Las sustancias de las vacunas no se pueden “transmitir” por saliva ni contacto sexual
- Publicado el 5 de septiembre de 2024 a las 21:24
- 3 minutos de lectura
- Por Agustin BAGNASCO, AFP Argentina
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“En este video el Dr. Pedro Chavez explica que las sustancias tóxicas de los ‘vacunados’ se transmite en las relaciones sexuales o besos”, se lee en el texto sobreimpreso de un video que circula en Instagram, Facebook y X.
“¿Cómo curarse del contagio cuando ocurre que el vacunado contagia al no vacunado?” le preguntan en la grabación a Pedro Chávez Zabala, quien se presenta como especialista en “medicina bioenergética” en su cuenta de LinkedIn.
“Sabemos que el modo de transmisión más común es la transmisión sexual, es decir, por las relaciones sexuales y por los besos”, precisa Chávez Zabala. Y añade: “no tendría mucho caso ponerse el preservativo porque las sustancias tóxicas pasan a la sangre (...) y las vas a encontrar en la saliva, y las vas a encontrar en el semen y las vas a encontrar en las secreciones sexuales”.
AFP Factual encontró registros de Chávez Zabala emitiendo desinformación desde 2020, incluyendo la promoción de supuestos beneficios del dióxido de cloro para tratar a pacientes con covid-19.
Ni tóxicas, ni “contagiosas”
Expertos consultados por AFP Factual coincidieron en que no es clínicamente posible que el efecto de una vacuna sea “transmisible” a otra persona a través de la saliva o una relación sexual.
Jorge Geffner, doctor en Bioquímica y director del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Universidad de Buenos Aires, señaló que las propiedades de las vacunas no son transmisibles mediante la saliva o el contacto sexual. Además, advirtió que el argumento es “ridículo” y “no tiene sustento en absolutamente nada”.
Y añadió: “Todas las vacunas tienen un componente central al que llamamos inmunógeno, que es lo que va a despertar la respuesta inmune. Cuando uno se vacuna, no introduce el virus sino una proteína del virus, que no tiene capacidad infecciosa. Eso induce la producción de anticuerpos y las células mantienen la capacidad de producirlos a lo largo de años y años”.
Geffner detalló que el antígeno que se introduce mediante la vacuna “no es tóxico”, como asegura Chávez Zabala en el video, y solo genera ciertos efectos adversos mientras se despierta la respuesta inmunitaria.
Soraia Attie Calil Jorge, directora del Laboratorio de Biotecnología Viral del Instituto Butantan, en Brasil, explicó a la AFP que los antígenos inyectados por vía intramuscular se degradan rápidamente para que el “cuerpo responda inmunológicamente, es decir, cree anticuerpos”.
En este sentido, la investigadora indicó: “Una vacuna no se replica, no va a circular en el cuerpo. No hay ningún artículo científico que demuestre que esto haya sucedido con ninguna de las vacunas que hayamos utilizado”.
Y precisó: “Las vacunas no se quedan circulando por el resto de tu vida en tu cuerpo, tanto es así que hay varias vacunas que requieren dosis de refuerzo. Esto es porque la primera dosis que te pusiste ya no está en tu cuerpo”.
La especialista añadió que puede haber transmisión de anticuerpos de persona a persona, pero aclaró que los anticuerpos no son propiedades de la vacuna, sino la respuesta del cuerpo a la inmunización.
“Cuando nace el bebé, toma el calostro de la madre que es precisamente donde están los principales anticuerpos”, dijo. “Estos se transmiten al niño para que tenga protección, porque en ese momento su cuerpo no tuvo tiempo de entrar en contacto con antígenos de diferentes patógenos que le permitan producir sus propios anticuerpos”.
Hay vacunas específicas como la de la poliomielitis, hecha en base a virus atenuados que pueden ser transmitidos a través de la materia fecal, y no mediante la saliva o las relaciones sexuales, como afirma Chávez.
En el caso de la poliomielitis, la Organización Panamericana de la Salud, explica que “en los niños vacunados con la vacuna oral, los virus atenuados se reproducen y persisten en sus intestinos hasta por seis semanas, y luego son excretados al medio ambiente. Estos virus vacunales pueden llegar a otros niños susceptibles y proporcionarles protección” a través de una inmunización indirecta. También señala que, en lugares donde la cobertura de vacunación contra la polio es baja, estos virus pueden afectar a los niños no vacunados o parcialmente vacunados.
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