Decreto de 2024 en Brasil plantea el uso de armas policiales como último recurso, no las prohíbe

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó el 23 de diciembre de 2024 un decreto que actualiza las normas sobre el uso de armas letales por parte de la policía. En ese contexto, más de 5.000 usuarios de redes sociales comparten un video en el que se ve a un grupo de personas usando armas de fuego, con la afirmación de que la nueva norma “prohíbe” a los policías disparar a delincuentes. En realidad, lo que la normativa determina es que las fuerzas de seguridad solo podrán usar armas “como último recurso” en sus funciones. 

Los narcotraficantes, en Brasil exhiben sus fusiles con orgullo y los disparan al aire. ¡Pero el nuevo decreto de Lula prohíbe a los policías disparar ante los bandidos!”, afirma un usuario en X que comparte un video en el que se ve a un grupo de personas usando armas de fuego. “¡El comunista Lula debe salir del poder! ! ¿Apoyas la idea?”, añade. El contenido fue replicado en Facebook

Image
Captura de pantalla hecha el 27 de diciembre de 2024 de una publicación en X

El mensaje comenzó a circular el 27 de diciembre de 2024, luego de que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, publicara el decreto N° 12.341, que actualiza las normas sobre el uso de armas de fuego por parte de la policía. 

El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública explicó en su sitio web que la nueva normativa “establece directrices para la actuación de los agentes de seguridad, centrándose en la eficiencia en las acciones, la valoración de los profesionales y el respeto a los derechos humanos”. 

No prohíbe disparar

De acuerdo con la cartera,  la fuerza “sólo podrá utilizarse cuando otros recursos de menor intensidad no sean suficientes para alcanzar los objetivos legales previstos”.

En su artículo 3º, el decreto sostiene que la policía no podrá proceder con armas de fuego cuando una persona desarmada o que no represente un riesgo para terceros intente fugarse; ni cuando un vehículo viole el bloqueo policial en la vía pública sin convertirse en un riesgo potencial para terceros. 

El oficio también indica que “el nivel de fuerza utilizado debe ser compatible con la gravedad de la amenaza presentada”.

Pero en ningún punto “prohíbe” a la policía disparar a delincuentes, como indican las entradas en redes. 

Sólo podemos utilizar la fuerza letal como último recurso (...) no puede ser la primera reacción de la policía”, explicó el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, citado en el boletín del Ministerio.

El decreto señala que cuando el uso de la fuerza “tenga como resultado lesiones o la muerte”, los uniformados deberán elaborar un “informe detallado”.

Rafael Alcadipani, profesor de la Fundación Getulio Vargas y miembro del Foro Brasileño de Seguridad Pública, explicó a la AFP: “No es que [el decreto] prohíba a los agentes de policía disparar a los delincuentes. Lo que intenta es regular el uso de la fuerza, para que haya un uso progresivo o el uso necesario de la fuerza”. 

Y agregó: “La interpretación [del mensaje viralizado] es errónea, eso no es lo que dice el decreto. Se dice que los agentes de policía deben actuar y utilizar la fuerza necesaria. Si es necesario dispararle a un criminal, lo harán". 

Abuso de fuerza

El decreto que regula el uso de la fuerza en la policía fue firmado después de una serie de casos de brutalidad policial registrados en Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil. 

La preocupación creció luego de que se viralizara en redes sociales, a inicios de diciembre, un video de un agente de la Policía Militar (PM) que arrojó desde un puente hacia el agua a una persona detenida, que sobrevivió a la agresión. El policía fue arrestado.

A principios de noviembre, un agente de la PM fuera de servicio le disparó once veces por la espalda a un joven que había robado productos de limpieza en un mercado de la capital paulista.

Dos días más tarde, un niño de cuatro años murió baleado durante un operativo de la PM en la ciudad de Santos, en el que también perdió la vida un adolescente.

Dos semanas después, un estudiante de medicina de 22 años que estaba desarmado fue ejecutado por un agente de la PM, tras resistirse a que lo arrestaran por haber dado un golpe a una patrulla.

Referencias

¿Duda sobre la veracidad de una información, una foto o un video?

Contáctenos