El Parlament catalán aprobó en 2012 el cambio del escudo de Felipe V por el de las cuatro barras
Un tuit del pasado 21 de noviembre con las imágenes de dos escudos en la fachada del Parlament de Cataluña cuestiona si “destrozar un escudo de España” debería ser “un delito contra el patrimonio histórico artístico”. El mensaje y su captura de pantalla se han compartido más de 5.000 veces en redes sociales. Sin embargo, la institución catalana aprobó en 2012 tapar con el emblema de la señera de Cataluña el escudo de armas de Felipe V, sin destruirlo. Además, el blasón esculpido del monarca ha cambiado de ubicación varias veces desde 1716.
“Destrozar un escudo de España que llevaba colgado en la fachada del Parlament de Cataluña desde 1716 ¿No debería ser un delito contra el patrimonio histórico artístico?”, pregunta el tuit publicado el 21 de noviembre de 2021 junto a dos fotos del cambio de símbolo en la entrada al edificio del órgano legislativo de la Generalitat de Cataluña.
El mismo mensaje ha sido replicado centenares de veces en Facebook (1, 2, 3) en formato de captura de pantalla y también en publicaciones que reproducen el mismo texto (1, 2). Contenido similar circula en inglés y en catalán.

Acuerdo para la restitución del escudo de Cataluña
La Mesa del legislativo catalán acordó en mayo de 2012, con la única reserva del representante del Partido Popular (PP) en este órgano, restituir el escudo de Cataluña en la fachada del Palacio del Parlament, que ya había lucido el edificio en 1932. El acto de la presentación de la remodelación de la fachada se llevó a cabo coincidiendo con la Diada Nacional de dicha región el 11 de septiembre, en motivo del 80º aniversario de la inauguración del Parlament del año 1932.
Contactado por el equipo de AFP Factual, el gabinete de prensa del legislativo catalán explicó que “el escudo de las cuatro barras, de piedra artificial, cubrió [a partir de ese día] el escudo de armas de Felipe V que hay en la fachada, manteniendo los demás elementos ornamentales que lo rodean (los leones, la corona, etc.)”.
“De ese modo se mantiene la composición volumétrica de la fachada y se garantiza el mantenimiento y la conservación del escudo de Felipe V, que permanece tapado en el mismo sitio”, detalló el portavoz de prensa del Parlament.
En 2012 los medios de comunicación se hicieron eco tanto de la aprobación por parte de la Mesa (1, 2, 3), como del acto de inauguración del nuevo escudo meses después (1, 2, 3). A finales de septiembre de ese año, el entonces presidente de Cataluña, Artur Mas, convocó elecciones regionales anticipadas para el 25 de noviembre al afirmar que había llegado “la hora de ejercer el derecho de autodeterminación”.
El escudo de armas de Felipe V
El blasón de Felipe V “no estaba colocado originalmente en la fachada del palacio”, sino en “la puerta del Socors”, uno de los accesos al Parque de la Ciutadella, la fortaleza en forma de estrella de diez puntas que Felipe V hizo construir después de la entrada de sus tropas a Barcelona y luego de un asedio de trece meses que puso fin a la guerra de sucesión, en 1714.
La victoria de las tropas de Felipe V y la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 dio origen a la festividad de la Diada Nacional y comportó la implantación del Decreto de Nueva Planta, que anuló todas las instituciones políticas y administrativas catalanas.
“En 1869 se derrocó la muralla, y en 1889 el escudo se trasladó a la fachada del antiguo arsenal de la Ciutadella, que el ayuntamiento de Barcelona había decidido adaptarlo como un palacio real, aunque nunca llegó a cumplir esa finalidad”, relató el portavoz del Parlament a AFP Factual.
Ya en 1932, el ayuntamiento barcelonés cedió el palacio para que fuera la sede del Parlament, y durante las obras de remodelación, coordinadas por el consejero de Gobernación, Josep Tarradellas, el escudo de Cataluña se colocó en la fachada principal. El 6 de diciembre de ese año se llevó a cabo la sesión inaugural con la asistencia del presidente electo de la Generalitat, Francesc Macià.
Con la entrada de las tropas del general Francisco Franco durante la Guerra Civil española (1936-1939), el edificio del Parlament se convirtió en una caserna militar hasta 1945, cuando se instaló allí el Museo de Arte Moderno.
Durante la dictadura franquista, se eliminó el escudo de Cataluña de la fachada y el salón de sesiones fue clausurado por casi cuatro décadas hasta que en abril de 1980 el palacio acogió la nueva legislatura del Parlament autonómico restablecido. Desde 2012, la señera vuelve a encabezar el edificio institucional catalán.