Afirmaciones falsas y engañosas de Michael Yeadon sobre el covid-19 y las vacunas
- Este artículo data de hace más de un año.
- Publicado el 11 de agosto de 2021 a las 00:53
- Modificado el 11 de agosto de 2021 a las 01:02
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- Por AFP México
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En el video, Yeadon dice que “gobiernos alrededor del mundo, y también el tuyo, te están mintiendo de varias formas” sobre el covid-19. Aunque no se refiere a ningún gobierno específico o grupo político en particular, señala que “esas mentiras” son “cosas que se pueden comprobar fácilmente”e invita a no creerlas.
Algunas de las afirmaciones del exempleado de Pfizer, farmacéutica que desarrolla una de las vacunas contra el covid-19, son que no existe registro antes de 2020 de personas asintomáticas de otras enfermedades y “que pueden ser una amenaza de virus respiratorios aún sin tener síntomas”. También asegura que, una vez infectado de covid-19, se puede ser inmune probablemente por décadas o de por vida.
Yeadon señala que las variantes del SARS-CoV-2 no son tan distintas al virus original y que no representan “alguna clase de amenaza (...) y no es cierto que precises vacunas de refuerzo. La mayoría no precisa de ninguna vacuna”.
Incluso advierte que las mascarillas no sirven, que los “confinamientos jamás frenan los contagios” y que las personas no necesitan vacunarse con sustancias “inadecuadamente probadas y algo peligrosas basadas en genes inductores de proteínas espiga”.
¿Quién es Michael Yeadon?
Según su perfil en LinkedIn, Michael Yeadon fue director científico del área de investigación sobre alergias y respiración en Pfizer de 1995 a 2006, cuando se convirtió en vicepresidente de esa subdivisión de la empresa hasta su partida en 2011.
Pfizer confirmó a la AFP que Yeadon trabajó en la empresa, pero informó que, por protocolo de la empresa, no informan sobre los puestos ocupados por exempleados ni el tiempo en que estuvieron en la compañía. Yeadon tampoco es mencionado en el sitio web de Pfizer, aunque sí aparece en un artículo de 2011 en Business Wire sobre su ingreso a la junta directiva de Pulmatrix, una compañía de biotecnología, donde se lo presenta como “exlíder científico de Pfizer”. Parte de su trayectoria allí es resumida como “vicepresidente y director científico de la Unidad de Alergias y Respiración de Pfizer”.
Dervila Keane, representante de Pfizer para las Relaciones con los Medios Globales, indicó a la AFP en un correo electrónico que la farmacéutica “alienta al público a buscar información sobre la pandemia de covid-19 en organismos de salud pública confiables y/o en sus proveedores de atención médica individuales”.
El equipo de verificación de la AFP analizó varias de las afirmaciones de Yeadon en el video viralizado.
1. La idea de asintomáticos fue inventada en 2020: Falso
“Esta idea que puedes estar enfermo aún si no tienes síntomas y que puedes ser una amenaza de virus respiratorio para otros aún sin tener síntomas, eso también fue inventado en 2020. No existen registros de tal cosa y también desafían el sentido común”, dice Yeadon al inicio del video.
Al respecto, Vanessa López, investigadora adscrita a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y especialista en inmunología viral, dijo a AFP Factual que “la mayoría de las infecciones virales tienen pacientes asintomáticos, que cursan con la infección pero sin síntomas o con síntomas muy leves”.
López señaló como ejemplo la mononucleosis causada por el virus de Epstein-Barr, el dengue, el papiloma humano, entre otras infecciones estudiadas antes de la aparición del covid-19. “Es algo muy común, que las personas se infecten y no se percatan de ello por la ausencia de síntomas”, agregó.
Eduardo de Mello, virólogo y asistente del Consejo Directivo del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable de Uruguay, explicó a AFP Factual que “no es para nada reciente” el estudio de personas asintomáticas con enfermedades virales.
“Algunos virus tienen menos asintomáticos que otros (...), lo que explica parte de su cadena de transmisión. Los virus que no causan síntomas permiten un grado de dispersión muy alto. Es común para los virus respiratorios y gastrointestinales, como el rotavirus, que es común con síntomas en niños, pero asintomático o con pocos síntomas en adultos. Estos últimos sirven como reservorio del virus, manteniendo la transmisión en la población”, aseguró.
Una búsqueda por investigaciones sobre cuadros asintomáticos arrojó estudios sobre personas contagiadas por el virus de la gripe estacional en 2018, la influenza AH1N1 en 2011 y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en 1997. Asimismo, un artículo de 2005 del Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos sugiere que los pacientes asintomáticos de influenza pueden “esparcir el virus y transmitir la enfermedad, pero no en la misma cantidad que los individuos con síntomas”.
En el caso del covid-19, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica: “Los datos reunidos hasta la fecha sugieren que el 80% de las infecciones son leves o asintomáticas, el 15% son infecciones graves, que requieren oxígeno, y el 5% son infecciones críticas”.
2. “Una vez que has sido infectado, eres inmune (...) probablemente por décadas”: Engañoso
Yeadon afirma que no hay incertidumbre en que “una vez infectado, eres inmune”, probablemente por décadas. Aunque surjan nuevas variantes, “si te contagias (...) y te afecta mucho y sobrevives, serás inmune posiblemente de por vida”.
Vanessa López indicó que tras haber cursado la enfermedad con síntomas leves o moderados "hay células de memoria aún después de 10 meses, por lo que se prevé que la inmunidad tenga una duración a mediano y largo plazo”; sin embargo, “en personas asintomáticas se ha observado que esta inmunidad puede decaer rápidamente”.
Agregó que otros coronavirus han demostrado que la inmunidad puede ser a largo plazo, pero que es posible la reinfección.
Ramón Gónzalez García-Conde, docente e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y presidente de la Sociedad Mexicana de Virología, aseguró a AFP Factual que “es posible que una persona que fue infectada por SARS-CoV-2 pueda ser reinfectada. Esto depende del estado de salud de la persona, de su sistema inmune y de que se trate potencialmente de alguna variante”.
Según un artículo publicado el 9 de abril de 2021 en la revista The Lancet, que retoma datos de la evaluación de la inmunidad y reinfección del SARS-CoV-2 (SIREN, por sus siglas en inglés) en personal sanitario de Reino Unido, entre junio de 2020 y enero de 2021 se detectaron 155 casos de posible reinfección entre más de 8.278 participantes. Eso significa que la reinfección, aunque es menor, es posible.
Asimismo, la actualización epidemiológica semanal de covid-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 20 julio de 2021 (la última disponible al momento de la publicación de esta verificación) informó que sí hay reportes sobre la reducción en la actividad de anticuerpos neutralizantes ante las variantes beta, gamma y delta.
3. “No es cierto que las variantes representan una amenaza”, ni se necesitará una vacuna de refuerzo: Engañoso
“No es cierto que las variantes representan una amenaza y no es cierto que precises vacunas de refuerzo. La mayoría no precisa de ninguna vacuna”, dice Yeadon en la secuencia viral.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce al 10 de agosto de 2021 cuatro variantes de preocupación del SARS-CoV-2: alfa, beta, gamma y delta, y siete variantes denominadas de interés: épsilon, zeta, eta, theta, iota, kappa y lambda.
“Los virus tienen tasas de cambio (mutación) altas y siempre están cambiando. Desde diciembre de 2019 a julio de 2021 se han generado múltiples variantes en diferentes partes del mundo. Todas son SARS-CoV-2, pero pueden tener diferencias y en algunos casos estas diferencias pueden ser relevantes para la salud”, explicó González García-Conde.
En el caso de las variantes preocupantes, la OMS detalla que están asociadas a uno o más factores que suponen un riesgo para la salud pública mundial, como el “aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de la covid-19; el aumento de la virulencia” o la “disminución de la eficacia (...) de diagnóstico, vacunas y tratamientos disponibles”.
Por su parte, el virólogo Eduardo de Mello reafirmó que hasta ahora las vacunas aplicadas a millones de personas a nivel mundial han comprobado su seguridad y eficacia para contener los contagios, pero que el virus sigue en constante cambio. “Las vacunas son estrategias farmacológicas estables que no se cambian, los virus no, siguen su evolución natural, para bien o para mal. Si es para mal se tendrá que pensar en cambiar algunas estrategias” y recomendar vacunas de refuerzo, dijo.
Algunos países, como Israel, Uruguay o Francia, ya han anunciado que otorgarán terceras dosis.
Yeadon también realiza afirmaciones sobre la peligrosidad y falta de pruebas en las vacunas, por lo que dice que muchas personas no las necesitan: “La mayoría de ustedes haría bien en no ponerse vacunas experimentales que desafortunadamente tienen riesgos de coágulos en la sangre”.
Sobre eso, la inmunóloga López dijo: “Vacunarse contra el virus SARS-CoV-2 es la mejor estrategia para evitar muertes por esta enfermedad. Las personas que ya tuvieron covid-19 tienen inmunidad contra el virus, pero la duración de esta dependerá de sus síntomas, por lo que es mejor reforzar esta inmunidad previa con una vacuna”.
De Mello coincide en que la vacunación ha demostrado que “los beneficios son muy amplios frente a los casos adversos” y explicó que todas las vacunas avaladas por la OMS fueron probadas adecuadamente y presentan niveles muy altos de seguridad y especificidad.
Sobre los coágulos, en abril de 2021, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) anunció que estos deberían figurar como efectos secundarios “muy raros” de las vacunas contra el covid-19 basadas en vectores virales, como la de AstraZeneca y la de Johnson & Johnson, aunque consideró que sus beneficios superan los riesgos. Este tipo de inmunizantes usan otro virus como soporte para trasladar en el organismo informaciones genéticas capaces de combatir el covid-19.
Las vacunas antes mencionadas, también conocidas como de vector viral, son diferentes de las de ARN mensajero (ARNm), que dan instrucciones a las células para que sinteticen la proteína “espiga” que se encuentra en la superficie del SARS-CoV-2. La EMA informó en mayo de 2021 que no detectó indicios del vínculo entre los coágulos de sangre y las vacunas de ARNm contra el covid-19, la de Moderna y la de Pfizer/BioNTech.
De acuerdo a las autoridades sanitarias, las vacunas contra el covid-19 disponibles en agosto de 2021 dieron resultados lo suficientemente sólidos en cuanto a su eficacia y su seguridad y dejaron de ser experimentales para recibir autorizaciones para el uso de emergencia en numerosos países. Estas vacunas, incluyendo las de Moderna, Pfizer/BioNTech, Oxford/AstraZeneca y Sputnik V, pasaron por ensayos preclínicos y estudios en animales, y por las fases 1 y 2, involucrando estudios con hasta 1.000 seres humanos, así como la fase 3 que incluye a decenas de miles de personas. También había sido aprobada con el uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud la vacuna Sinovac. Todas ellas estaban a mediados de 2021 en la fase de farmacovigilancia, en la que se estudian sus posibles efectos adversos en la población que, por su baja frecuencia, no han aparecido en la fase anterior.
4. Las mascarillas y los confinamientos no reducen contagios: Falso
AFP Factual ha verificado en diversas ocasiones afirmaciones falsas o engañosas relacionadas al uso de mascarillas, como que son ineficaces para evitar contagios de covid-19, que provocan falta de oxígeno, daño neurológico permanente o incluso cáncer de pulmón, entre otras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que “las mascarillas son esenciales para eliminar la transmisión [del covid-19] y salvar vidas”, y deben utilizarse junto con otras medidas de prevención como “mantener el distanciamiento físico, evitar entornos cerrados y concurridos en los que haya contacto directo entre personas, una buena ventilación, lavarse las manos y cubrirse al estornudar y toser”.
Una revisión de diversos estudios sobre el tema, publicada en mayo de 2020 en la revista científica Royal Society, en Reino Unido, también muestra la efectividad de las mascarillas para reducir la emisión de gotículas contaminadas.
Un artículo de The Lancet, de junio de 2020, señala que usar una máscara reduce considerablemente las posibilidades de transmisión entre humanos del virus. Un tercer estudio, publicado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en enero de 2021, llegó a una conclusión similar.
Una investigación realizada por la Mayo Clinic en diciembre de 2020 concluyó que el uso de mascarillas es “la medida más importante para reducir el riesgo de exposición al covid-19”.
Jorge Baruch Díaz, docente de la Facultad de Medicina y coordinador del Centro de Diagnóstico Covid-19 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó al equipo de verificación de la AFP que en el caso de las variantes el uso de las mascarillas es fundamental:
Sobre los confinamientos, De Mello añadió: “Cuando se establece esa medida en una región de forma controlada, rápidamente se logra el control de los contagios y seguimiento de casos. Es una estrategia muy antigua (...) que rompe con el ciclo de transmisión, cuyo vector son las personas”.
10 de agosto de 2021 Agrega información sobre vacunas de uso de emergencia.
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