Un soldado turco camina el 12 de febrero de 2023 a través de edificios destruidos por el terremoto en Hatay, Turquía ( AFP/Yasin Akgul)

Publicaciones virales aseguran engañosamente que los terremotos pueden predecirse

El terremoto de magnitud 7,8 en Turquía y Siria del 6 de febrero de 2023 causó más de 50.000 muertos y destruyó miles de edificios, según informes oficiales. Como prueba de que ese acontecimiento fue supuestamente predicho, usuarios replican en español un tuit publicado en inglés el día 3 de ese mes que aseguraba que "tarde o temprano" un sismo de magnitud 7,5 azotaría a Turquía y Siria, entre otros países. Sin embargo, los expertos son categóricos en que no existe hasta la fecha ningún método científico capaz de predecir terremotos.

“Tarde o temprano habrá un terremoto de magnitud 7.5 en esta región (Centro-Sur de Turquía, Jordania, Siria, Líbano)”, dice en inglés el tuit, compartido más de 50.000 veces, de Frank Hoogerbeets, quien se presenta como un “investigador” neerlandés.

Cientos de usuarios en Twitter y Facebook (1, 2) compartieron esa publicación en español junto con la afirmación de que Hoogerbeets predijo el sismo del 6 de febrero.

“Este geólogo predijo hace 2 días el terremoto en la región central de Turquía, Siria, Jordania y Líbano. Su predicción ocurrió en los días mencionados. Pongamos atención a su cuenta, menciona un segundo terremoto”, señala una de las entradas.

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Captura de pantalla de un tuit hecha el 22 de febrero de 2023

Alegaciones similares circulan en francés y portugués.

El autor del tuit también explicó en un video publicado en YouTube el 2 de febrero que un terremoto de magnitud media o alta (6) podría ocurrir entre el “4 y 6 de febrero” en la “región central de Asia”, basando sus predicciones en consideraciones astronómicas tales como la ubicación de la Luna, el Sol o algunos planetas.

Sin embargo, sismólogos y geólogos consultados por la AFP son categóricos: es imposible predecir un terremoto.

Los terremotos son impredecibles

Un terremoto se produce por la ruptura de las rocas de la corteza terrestre tras una acumulación de tensión a lo largo del tiempo, según explica el sitio ObservaTerre, gestionado por la red sismológica y geodésica francesa Résif-Epsos.

Expertos contactados por la AFP indicaron que actualmente no existen métodos científicos que lleven a predecir terremotos como lo hizo Hoogerbeets. “Voy a ser categórica: no tenemos ningún método científico que permita predecir un terremoto”, señaló Lucile Bruhat, doctora en geofísica y especialista en terremotos.

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Los movimientos telúricos son estudiados por sismólogos que durante décadas han estado cartografiando fallas activas a lo largo del mundo. A partir de mapeos, estimaciones de velocidades a largo plazo, registros históricos y deformaciones en las superficies, los sismólogos pueden hacer pronósticos en una escala de varias decenas de años, pero no predicciones.

Este es, en particular, el trabajo del consorcio European Facilities for Earthquake Hazard and Risk (EFEHR). Sus investigadores actualizaron en 2022 el mapa de amenaza sísmica (el posible movimiento del suelo debido a futuros terremotos) y el mapa de riesgo sísmico (el impacto que se puede esperar de futuros terremotos).

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Mapa de amenaza sísmica en Europa, elaborado por el consorcio EFEHR
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Mapa de riesgo sísmico, elaborado por el consorcio EFEHR

 

 

“En este mapa se puede ver que el epicentro del terremoto que sacudió Turquía y Siria se encuentra en una zona de color rojo brillante. Esto significa que sabíamos muy bien que allí se iba a producir un terremoto. Sin embargo, no podemos decir si ocurrirá hoy, mañana, dentro de 50 o 500 años”, dijo a la AFP Rémy Bossu, sismólogo y secretario general del Centro Sismológico Euromediterráneo (EMSC).

“Es imposible predecir la ubicación, la fecha exacta y la intensidad de un terremoto”, afirmó también a la AFP Yann Klinger, director de investigación del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, dentro del equipo de tectónica del Instituto de Física del Globo de París.

En su sitio web, el Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS), encargado de monitorear la actividad sísmica en todo el mundo, estima que "ni el USGS ni ningún otro científico ha pronosticado nunca un gran terremoto". "No sabemos cómo hacerlo y no esperamos llegar allí en un futuro previsible. Los científicos del USGS solo pueden calcular la probabilidad de que ocurra un gran terremoto en un área específica durante un cierto número de años”, añade.

Así, todos los expertos entrevistados califican el tuit "presagio" de Frank Hoogerbeets como una “desafortunada coincidencia”. "Inevitablemente, si hacemos predicciones todos los días después de un tiempo es probable que acertemos, pero es solo una desafortunada coincidencia. No hay nada científico en eso", señaló Bruhat.

Los impactos secundarios de las mareas terrestres

Hoogerbeets basa sus “predicciones” principalmente en las fuerzas de atracción entre la Tierra y los demás cuerpos celestes, especialmente en las fuerzas de marea atribuibles en gran parte a la Luna. Sin embargo, los expertos indican que estas fuerzas solamente pueden tener un efecto marginal en los terremotos.

Según un artículo del USGS titulado “¿Puede la posición de la Luna afectar la sismicidad?”, varios estudios recientes han encontrado una “correlación entre las mareas de la Tierra (causadas por la posición de la Luna con respecto a la Tierra) y ciertos tipos de terremotos”.

El reporte también concluye que durante los periodos de mareas terrestres y oceánicas más altas, como durante luna llena o luna nueva, los terremotos son más probables en fallas cerca de los continentes y en zonas submarinas.

Sin embargo, aunque las mareas terrestres u oceánicas aumenten y disminuyan la presión sobre estas fallas, el USGS es cauteloso y especifica que este impacto sigue siendo muy pequeño.

“En un gran terremoto como el que acaba de azotar Turquía y Siria, la atracción de las mareas terrestres no puede ser el detonante. E incluso si las mareas terrestres desestabilizan ciertas pequeñas fallas, no podemos ignorar qué marea podría causar tal falla, por lo que no nos lleva más allá de una supuesta predicción”, argumentó a su vez a la AFP Anne Replumaz, geóloga y profesora de la Universidad Joseph Fourier de Grenoble.

Además, el geofísico y sismólogo Michel Campillo citó a la AFP como ejemplo el caso de Iben Browning, un aficionado que predijo la fecha y hora de un gran terremoto en el centro de Estados Unidos para el 3 de diciembre de 1990.

“Iben Browning tenía el mismo razonamiento: invocaba la mecánica celeste, con los mismos argumentos. Este razonamiento fue retransmitido en la prensa y tomó tal dimensión que hubo llamadas de emergencia en ciertos lugares. Al final, no pasó nada”, explicó Campillo.

Sistema de alerta temprana

Actualmente, los sismólogos pueden detectar las ondas primarias de los terremotos gracias a los sensores sísmicos. Además, en algunos lugares del mundo existen sistemas de alerta en teléfonos móviles que se activan unos segundos antes de los temblores destructivos.

“Tenemos redes de detección de terremotos muy densas. Las primeras estaciones ubicadas alrededor del epicentro son capaces de detectar y ubicar el terremoto en 4/5 segundos, el sistema de alerta temprana permitirá enviar esta información a mayor distancia unos pocos segundos antes de que el terremoto golpee el lugar”, explicó Bossu el 13 de febrero de 2023.

Una vez instalada la aplicación, el teléfono móvil funcionaría como un sensor de terremotos. “Y cuando muchos teléfonos activan una alerta en el mismo lugar, los usuarios de las zonas aledañas recibirán un mensaje para advertirles de la llegada inminente del terremoto, pero aun así el epicentro no debe estar ya bajo una ciudad, de lo contrario ya es demasiado tarde", especificó Bruhat.

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