Víctimas de la matanza de La Cantuta no estaban vinculadas a actividades terroristas
- Publicado el 11 de noviembre de 2024 a las 19:52
- 6 minutos de lectura
- Por Carla DIAZ, AFP Perú
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“Los 10 de la Cantuta fueron los terroristas, que atentaron en Tarata, los militares los tenían identificados”, se lee en publicaciones en Facebook que comparten un fragmento de un juicio en el que testifica Norma Espinoza Ochoa, exalumna de la Universidad La Cantuta.
Otras versiones, que incluyen la frase ““Los angelitos de La Cantuta eran terrucos”, circulan en la misma red social (1, 2).
La secuencia se ha difundido por lo menos desde septiembre de 2023 en TikTok.
En la madrugada del 18 de julio de 1992, en la universidad La Cantuta, nueve estudiantes y un profesor fueron secuestrados y llevados por un escuadrón del ejército, el paramilitar Grupo Colina, a una zona abandonada al este de Lima, donde fueron ejecutados con disparos en la nuca.
Los cadáveres fueron enterrados clandestinamente en tres fosas, y luego desenterrados y llevados a otro lugar, donde finalmente fueron encontrados tras investigaciones de la prensa.
Ese caso, junto a otra matanza de 15 personas en Barrios Altos, en 1991, sirvieron de base para la sentencia a 25 años de prisión contra el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) en 2009, que lo halló culpable de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado.
Las publicaciones virales afirman que las víctimas eran miembros de grupos subversivos y autores del atentado en la calle Tarata, en el distrito turístico de Miraflores en Lima, donde murieron 25 personas en julio de 1992 tras estallar un carro bomba.
El testimonio de Espinoza Ochoa
Las secuencias viralizadas muestran un cintillo con la descripción “Testimonio de Norma Espinoza Ochoa, ex estudiante de Uni. La Cantuta”.
Una búsqueda en Google con esos términos llevó a la grabación completa y la transcripción de la sesión N°10 del juicio oral contra el expresidente Fujimori y varios exmilitares por los casos de La Cantuta y Barrios Altos, realizada el 11 de enero de 2008.
La declaración de Espinoza se encuentra a partir de las 3 horas con 48 minutos de transmisión. Los fragmentos que muestran el primer video fueron extraídos de entre los minutos 4:19:32 y 4:35:14.
En ese segmento, se oye al abogado de Fujimori preguntar a Espinoza si sabía de estudiantes de la Universidad La Cantuta que hubieran estado vinculados a los grupos subversivos Sendero Luminoso o Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.
La testigo afirma que sí y precisa que el término “tucos” era usado para denominar a los estudiantes que tenían "una manera de hablar como Sendero (Luminoso)”, pero añadió que no podría afirmar que pertenecían a esa organización.
Luego, se oye al juez César San Martín preguntarle a Espinoza si identificaba a las víctimas de La Cantuta como miembros de los "tucos”.
La mujer responde que “sí participaban en este tipo de manifestaciones por el reclamo de algo” y señala que algunas de las víctimas “tenían un lenguaje típico”.
Al ser cuestionada por San Martín sobre a qué lenguaje se refería, Espinoza no pudo precisar y se limitó a señalar que eran palabras usadas por partidos de izquierda.
En el resto de la secuencia, la testigo cuenta ante otros jueces detalles sobre cómo fue secuestrada en julio de 1992 junto con los otros nueve estudiantes que fueron asesinados y cómo sobrevivió.
El segundo video viral, de casi un minuto, contiene solo el fragmento del diálogo entre Espinoza y el juez.
La AFP revisó el testimonio completo de Norma Espinoza durante el juicio, y no pudo identificar que en algún momento haya afirmado de manera categórica que las víctimas pertenecían a grupos subversivos.
De hecho, en la sentencia de los casos La Cantuta y Barrios Alto, emitida en abril de 2009, la Corte Suprema de Justicia hizo constar en su argumento 804° que la declaración de Espinoza vinculando a algunos de los estudiantes asesinados de La Cantuta con actividades proselitistas de Sendero Luminoso en el campus no fueron claras ni “tienen sustento sólido alguno”.
Ninguna evidencia contra las víctimas
En su argumento 804°, el tribunal explicó que “no existe evidencia alguna, más allá de la insinuación –sin aval indiciario que la justifique– formulada por alguno de los participantes en los hechos, que siquiera remotamente pueda llevar a sospechar que las víctimas estarían vinculadas al PCP–SL [Partido Comunista - Sendero Luminoso] e involucradas en determinados atentados con propósito terrorista”.
El juzgado precisó que luego de revisar los hechos “no existe la menor información consistente de órganos policiales, de inteligencia o del Ministerio Público” ni de sentencias judiciales, que “permitan sostener, siquiera a nivel de sospecha razonable, que algunas de las víctimas de Barrios Altos o de La Cantuta participaron en los dos grandes atentados, precedentes de los hechos en su agravio, o que militaron o estén vinculados al PCP-SL”.
En su fallo, el tribunal citó el testimonio que dio el exjefe del Grupo Especial de Inteligencia de la policía antiterrorista, Benedicto Jiménez Baca, quien informó que pudieron establecer que las víctimas de masacres como La Cantuta no tenían vinculaciones con grupos subversivos.
De hecho, durante la realización del juicio en 2008, las declaraciones de Jiménez fueron reportadas por medios de comunicación nacionales: “Los muchachos de La Cantuta eran zampoñeros… se dedicaban a la música… no eran dirigentes subversivos, era un grupo de artistas populares que les gustaba la música y eso era todo… no eran los responsables del atentado contra Tarata”.
Durante el juicio, el exgeneral del Ejército Rodolfo Robles declaró también que pudo conocer por sus investigaciones que las víctimas de La Cantuta fueron raptadas “sin ningún material que los incrimine” y “no había ninguna evidencia (de) que eran subversivos”.
Así consta en la página ocho del acta de la transcripción del testimonio de Robles, disponible en los archivos del Lugar de Memoria y Reconciliación de Perú (LUM).
En la parte resolutiva de la sentencia de La Cantuta y Barrios Altos, en el párrafo 827°, el Tribunal estableció de manera indiscutible “que los veintinueve agraviados reconocidos en los casos Barrios Altos y La Cantuta (...) no estaban vinculados a las acciones terroristas de (Sendero Luminoso) ni integraban esa organización criminal”.
La AFP ya ha verificado desinformación (1, 2, 3) sobre el conflicto armado interno que vivió Perú entre 1980 y 2000 y dejó más de 69.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
La guerra contra las guerrillas o contra el terrorismo, como lo califican las autoridades, dejó poco más de 21.000 desaparecidos.
La CVR responsabilizó a Sendero Luminoso de ser el principal perpetrador de violaciones a los derechos humanos, pero también acusó a las fuerzas de seguridad que combatieron a esa organización de cometer delitos de lesa humanidad.
Referencias:
- Video y transcripción de la declaración de Norma Espinoza Ochoa en juicio de La Cantuta y Barrios Altos
- Sentencia de los casos La Cantuta y Barrios Altos
- Testimonio del exjefe del Grupo Especial de Inteligencia de la policía antiterrorista, Benedicto Jiménez Baca
- Reporte de medios de comunicación sobre declaración de Benedicto Jiménez
- Acta de la declaración del exgeneral del Ejército Rodolfo Robles
- Reportes de medios de comunicación sobre inocencia de víctimas de La Cantuta tras la sentencia de 2009 (1, 2)
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