El adrenocromo, objeto de teorías conspirativas, deriva de la adrenalina y tiene usos limitados

“A D R E N O C R O M O. Un producto obtenido de la médula espinal de los niños luego de ser torturado y aterrorizados para así generar que su sangre genere adrenalina en forma abundante. Una práctica cruel y satánica que genera millones de dólares”, se lee en entradas compartidas en Twitter (1, 2) y Facebook (1, 2).

Image

Captura de pantalla de una publicación en Twitter, hecha el 26 de mayo de 2023

La teoría de que el adrenocromo se extrae de una “práctica cruel y satánica” con niños circula en internet al menos desde 2018 en francés, pero también en inglés (1).

La sustancia también protagoniza una teoría conspirativa promovida por QAnon, un movimiento que nació en 2017 entre partidarios del expresidente estadounidense Donald Trump. Sus seguidores aseguran que es una droga que consumen las “élites globales” y que proviene de niños capturados en redes de tráfico de personas (1, 2).

Incluso dicen que quienes la toman pueden beneficiarse de sus efectos rejuvenecedores o vivir una experiencia psicodélica.

Sin embargo, el adrenocromo es una molécula que se obtiene a partir de la oxidación de adrenalina: una sustancia que forma parte de la categoría de los neurotransmisores y que, por tanto, permite que las neuronas se comuniquen entre sí.

Neurotransmisor

El médico toxicólogo venezolano César Rengifo explicó a la AFP el 5 de junio de 2023 que la adrenalina se produce en las glándulas suprarrenales, cuyos oxidantes (las monoaminas) circulan en la sangre.

Si bien el adrenocromo existe como parte del metabolismo de la adrenalina, al ser un neurotransmisor, el organismo lo “saca del medio” o lo oxida rápidamente. Una vez que estos mensajeros químicos se oxidan, pierden su función.

Se utilizó para tratar sangrados en la piel, función que ahora cumple la adrenalina, y como estimulante, “pero tenía un efecto poco duradero”, detalló Rengifo.

De su lado, el toxicólogo clínico colombiano, Maurix Rojas, comentó que el adrenocromo es más una “leyenda urbana” que una realidad. En la década de 1970, se investigaron sus posibles beneficios en el tratamiento de la esquizofrenia, pero “no llegó a buen término, no avanzó”, dijo el 2 de junio de 2023.

“En la actualidad no tiene ningún tipo de uso. Es más como un agente que se usa en procesos químicos en industria pero no de uso humano, porque la adrenalina es de amplia utilización en pacientes [en urgencias] con patologías cardiovasculares, que tengan hipotensión, pero a partir de ahí, digamos, que esas nuevas moléculas no tienen un efecto en farmacopea [texto que describe medicamentos, químicos y drogas]”, explicó el especialista.

Señaló que, por tanto, al ser de fácil obtención y al no generar cambios en la percepción de los individuos, este agente no tendría ninguna ventaja sobre otras drogas psicoactivas. “Este producto existe como una droga sintética que se puede comprar en comercios y tiene un uso muy limitado”, coincidió Rengifo.

Como derivado de la adrenalina, es posible que “los efectos del [adrenocromo] sean adrenérgicos: el corazón palpita rápido, se transpira, etc”, explicó en 2018 a la AFP Laurent Karila, psiquiatra francés y especialista en adicciones del hospital Paul-Brousse. “Nunca escuché hablar de intoxicación con adrenocromo. Es un mito”, sentenció.

El origen del mito

Esta molécula se puede adquirir por medios regulares en los sitios web de empresas ubicadas en Estados Unidos, Canadá y China. La compañía canadiense Toronto Research Chemicals vende 25 mg de adrenocromo a 126 dólares, mientras que el laboratorio Astatech Inc oferta la misma cantidad en 464 dólares. La sustancia no figura en los vademecum de países latinoamericanos.

El mito del adrenocromo proviene de la película de Terry Gilliam “Fear and Loathing in Las Vegas” (“Miedo y asco en Las Vegas”, 1998), una adaptación de la novela de Hunter S. Thompson. En una escena, el personaje caracterizado por Johnny Deep, Raoul, toma la sustancia. Su abogado, encarnado por Benicio del Toro, dice que el adrenocromo “hace que la mescalina pura [alcaloide extraído de los cactus] parezca cerveza de jengibre”.

En los comentarios de la versión DVD del largometraje, Gilliam explica que todo lo referido al adrenocromo en la película es completamente ficticio.

En la novela, Raoul dice que “solo hay una fuente de esta cosa… Las glándulas de adrenalina de un cuerpo humano vivo. No funciona si la recoges de un cadáver”, diálogo que coincide con el planteamiento que se hace en redes sociales.

Referencias:

• Artículo sobre el movimiento QAnon
• Definición de neurotransmisión
• Fragmento de la película