Las aftas pueden tener múltiples causas y no son producto del “desarrollo” de bacterias bucales

  • Este artículo data de hace más de un año.
  • Publicado el 27 de octubre de 2021 a las 21:59
  • 3 minutos de lectura
  • Por Manuela SILVA, AFP Uruguay
Publicaciones que afirman que la aparición de aftas orales son consecuencia de una depresión inmunológica que no permite “combatir” bacterias de la boca, las cuales podrían desarrollarse en este tipo de úlceras, han sido compartidas en redes sociales más de 20.000 veces al menos desde junio de 2021. Sin embargo, estas afirmaciones son imprecisas: las aftas orales son multicausales y su aparición no es producto del “desarrollo” de bacterias bucales. 

“Sabías que… cuando usted tiene aftas su sistema inmunológico le está diciendo que se ‘encuentra débil’ y que no puede combatir las bacterias que por lo general están en su boca las cuales aprovechan esta situación para desarrollarse en forma de aftas”, señalan las entradas, difundidas en Facebook (1, 2) e Instagram (1, 2), y que también llevan ilustraciones del SARS-CoV-2.

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Captura de pantalla realizada el 27 de octubre de 2021 de una publicación en Facebook

Las aftas son multicausales

“La depresión inmunológica es solo una de las [tantas] causas” que pueden generar la aparición de aftas, dijo a la AFP el odontólogo cubano Javier Álvarez, doctor en Estomatología.

Según Álvarez lo que hacen las publicaciones es reforzar la idea de que “el afta es la alarma por excelencia de la depresión inmunológica”, lo que, para él, es “una verdad a medias”.

“Si bien la aparición de aftas puede estar relacionada a una depresión inmunológica”, su “presencia no constituye motivo suficiente para señalar” que las defensas estén bajas, agregó.

Según la literatura científica (1, 2, 3), las úlceras orales o aftas son lesiones inflamatorias que se pueden producir por múltiples causas, como pueden ser alteraciones inmunológicas, infecciones, déficit nutricionales, genética, estrés, brackets dentales, alergia alimentaria y de contacto, enfermedades autoinmunes, cambios hormonales durante la menstruación, entre otros factores. 

Cuando comienzan a aparecer las aftas “generan una especie de sensación quemante”; luego, se muestra una vesícula, y, finalmente, se ve una úlcera, “que es su arquetipo definitivo”, explicó Álvarez.

Las aftas se pueden clasificar de acuerdo a su gravedad y duración. Según explicó a AFP Factual la odontóloga y profesora uruguaya Mariela Cuestas, las aftas menores —las más frecuentes, que duran entre 10 y 14 días— son enfermedades autoinmunes, es decir, “que comienza y termina sin tratamiento de por medio”.

Las aftas mayores —que son menos frecuentes y más dolorosas, duran más de 14 días— pueden estar vinculadas a enfermedades, por ejemplo, el sida.

Si se tiene una mala higiene bucal, el afta se puede sobreinfectar, afirmó Cuestas, pues “tenemos una flora bucal muy fuerte, muy importante”, que es incluso “más nociva que la que tenemos en el ano y más infecciosa que la de un perro”, explicó.

¿El desarrollo de las bacterias bucales?

Las publicaciones también afirman que cuando el sistema inmunológico está “débil” es incapaz de “combatir” bacterias bucales. Según Álvarez, ese fragmento de la frase es cierto, pues no puede combatir “ni [bacterias] orales ni de ningún tipo, ya que el sistema inmunológico es quien se encarga de la defensa específica frente a gérmenes de todo tipo” y, “si este falla, todos los mecánismos de defensa específica fallan”.

Sin embargo, el contenido viralizado sostiene “que las bacterias aprovechan esta situación para desarrollarse en forma de aftas”. Ambos expertos concordaron que esto no es así.

Eso “jamás” sucede, sostuvo Cuestas. “Las bacterias nacen, crecen, se desarrollan, se reproducen (multiplican) y mueren. Ese es el ciclo vital y de ninguna manera dentro de su desarrollo podrían evolucionar a aftas”, afirmó Álvarez, estas solo pueden ser una “consecuencia”, añadió.

Sin embargo, la presencia de un afta “no define en lo absoluto” que un individuo pueda o no “combatir microorganismos”, como las bacterias, especificó el especialista. 

Para explicarlo, planteó un ejemplo: si una persona absolutamente sana, que es joven, hace deporte y no tiene ningún padecimiento, trasnochó y bebió grandes cantidades de alcohol, puede presentar al otro día aftas bucales. Pero no las presenta porque tenga una discapacidad para “combatir bacterias”, sino porque estresó y sobreexigió el organismo, principalmente el sistema digestivo.

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