No eran amigos en una partida de airsoft, sino soldados del Ejército de Tierra cerca de Barcelona

“‘Tropas del ejército español en Cataluña con armas automáticas…’ En realidad: jugadores de Airsoft con réplicas de armas, en una despedida de soltero. 35.000 seguidores, 2.500 RT, sabe que es fake, y ahí sigue el tuit. ¡Y así todo!”, señala un tuit compartido más de 3.000 veces desde el 28 de septiembre. El mensaje responde a otro, en inglés, que difunde las fotos de lo que parecen militares con las armas en el suelo tomando cervezas en la terraza de un bar, en la localidad catalana de Vilafranca del Penedés.

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Captura de una de las publicaciones en Twitter, hecha el 22 de octubre de 2019

La hipótesis de que se trata de una despedida de soltero circula más en Twitter (1, 2) y en Facebook, en comentarios de usuarios que responden a publicaciones (1, 2) que afirman que son militares.

“Aunque sea una despedida de solteros, es una broma de mal gusto. Pero como no llevan lacito amarillo no se les detienen”, dice uno de ellos.

Sin embargo, no se trata de una despedida de soltero ni de una partida de airsoft, un juego de simulación militar en el que los jugadores usan réplicas de armas reales. En efecto, son soldados españoles. 

Sobre las mesas pueden observarse gorros militares que solo llevan los soldados de la Legión española, popularmente conocidos como “chapiri”. Además, los soldados aparecen junto a fusiles HK G36, los reglamentarios del Ejército español. 

 

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Soldados de la legión con su uniforme tradicional y gorro conocido como "chapiri", en Málaga el 2 de julio de 2019

AFP Factual se puso en contacto vía telefónica con el Ministerio de Defensa, que confirmó que las personas que aparecen en las fotos son soldados del Ejército de Tierra y que había “una investigación en curso” sobre lo sucedido. La misma información fue confirmada por fuentes del Cuartel General del Ejército de Tierra, que declinaron aportar más detalles sobre la presencia de los militares en la localidad catalana el sábado 28 de septiembre.

Según explicaron medios locales (1, 2), los soldados venían de unas maniobras en el norte de Francia y se detuvieron en la localidad catalana para que los conductores de los autobuses pudiesen descansar, antes de seguir el viaje a la base de la unidad en Ronda (Málaga, al sur de España). En este tipo de paradas las armas tienen que quedarse en los vehículos, pero, según informó la prensa, se dio la orden a los militares de que las llevasen con ellos, puesto que los vehículos se tenían que mover. Las notas también explican que estuvieron en un bar y en un supermercado.

El código disciplinario de las Fuerzas Armadas considera en su artículo 7.19 una falta grave “consumir bebidas alcohólicas durante un servicio de armas o portándolas”.

¿Dónde sucedió?

Después de analizar los detalles de una de las fotos publicadas por un medio local, se pudo distinguir la señal de estacionamiento de un supermercado de la cadena Mercadona. La búsqueda de este establecimiento llevó a tres resultados en Google Maps en el municipio de Vilafranca del Penedés. La vista de Google Street View de uno de ellos coincidía con otros elementos que tenían las imágenes difundidas de los militares, como la gasolinera con marcas verdes sobre una pared blanca. De esta forma fue posible ubicar el bar en el que los soldados se sentaron: el Bar Restaurant Ronda de Mar.

Aunque lo que se observa en Google Street View no es exactamente el mismo toldo ni el mismo rótulo del bar, así como tampoco el rótulo del establecimiento de al lado, el número asociado al parking de minusválidos frente al bar es el mismo (7377 DWY). Las diferencias se deben a que la última versión de Google Street View de esa calle fue registrada en agosto de 2018, pero se trata del mismo lugar.

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Comparación de dos de las fotos difundidas con dos capturas de la vista de Google Maps, tomadas el 3 de octubre de 2019

A través de la página de Facebook del bar, AFP Factual se comunicó por teléfono con uno de los empleados que atendieron a los soldados. El trabajador asegura que los militares llegaron alrededor de las 11h15 de la mañana y permanecieron en el bar una media hora. “Pidieron coca-colas, fantas, café con leche, croissants y algunos también pidieron cerveza, pero no todos”, apunta.

En conclusión, un grupo de soldados del Ejército de Tierra español efectivamente se sentó en la terraza de un bar en la localidad catalana de Vilafranca del Penedés el 28 de septiembre pasado, portando sus armas, como confirmó el propio Ministerio de Defensa, y algunos consumieron cerveza. No era un grupo de amigos en una partida de airsoft ni una despedida de soltero.