Los récords de calor en el verano europeo de 2023 no se derivan de un cambio de medición
- Publicado el 2 de agosto de 2023 a las 18:14
- 6 minutos de lectura
- Por Bénédicte REY, AFP Francia
- Traducción y adaptación: Natalia SANGUINO
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Los mensajes, acompañados de un mapa de España o de Europa, hablan de un cambio de protocolo en la forma de medir las temperaturas de la ESA. Según esta publicación en Facebook, por ejemplo, “los records de calor se batieron” porque la agencia “comenzó a usar las temperaturas de la superficie de la Tierra, no las temperaturas del aire a 2 m sobre la superficie, lo que significa que cambió los protocolos anteriores de mediciones”.
“Es así como nos convencen de las grandes mentiras, haciendo AMAÑOS CONTABLES... son trileros sin escrúpulos que se venden por subvenciones otorgadas por los globalistas de la agenda 2030”, dice el mensaje, que surgió de Telegram el 21 de julio de 2023 y circuló también en Twitter (1), ahora llamado X. Otras publicaciones relacionadas con la ESA y las temperaturas récords hablan de “el ‘horror de 48 °C que nunca existió’ en Europa”.
Mensajes similares circularon en francés.
Varias regiones del hemisferio norte, desde Estados Unidos a China, pasando por el sur de Europa y el norte de África, sufren desde el inicio del verano olas de calor de duración superior a lo habitual y de dramáticas consecuencias.
El observatorio europeo del clima Copernicus consideró que julio de 2023 va camino de ser el mes más cálido desde que hay registros, tras un mes de junio que ya fue récord, según los datos de la OMM. Científicos y organizaciones internacionales vinculan las olas de calor al cambio climático y alertan de su intensificación inminente.
Los datos de ESA y Copernicus
La ESA publicó el 13 de julio de 2023 una información sobre el mes de calor que Europa tenía por delante, y en ella aparece el mapa del continente con el que algunos usuarios acompañaron su mensaje.
Por otro lado, el mapa de España también compartido junto al mensaje viral fue publicado el 12 de julio por Copernicus, que recopila datos sobre la Tierra y que daba cuenta entonces de la ola de calor en ese país.
Según la publicación del observatorio, las zonas de color más oscuro en la imagen representan temperaturas cercanas a los 60 grados Celsius medidos “en la superficie terrestre”.
El texto que acompaña la imagen aclara que la temperatura de la superficie terrestre “corresponde a la temperatura del suelo y no debe confundirse con la temperatura del aire”. Los usuarios que comparten la información de la ESA mezclan en su mensaje una y otra temperatura, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
La ESA se ocupa de la parte espacial del programa Copernicus a través de una red de satélites llamados “Sentinels” (“centinelas”), uno de los cuales puede medir la temperatura en la superficie terrestre.
Y al día siguiente de la imagen publicada por Copernicus, la ESA informó de la ola de calor en Europa en el artículo mencionado arriba, en el que hablaba de ambas temperaturas: la del aire y la de la superficie terrestre.
El artículo concreta sobre varios países: “La temperatura de la superficie terrestre alcanzó los 46°C en Roma, Italia, mientras que Madrid y Sevilla en España alcanzaron los 46°C y los 47°C, respectivamente”.
En esta explicación de las temperaturas, la ESA aclara la diferencia entre los dos tipos de medición: “Mientras que las predicciones meteorológicas utilizan las temperaturas aéreas, un instrumento satelital mide la cantidad real de energía que irradia la Tierra - e indica la temperatura de la superficie terrestre. Así, el mapa muestra la temperatura real de la superficie terrestre, que es significativamente superior a la aérea”.
“Los científicos vigilan la temperatura de la superficie terrestre para entender y pronosticar mejor el clima y sus patrones, así como para controlar los incendios. Estas medidas son muy importantes también para los agricultores, que optimizan el riego de sus campos, mientras que los urbanistas pueden estudiar cómo mejorar sus estrategias para mitigar el calor”, señala el texto.
Un especialista de aplicaciones climáticas de la ESA, Clément Albergel, dijo a la AFP el 23 de julio: “No hemos modificado nuestro método de registro de temperaturas”. Según Albergel, “la ESA no es la que establece los récords de temperatura” y “los datos de temperatura en la superficie de la tierra obtenidos desde el espacio no se utilizan para marcar los récords de calor, que homologa la Organización Meteorológica Mundial”.
Por su parte, una fuente de Copernicus confirmó a la AFP el 25 de julio que el observatorio tampoco había “modificado sus métodos de medición” climática. Copernicus precisa en su página que las temperaturas que indica se miden “cerca de la superficie de la Tierra, a unos dos metros sobre el suelo”.
La OMM establece los récords de temperatura
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), que depende de Naciones Unidas (ONU), se ocupa de aspectos que van desde las observaciones a la predicción meteorológica, alertas tempranas, “hasta la vigilancia de los gases de efecto invernadero”. La OMM actualiza un archivo oficial para ello que incluye registros de temperatura, precipitaciones, aridez, rayos y mortalidad vinculada a las condiciones meteorológicas.
Así, la OMM expone “los récords oficiales de los fenómenos extremos mundiales, hemisféricos y regionales asociados con varios tipos específicos de tiempo”.
“La OMM es responsable del seguimiento de las temperaturas mundiales y por hemisferio - y, en ciertos casos, a nivel continental (como en Europa). Lo hacemos basándonos en instrumentos de las estaciones meteorológicas, NO en satélites”, explicó una fuente del propio organismo a la AFP el 25 de julio. “Para las previsiones meteorológicas (y el establecimiento de récords de temperatura), se utiliza la temperatura del aire, a dos metros del suelo”, declaró la fuente.
Este artículo de la OMM del 17 de julio exponía el proceso de homologación de los récords de temperatura. “Actualmente, la OMM está verificando dos marcas de temperatura de 54,4ºC, registrados en el Valle de la Muerte, California, el 16 de agosto de 2020 y el 9 de julio de 2021. Si se validan, sería la mayor temperatura de la Tierra desde 1931 y la tercera mayor registrada jamás en el planeta”.
La OMM precisa en el artículo que si se batieran récords de temperatura en las olas de calor del verano boreal de 2023, publicaría “una evaluación preliminar rápida” y después iniciaría “valoraciones detalladas dentro del proceso de verificación minucioso” que siempre llevan a cabo.
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