Buenos Aires, descartó la existencia de estudios que comprueben que la ivermectina cure el cáncer.

El presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, Claudio Martín, dijo a la AFP ese mismo día que “no hay ninguna recomendación en ninguna sociedad internacional ni nacional de oncología”, como Asociación Europea de Oncología Médica (ESMO) o la Asociación Americana de Oncología (ASCO), “que sugieran que el uso de antiparasitarios puede tener un efecto para el tratamiento de algún tipo de cáncer”. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) especifica en su sitio web que una sobredosis de ivermectina “puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, hipotensión (tensión arterial baja), reacciones alérgicas (picor y urticaria), mareos, ataxia (problemas de equilibrio), convulsiones, coma e incluso la muerte”.

Fenbendazol y mebendazol

El fenbendazol es un antihelmíntico que se utiliza para tratar parásitos en animales. 

La página web de la Sociedad Americana Contra el Cáncer indica que investigaciones en humanos demostraron que otros antihelmínticos “pueden ayudar a detener el crecimiento y la propagación de células cancerosas cuando se combinan con tratamientos oncológicos de eficacia comprobada”. Sin embargo, advierte que “el efecto de los antihelmínticos en la evolución de los pacientes no está claro”.

El uso de este medicamento implica diversos riesgos, ya que está destinado únicamente a animales y su consumo en personas puede ser peligroso. La Sociedad Americana Contra el Cáncer sostiene que utilizarlo como terapia alternativa, puede interactuar con los tratamientos oncológicos estándar, disminuir su eficacia o generar problemas de seguridad. Además, utilizarlo sin el conocimiento del equipo médico puede perjudicar la salud del paciente y dificultar el manejo adecuado de su atención. 

El mebendazol también es un medicamento antiparasitario utilizado para tratar infecciones por gusanos intestinales. Actúa interfiriendo en la absorción de glucosa de los parásitos, lo que les impide obtener energía y provoca su eliminación del organismo.

Norte explicó que todos estos fármacos “no curan el cáncer” y descartó que en un futuro esto se revierta. Además, sostuvo que “todos estos estudios que alguna vez se dieron, que ya son viejos, cayeron en saco roto porque no tienen efectividad”. 

Explicó que los estudios que suelen citarse fueron realizados in vitro, es decir, en condiciones artificiales de laboratorio, como placas o frascos, que no reproducen lo que ocurre en el cuerpo humano. Estas investigaciones no contemplan factores clave “como la temperatura corporal, la presión arterial, las células, los glóbulos blancos”. Por eso, al trasladar esos resultados dentro del cuerpo, “muchas veces pasa que no tenés el mismo resultado, sino todo lo contrario, directamente no genera efecto y genera toxicidad. Y eso es porque entran en juego esos otros factores”. 

Las dosis de ivermectina o mebendazole que tendríamos que tomar para tener un efecto similar al que se genera en una placa de vidrio en el laboratorio ex vivo serían tóxicas, o sea, no serían compatibles con la vida”, sostuvo Norte.

Norte explicó que el cáncer no es un parásito sino que se produce cuando “una célula que por una mutación del ADN crece de manera anómala y como todo es exponencial”. 

Lo mismo explican las páginas de la Sociedad Americana contra el Cáncer y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH): el cáncer se produce cuando algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo. 

Cuando una célula del cuerpo presenta alguna anomalía por lo general muere, sin embargo, cuando ese proceso falla es donde puede surgir el cáncer. Esto genera “que las células sigan produciendo células nuevas mientras que las células viejas o anómalas no mueren cuando deberían”, indica la Sociedad Americana contra el Cáncer. “A medida que las células cancerosas se reproducen de forma descontrolada, estas pueden superar en número a las células sanas, lo cual dificulta que el cuerpo funcione como debería”, se lee.

Como aclara la página de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la quimioterapia es un tratamiento que se utiliza tanto para curar el cáncer, como para reducir las probabilidades de que reaparezca o frenar su avance. Además, puede emplearse para aliviar síntomas al reducir el tamaño de tumores que provocan dolor u otros problemas.

Referencias:

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