Exdirector de la CIA no admitió haber usado “chemtrails” como plan de geoingeniería en 2016

En 2016, el entonces director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), John Brennan, habló frente al Consejo de Relaciones Exteriores del posible uso de geoingeniería para revertir el cambio climático. Desde enero de 2024, un video de esa intervención ha sido compartido más de 3.000 veces en redes afirmando que Brennan aún dirige la CIA y que admitió “haber usado chemtrails”, supuestos tóxicos que aviones lanzan para afectar la salud humana. Pero en sus dichos nunca mencionó a los “chemtrails”, sino a una tecnología para frenar el alza de la temperatura del planeta.

“EL EXDIRECTOR DE LA ‘CÍA’ JOHN OWEN BRENNAN ADMITE QUE HAY UN PLAN DE GEOINGENIERÍA (CHEMTRAILS)”, dicen publicaciones en Facebook (1, 2), X (1, 2), Telegram y TikTok.

Entradas similares se difunden en inglés.

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Captura de pantalla hecha el 21 de marzo de 2024 de una publicación en X

John Brennan fue director de la CIA de 2013 a 2017 y fue asistente del expresidente de Estados Unidos Barack Obama para Seguridad Nacional y Contraterrorismo. 

Geoingeniería

La geoingeniería es la posibilidad de manipular artificialmente el clima para limitar el calentamiento global. Estas técnicas, descartadas durante mucho tiempo por los riesgos que implican, vuelven a estar en el debate científico y generan desinformación.

Joshua Horton, director de investigación en geoingeniería en el Grupo Keith de la Universidad de Harvard, señaló a la AFP el 26 de marzo pasado que la también conocida "geoingeniería solar" es una idea que consiste en reflejar una pequeña porción de la luz solar entrante para compensar de manera imperfecta el calentamiento global y algunos de sus impactos.  

El experto detalló que la versión principal de esta idea se llama "inyección de aerosol estratosférico" y consistiría en liberar pequeñas partículas en la atmósfera superior para reflejar la luz solar.  

“Sus riesgos incluyen la posibilidad de que las personas reduzcan menos las emisiones de gases de efecto invernadero en la creencia errónea de que la geoingeniería es un sustituto de la reducción de emisiones, las perturbaciones de los patrones climáticos regionales, aunque posiblemente menos graves que las perturbaciones del cambio climático, y la inestabilidad geopolítica”, puntualizó.

Teoría conspirativa 

La geoingeniería ha sido objeto de ciertas teorías de la conspiración que la vinculan con los “chemtrails” (“estelas químicas”, en español). 

Horton detalló que la teoría afirma que "el gobierno está rociando secretamente productos químicos en la atmósfera con fines que van desde el control mental hasta la esterilización masiva”. 

De acuerdo con la misma, continuó el experto, los rastros de condensación o "estelas" dejados por los aviones en el cielo no son cristales de hielo formados cuando el vapor de agua en los motores se congela a gran altitud, sino que en realidad son “‘estelas químicas’ liberadas con fines nefastos”.  

“No hay evidencia que apoye la teoría de los ‘chemtrails’. A veces, los teóricos de la conspiración afirman que los productos químicos en ellos son aerosoles liberados para la geoingeniería, pero nuevamente no hay evidencia que respalde esto”, sostuvo Horton.

El Grupo Keith de la Universidad de Harvard, dedicado a la investigación en ciencia, tecnología climática y geoingeniería, publicó un artículo sobre esa teoría y concluyó que carece de fundamento y que desplegar un programa de esas características a gran escala no podría ocultarse. 

Además, la Revista Nuevo Hospital del Complejo Asistencial Zamora, en España, también publicó en su edición de junio de 2018 un estudio acerca de estas conspiraciones. En él se admite que la aviación puede tener un impacto sobre el medio ambiente a causa de la combustión emitida por las turbinas, pero el estudio explica que las estelas que dejan los aviones están compuestas por vapor de agua condensado y productos de combustión, y señala que muchas de las conspiraciones tienen que ver con una mala comprensión de investigaciones meteorológicas realizadas en distintos puntos de ese país.

Brennan no admitió uso de “chemtrails”

Una búsqueda inversa en Google con fotogramas clave de la secuencia arrojó un video publicado en la cuenta del tanque de pensamiento Consejo de Relaciones Exteriores en YouTube el 29 de junio de 2016. 

La descripción de la grabación de una hora señala que “John O. Brennan analiza la inestabilidad y las amenazas transnacionales a la seguridad global”.

Un rastreo con la palabra “Brennan” en la página del Consejo de Relaciones Exteriores lanzó un artículo de esa fecha en el que transcribe las palabras del entonces director de la CIA y de Judy Woodruff, periodista que le hizo una entrevista después de su intervención.

En la grabación completa, Brennan habló de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y del terrorismo; explicó que la inestabilidad global afecta a todos los países y abordó el tema de los riesgos que residen en el dominio digital. 

En el minuto 12:07 de la secuencia se encuentra el fragmento viralizado, en el que señala a la geoingeniería como ejemplo de esos avances tecnológicos que tienen beneficios, pero que también pueden significar un riesgo. 

“Otro ejemplo es el conjunto de tecnologías, a menudo denominadas colectivamente geoingeniería, que potencialmente podrían ayudar a revertir los efectos del calentamiento global. Uno que ha llamado mi atención personal es la inyección de aerosol estratosférico: un método para sembrar la estratosfera con partículas que pueden ayudar a reflejar el calor del sol de la misma manera que lo hacen las erupciones volcánicas”, opinó. 

Añadió que un programa de estudios de viabilidad temprana podría limitar los aumentos de la temperatura global, reducir algunos riesgos asociados con temperaturas más altas y brindar a la economía mundial tiempo adicional para la transición de los combustibles fósiles. 

Sin embargo, advirtió: “Por muy prometedor que sea, avanzar en un programa de estudios de viabilidad también plantearía una serie de desafíos para nuestro gobierno y para la comunidad internacional. Desde el punto de vista técnico, las reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero aún tendrían que acompañar a la SAI (Sistemas de Alimentación Ininterrumpida) para abordar otros efectos del cambio climático, como la acidificación de los océanos, porque la SAI por sí sola no eliminaría los gases de efecto invernadero de la atmósfera”. 

En el aspecto geopolítico, continuó, el potencial de la tecnología para alterar los patrones climáticos y beneficiar a ciertas regiones del mundo a expensas de otras regiones podría desencadenar una fuerte oposición por parte de algunas naciones. 

“Otros podrían aprovechar los beneficios de la SAI y alejarse de su compromiso de reducir el dióxido de carbono. Y al igual que con otras tecnologías innovadoras, faltan normas y estándares globales para guiar el despliegue y la implementación de SAI y otras iniciativas de geoingeniería”, consideró.

En ningún momento de su intervención menciona a los “chemtrails”.

Al ver el video, Horton también descartó que el ex director de la CIA admita en la secuencia planes para la geoingeniería. 

“Está claro en el video que Brennan solo está hablando de geoingeniería y de ninguna manera ‘admite planes de geoingeniería con chemtrails, también conocidos como estelas químicas’, esa afirmación es absurda”, dijo.

La AFP ha desmentido información errónea sobre supuestos chemtrails (1, 2). 

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