Es exagerado decir que las comadrejas soportan “hasta 80 picaduras de cascabel o coral”

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 18 de septiembre de 2020 a las 20:20
  • Modificado el 2 de febrero de 2021 a las 15:11
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  • Por AFP Uruguay, AFP Brasil
Publicaciones que circulan desde agosto pasado en redes sociales, donde fueron compartidas más de 160.000 veces, aseguran que las comadrejas tienen “inmunidad extrema” al veneno de las víboras y son capaces de comer miles de garrapatas en una noche. Sin embargo, estas afirmaciones sobredimensionan la capacidad y resistencia de estos marsupiales. 

“La comadreja come hasta 2000 garrapatas en una noche, controla la poblacion de estos vampiros reales, de insectos y serpientes,. Animal con un nivel de inmunidad extrema, es capaz de soportar hasta 80 picadas de cascabel o coral, come cruzeras como si fueran papas fritas, gracias a el, existe el antidoto contra picadas de viboras venenosas”, afirman varias publicaciones en Facebook (1, 2, 3)  que circulan al menos desde el pasado 30 de agosto.

Junto al texto, que también apareció en Twitter (1, 2), se encuentra a menudo la imagen de un pequeño animal en la mano de una persona.

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Captura de pantalla hecha el 25 de enero de 2021 de una publicación en Facebook

Una búsqueda inversa de la imagen en Google arroja entre los resultados principales dos publicaciones en Facebook (1, 2) hechas entre febrero y marzo de 2020. El texto es similar al del contenido viral publicado en agosto, pero con cambios: se afirma que el animal es una zarigüeya o tlacuache —como se lo denomina en México— y, si bien se menciona que puede resistir hasta 80 picaduras de serpiente y que gracias a esta especie se pudo desarrollar un antídoto contra el veneno ofídico, no hace mención a las garrapatas.

¿Comadreja, zarigüeya o tlacuache?

El experto en mamíferos Enrique González, del Museo de Historia Natural de Uruguay, explicó que la foto compartida muestra a un marsupial que es conocido con diferentes nombres en distintas regiones o países. Por ejemplo, en México se lo denomina tlacuache, en España se le dice zarigüeya y en Uruguay se lo llama comadreja, aunque no debe confundirse con la comadreja de Norteamérica o Europa, que no es un marsupial omnívoro, sino un mustélido carnívoro.

El animal de la foto es un marsupial sudamericano”, confirmó por su parte Jonas Perales, investigador de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil.

“Esta publicación está plagada de errores”, aseguró González.

Garrapatas

La Asociación Mexicana de Mastozoología (AMMAC) explicó a AFP Factual que las comadrejas sudamericanas o tlacuaches “se alimentan, entre otras cosas, de garrapatas”, pero que la cifra que se utiliza en las publicaciones virales difícilmente “sea veraz”

Luego, refirió a una publicación en una revista de la Royal Society de Londres de 2009, donde se detalla un experimento en el que una comadreja de la familia de las que se encuentran en Sudamérica (opossum) junto a la ardilla “matan entre el 83 y el 96% de las garrapatas que intentan adherirse y alimentarse [en su cuerpo], mientras que otras especies son más permisivas”.

El estudio detalla que solo el 3,5% de las garrapatas que utilizaron una comadreja como huésped logró sobrevivir y que, haciendo un cálculo, se puede estimar que durante una semana, en el período de mayor actividad larvaria, solo 199 de estos ácaros, de 5.500 que intentan alimentarse de una comadreja, lograrían sobrevivir. Con su técnica de acicalamiento logra matar unas 5.300 garrapatas por semana, 757 por día en promedio.

Inmunidad 

González señaló que las víboras “muerden”, como cualquier animal con dientes, por lo tanto es incorrecto decir que “pican”, como mencionan las publicaciones virales.

Estudios (1, 2, 3) desarrollados principalmente en América Latina revelan que las comadrejas sudamericanas son, en efecto, resistentes a las mordeduras de serpientes como la yarará y la cascabel debido a que tienen en su sangre proteínas antiofídicas, llamadas DM43 y DM64.  

Perales, el investigador de Fiocruz  y uno de los autores de estos estudios, explicó a la AFP que “esas proteínas presentes en la sangre de la comadreja tienen la capacidad de neutralizar el efecto tóxico del veneno de ciertas serpientes”, volviendo a esos animales “altamente resistentes”

Pero no son resistentes a todas las serpientes, porque estas tienen venenos completamente diferentes entre sí. “No hay una resistencia universal, pero las comadrejas son muy resistentes a la yarará”. 

Las publicaciones afirman que la comadreja “es capaz de soportar hasta 80 picadas de cascabel o coral, come cruzeras como si fueran papas fritas”. Cuando se le preguntó si las comadrejas serían resistentes al veneno de la coral, Perales respondió que “muy probablemente sí”, pero resaltó que todavía no hay estudios científicos que refieran a esas serpientes. 

En cuanto al número de mordeduras, el investigador de la Fiocruz afirmó que “no hay ningún estudio sobre ese número, pero probablemente ese número [80] es exagerado”. 

González, el mastozóologo uruguayo, coincidió en que esa cantidad de “picadas” no parece estar basada en evidencia científica. Además, señaló que “una cosa es que te muerda 80 veces una misma víbora y otra que te muerdan 80 víboras distintas”. El veneno de esos reptiles se compone de saliva modificada y suele agotarse con las primeras mordidas, explicó el experto.

Perales confirmó que las comadrejas comen serpientes, pero “ocasionalmente”. 

Antídoto

Las publicaciones afirman que “gracias a el [las comadrejas], existe el antidoto contra picadas de viboras venenosas”.  Sin embargo, las comadrejas no se utilizan en la investigación de sueros antiofídicos, porque “los métodos de producción de antiveneno ya son conocidos y utilizados en el mundo desde hace décadas”, indicó González.

“Los responsables de los antídotos son los caballos, los conejos y animales que se utilizan inyectándoles para comprobar su resistencia a distintos tipo de veneno”.

En particular, se refirió a los caballos: “La producción de antiveneno se basa en que una vez que el veneno entra al organismo del animal, lo que hace es generar una reacción. Esto puede hacer que muera, pero cuando se inyecta en un caballo, por ejemplo, lo que hace es producir anticuerpos y con eso se hace el suero antiofídico”.

El suero antiofídico de Laboratorios Probiol, por ejemplo, se describe como “Inmunoglobulinas de origen equino con alto contenido de anticuerpos neutralizantes del veneno de las serpientes de los géneros Micrurus”. Otro medicamento, el Antivipmyn, contiene “fragmentos F(ab')2 de inmunoglobulina G (lgG) hiperinmune antivipérida de caballo”. También el CroFab contiene “unidades neutralizantes de antivenenos” de origen equino. 

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La primatóloga Denise Lyons sostiene una comadreja en el Zoológico Nacional de Managua el 22 de abril de 2016
(Inti Ocón / AFP)

Perales advierte que las proteínas antiofídicas presentes naturalmente en la sangre de las comadrejas no deben confundirse con los anticuerpos producidos por los caballos en reacción al veneno de las serpientes. 

En julio de 2005 la Fundación Fiocruz informó sobre una investigación que podría resultar en un tratamiento más eficaz contra el envenenamiento de mordidas de ciertas serpientes “a partir de inhibidores de toxinas ofídicas originalmente aisladas de la sangre de la comadreja sudamericana”. 

Identificada la acción inhibidora de las proteínas DM43 y DM64, los investigadores de Fiocruz “clonaron, entonces, la parte del ADN de la comadreja relacionada a la producción de esas proteínas”, lo que contribuye a la secuenciación de las moléculas y posteriormente a su fabricación en laboratorio. 

Perales, uno de los investigadores, dijo a la AFP que “Fiocruz ya produjo esa proteína” pero que “no hay investigación para la producción del suero” a partir de las proteínas de la comadreja sudamericana. 

González también afirmó que no hay evidencias de sueros antiofídicos desarrollados gracias a estos animales.

En conclusión, las afirmaciones sobre la inmunidad de las comadrejas al veneno de serpientes cuentan con respaldo científico en los casos de las yarará y la cascabel; pero son exageradas ya que no hay evidencia de que sean inmunes a 80 “picaduras”.  Tampoco se utilizan en la investigación de sueros antiofídicos.

EDIT 29/1: Sustituye calificación por Verificamos, incorpora estudios y consulta a la Fundación Fiocruz.

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